Gerard Martín fue elegido MVP de la remontada agónica en
Valladolid. Su pase de gol a Fermín significaba media Liga. Todos los analistas dedujeron que, al haber disputado 90 minutos en el Zorrilla, el canterano sería suplente en el
Milán y su puesto en la banda lo ocuparía Iñigo. Pero
Flick hizo lo lógico. Meter al único lateral puro que tenía, dejar a Iñigo sobre Lautaro (el duelo de los Martínez) y no sentar al jugador que venía de obtener su primer MVP como profesional. Y la apuesta le salió redonda al entrenador alemán porque Gerard fue vital en la remontada. Dio el pase de gol a
Eric Garcia, dio también la asistencia a Olmo y, entre uno y otro, regaló la ocasión más clara de la noche para que Eric remachara el tanto. Pero ahí
Sommer hizo la mejor parada de la Champions y frustró el ‘hat-trick’ de asistencias de Gerard Martín.
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