Fue mordido más de 200 veces por serpientes venenosas y se convirtió en el hombre antídoto más valorado por la ciencia
Tim Friede, ha estado fascinado por los serpientes desde que tiene memoria y solía cazar culebras durante su infancia en Wisconsin. De adulto, su obsesión se centró en los daños que pueden ocasionar las serpientes venenosas a personas de todo el mundo y así decidió dejarse morder unas 200 veces por serpientes convirtiéndose en el hombre antídoto más valorado por la ciencia. Hombre antídoto desde 2001 En 2001, tras años de preparación, Tim Friede finalmente se dejó morder por una serpiente y señala: "Mis primeras dos mordeduras fueron una locura". "Es como una picadura de abeja multiplicada por mil. Es decir, puedes tener niveles de ansiedad que se disparan". También declara que fue ingresado en la UCI tras dos mordeduras de cobras y estuvo en coma durante cuatro días, pero Friede se recuperó y con el tiempo se volvió más cuidadoso. A la fecha, ya fue mordido voluntariamente unas 200 veces por todo tipo de serpientes venenosas: mamas negras, taipanes, cobras, cascabeles y muchas otras, con la finalidad de desarrollar inmunidad ante las toxinas de estos reptiles y que su cuerpo pudiera proporcionar un camino sólido para fabricar un antídoto de amplio espectro. Tim Friede, actualmente director de herpetología de Centivax Sus mordeduras no han sido en vano, ya que en un nuevo artículo publicado en la revista Cell, los investigadores afirman haber logrado precisamente eso, un antídoto de amplio espectro gracias a los anticuerpos que desarrolló Friede durante casi un cuarto de siglo de autoenvenenamiento. Cada año las mordeduras de serpientes venenosas matan a decenas de miles de personas en todo el mundo y dejan incapacitadas permanentemente a cientos de miles más, según la OMS. Ya que en muchos casos se pierde una extremidad o la función de la misma, o las personas mordidas deben someterse a cirugías completas con injertos de piel y demás. En Vitónica Comer un poco cada día de aquello que te provoca alergia puede ser la clave para superar la misma, según un nuevo estudio Antídoto universal o de amplio espectro Durante años, los antídotos se han basado en anticuerpos generados por animales como los caballos, a los cuales se les inyectaba repetidamente pequeñas dosis del veneno. Sin embargo, hay una gran variedad venenos dependiendo de la serpiente que muerde. En algunos casos pueden producir neurotoxinas que ocasionan parálisis cerebral, otros pueden impedir controlar las vías respiratorias y provocar asfixia, y en algunos otros casos pueden dañar la sangre y provocar que no coagule o que se formen coágulos con demasiada facilidad. Por todo esto, la creación de un antídoto universal o de amplio espectro ha sido, y continúa siendo, todo un reto para la ciencia. En este sentido, la sangre de Friede resulta un gran atractivo para los científicos que han buscado durante años los anticuerpos humanos de quién ha sido expuesto repetidas veces a muchos venenos de serpientes distintos. Jacob Glanville, SEO de Centivax, busco a Friede y analizó su sangre en busca de memoria inmunitaria, así encontró entre los numerosos anticuerpos aquellos que neutralizaban las toxinas de múltiples serpientes. Según el científico, se encontraron dos anticuerpos de amplio espectro que fueron probados en roedores y se combinaron con una molécula llamada varespladib cuya eficacia contra algunos venenos ya había sido demostrada, para lograr un antídoto que protege contra muchos venenos de serpientes diferentes, de todas partes del mundo. Aunque aún se necesita enfrentar muchos desafíos y realizar ensayos humanos para lograr un antídoto universal contra las mordeduras de serpientes, los hallazgos y pasos dados hasta el momento son verdaderamente sólidos gracias a este hombre antídoto que se ha dejado morder unas 200 veces por serpientes diversas y venenosas, y así ha conseguido anticuerpos suficientes como para ser muy valorado por la ciencia. En Xataca Ciencia | Las cinco serpientes más venenosas del mundo Imagen | @dedalo.multimedia, Centivax y Anna - La noticia Fue mordido más de 200 veces por serpientes venenosas y se convirtió en el hombre antídoto más valorado por la ciencia fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .

Tim Friede, ha estado fascinado por los serpientes desde que tiene memoria y solía cazar culebras durante su infancia en Wisconsin. De adulto, su obsesión se centró en los daños que pueden ocasionar las serpientes venenosas a personas de todo el mundo y así decidió dejarse morder unas 200 veces por serpientes convirtiéndose en el hombre antídoto más valorado por la ciencia.
Hombre antídoto desde 2001
En 2001, tras años de preparación, Tim Friede finalmente se dejó morder por una serpiente y señala: "Mis primeras dos mordeduras fueron una locura". "Es como una picadura de abeja multiplicada por mil. Es decir, puedes tener niveles de ansiedad que se disparan".
También declara que fue ingresado en la UCI tras dos mordeduras de cobras y estuvo en coma durante cuatro días, pero Friede se recuperó y con el tiempo se volvió más cuidadoso.
A la fecha, ya fue mordido voluntariamente unas 200 veces por todo tipo de serpientes venenosas: mamas negras, taipanes, cobras, cascabeles y muchas otras, con la finalidad de desarrollar inmunidad ante las toxinas de estos reptiles y que su cuerpo pudiera proporcionar un camino sólido para fabricar un antídoto de amplio espectro.

Sus mordeduras no han sido en vano, ya que en un nuevo artículo publicado en la revista Cell, los investigadores afirman haber logrado precisamente eso, un antídoto de amplio espectro gracias a los anticuerpos que desarrolló Friede durante casi un cuarto de siglo de autoenvenenamiento.
Cada año las mordeduras de serpientes venenosas matan a decenas de miles de personas en todo el mundo y dejan incapacitadas permanentemente a cientos de miles más, según la OMS. Ya que en muchos casos se pierde una extremidad o la función de la misma, o las personas mordidas deben someterse a cirugías completas con injertos de piel y demás.
Antídoto universal o de amplio espectro
Durante años, los antídotos se han basado en anticuerpos generados por animales como los caballos, a los cuales se les inyectaba repetidamente pequeñas dosis del veneno. Sin embargo, hay una gran variedad venenos dependiendo de la serpiente que muerde. En algunos casos pueden producir neurotoxinas que ocasionan parálisis cerebral, otros pueden impedir controlar las vías respiratorias y provocar asfixia, y en algunos otros casos pueden dañar la sangre y provocar que no coagule o que se formen coágulos con demasiada facilidad.
Por todo esto, la creación de un antídoto universal o de amplio espectro ha sido, y continúa siendo, todo un reto para la ciencia.
En este sentido, la sangre de Friede resulta un gran atractivo para los científicos que han buscado durante años los anticuerpos humanos de quién ha sido expuesto repetidas veces a muchos venenos de serpientes distintos.

Jacob Glanville, SEO de Centivax, busco a Friede y analizó su sangre en busca de memoria inmunitaria, así encontró entre los numerosos anticuerpos aquellos que neutralizaban las toxinas de múltiples serpientes.
Según el científico, se encontraron dos anticuerpos de amplio espectro que fueron probados en roedores y se combinaron con una molécula llamada varespladib cuya eficacia contra algunos venenos ya había sido demostrada, para lograr un antídoto que protege contra muchos venenos de serpientes diferentes, de todas partes del mundo.
Aunque aún se necesita enfrentar muchos desafíos y realizar ensayos humanos para lograr un antídoto universal contra las mordeduras de serpientes, los hallazgos y pasos dados hasta el momento son verdaderamente sólidos gracias a este hombre antídoto que se ha dejado morder unas 200 veces por serpientes diversas y venenosas, y así ha conseguido anticuerpos suficientes como para ser muy valorado por la ciencia.
En Xataca Ciencia | Las cinco serpientes más venenosas del mundo
Imagen | @dedalo.multimedia, Centivax y Anna
-
La noticia
Fue mordido más de 200 veces por serpientes venenosas y se convirtió en el hombre antídoto más valorado por la ciencia
fue publicada originalmente en
Vitónica
por
Gabriela Gottau
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