‘Eramos muy buenos amigos’: Así se despidió la primera persona trans que conoció al Papa Francisco

La muerte del Papa Francisco hizo eco en gran parte del mundo occidental y pese a que el 98% de las personas del mundo solo lo vieron en imágenes, pantallas y los de mayor suerte en una ceremonia religiosa, muy pocas personas fuera de la religión tuvieron la oportunidad de ser amigos del pontífice. Esta es la historia de Diego Neria Lejárraga, quien en 2015 se convirtió en la primera persona transexual en ser recibida por un papa y hasta afirmó que “éramos muy buenos amigos”.

Diego se sometió en 2007 a una reasignación de sexo; sin embargo, su historia con el Papa Francisco inicia en 2015, luego que el párroco de Plasencia, donde es originario Neria, le dijera que ardería en el infierno por ser una hija del diablo. Debido a este ataque es que decidió escribirle una carta al pontífice para externar su dolor.

El Papa Francisco y su cercanía con Diego Neria

Tras un par de meses luego de escribir la carta al Papa Francisco, Diego recibió una llamada de nada más y nada menos que el propio pontífice; sin embargo, Neria no creyó que se tratara de él hasta que comenzó a recitar las palabras que envió previamente. Todo esto era solo el inicio de su relación que llegó a su punto más alto tan solo unas semanas más tarde cuando Jorge Mario Bergoglio le recibió junto su pareja en el Vaticano para platicar por al menos 90 minutos. Así, inició la amistad.

“Éramos muy buenos amigos. Ya no es que me recibiera. Es que teníamos una amistad muy bonita. Yo siempre he estado callado con esto, pero yo no perdí contacto con él. A mí me recibió y me salvó la vida espiritualmente”, declaró Diego.

Asimismo, aseguró que le debe su vida espiritual al Papa Francisco. Por ello, ahora ante la noticia de la muerte del pontífice, Diego expresó que “es como si se hubiese ido, no voy a decir un padre de forma literal, pero para mí se ha ido alguien muy importante. Y además muy, muy querido”.

Respecto a su experiencia de conocerlo, Diego Neria contó que el Papa Francisco era un hombre que no se sentía endiosado. Llevaba su cruz de plata y zapatos negros con humildad. Asimismo, afirmó que el pontífice le llenó de tranquilidad emocional y espiritual en un momento en donde la religión misma lo hizo sentir como “un apestado por el simple hecho de ser transexual”.

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“Qué forma de proteger y de abrazar a quien lo necesitaba y de estar al lado, que era lo que quería de la gente humilde. Porque el resto del mundo, los ricos, como les decía, los ricos no lo necesitan tanto. Con un abrazo logró disipar todo el dolor. Una institución que él capitaneaba y a la que ha querido, sin ninguna duda, abrir puertas y dejar que entre el aire fresco y ha hecho lo que le han dejado”, expresó del Papa Francisco.

Diego Neria reveló que con el paso de los años mantuvieron el contacto, incluso afirmó que tras regresar de su visita al Vaticano volvió a comulgar en la iglesia. Desde entonces y para siempre, Lejárraga siempre consideró que el pontífice pudo convertirse en más que una figura religiosa, sino en alguien “revolucionario” que pudo cambiar el mundo.

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