Hacían alpinismo y hallaron en un bosque un botín de 600 monedas de oro que habría sido escondido de los nazis
El hallazgo causó gran impacto en la comunidad de historiadores de Europa del Este al tratarse de una reliquia intacta; se estima que el tesoro tiene más de dos siglos de antigüedad

Dos exploradores descubrieron en un bosque de República Checa una caja de aluminio con casi 600 monedas de oro. Según explicaron los historiadores y arqueólogos que analizaron posteriormente el tesoro, habría sido oculto entre la maleza en 1939, tras la invasión del ejército nazi a la entonces Checoslovaquia.
A menudo en los bosques y campos europeos se descubren decenas de objetos que retrotraen a la Segunda Guerra Mundial, desde armas, municiones hasta vestigios de estructuras que quedaron en desuso. Sin embargo, es extraño encontrar oro que fue escondido de los alemanes y que por más de 80 años resultó invisible para los miles de personas que transitaron por la reserva natural de las montañas Podkrkonosí, al límite con Polonia.
Los alpinistas encontraron lo que parecía una “lata” al costado del camino, por lo que se acercaron para ver de qué se trataba y al quitar por completo el recipiente de 7 kilos se llevaron la grata sorpresa. Dentro del bote de aluminio, que estaba incrustado en un agujero en la roca, había monedas divididas en 11 columnas y envueltas en tela negra. Según estimaron, el valor de ese tesoro rondaría los 350.000 dólares, sin embargo, lo entregaron al Museo de Bohemia Oriental.
Este hallazgo se concibió como el más excepcional en la historia moderna checa, por lo que resultó de manera positiva para el patrimonio cultural nacional. Además de las 598 monedas, se encontraron 16 cajas de rapé, diez pulseras, una bolsa de alambre, un peine, una cadena y una polvera. Todo de oro.
Según dijo en un comunicado publicado por la cuenta oficial de la institución, Miroslav Novák, jefe del Departamento Arqueológico del Museo de Bohemia Oriental Králové: “Los depósitos fueron una práctica común desde los tiempos prehistóricos. En un principio, en los movimientos religiosos eran más comunes; después eran propiedades almacenadas en tiempos de incertidumbre con la intención de volver más tarde por ellas. Este hallazgo se evita por un peso inusualmente grande de metal precioso”.
La acuñación de algunas de ellas fue hecha entre 1808 y 1915; además hay otras que lo fueron en Yugoslavia, entre los años 20 y 30 del siglo XX. “Puede decirse que en el marco de los hallazgos nacionales esta composición es un conjunto muy específico, ya que la mayor parte consiste en monedas de origen francés y además de monedas de Austria-Hungría. Incluye también monedas belgas y otomanas. Por el contrario, las monedas alemanas y checoslovacas están completamente desaparecidas”, dijo Novák.
“Sabemos que las monedas estuvieron en Serbia en algún momento entre los años 1920 y 1930, pero no tenemos idea de cómo ni cuándo llegaron a Bohemia Oriental”, añadió.
Una de las teorías acerca de cómo llegó el botín de oro a ese lugar se remontaría a 1938, cuando el ejército alemán, tras órdenes de Adolf Hitler, perpetró la invasión de los llamados Sudetes o países de etnia y habla germana. Primero fue Austria y el segundo objetivo fue República Checa. Justamente las monedas habrían llegado allí en medio de la persecución nazi a los judíos o disidentes políticos. O más bien, otra especulación se refiere a la posterior llegada de los comunistas.
Por una u otra razón, las monedas y el resto del tesoro, permanece bajo la custodia del Museo de Bohemia Oriental, donde se espera que después de los diversos análisis de laboratorio puedan ser expuestas al público.