Otro partidazo. Pero esta vez salió cruz. El resultado no es bueno. Por juego, debió ser mejor, pero pudo ser peor. Otro 3-3 en casa ante el
Inter, como dos años atrás, pero esta vez servía para poner un pie en la final de la
Champions y el equipo hizo tres cosas mal: recibir un gol en el minuto de silencio y encajar dos goles más de saque de esquina, en los dos primeros córners que botó el conjunto italiano. Estábamos advertidos. El
Inter eliminó al
Bayern por los dos goles de saque de esquina cuando estaban contra las cuerdas. Ayer fue
Dumfries quien se impuso por alto para marcar el 0-2 y el 2-3. Y por ello, y por la asistencia del primer gol, y por la autopista que encontró por la derecha, le dieron el premio de
MVP del encuentro.
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