El mayor accionista de Celulosa redujo su participación en la empresa para inyectar fondos en la compañía
El Grupo Tapebicuá, controlado por Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado, informó que vendió acciones de Celulosa en el mercado con el fin de inyectar fondos a la sociedad. El principal fabricante de papel del país enfrenta un momento crítico y ya evalúa la potencial incorporación de nuevos socios

El Grupo Tapebicuá, uno de los mayores aserraderos del país con base en Gobernador Virasoro y principal accionista de Celulosa Argentina, informó que vendió títulos de la mayor productora de papel del país con el objetivo de inyectar fondos en la sociedad.
Celulosa está atravesando una compleja crisis financiera desde mediados de 2024, caracterizada por un contexto macroeconómico difícil, a lo que se sumaron también factores externos de la industria que afectaron su desempeño. Si bien el grupo redujo su participación accionaria en la compañía, los dueños aclararon que se trata de una medida "transitoria".
Según informó Celulosa este lunes en un comunicado que envió la Comisión Nacional de Valores (CNV), tanto el empresario estadounidense Douglas Albretch, como los ejecutivos locales José Urtubey (hermano del ex gobernador de Salta) y Juan Collado, redujeron su participación directa e indirecta al 45,79% del capital de la sociedad.
"Esta reducción de la participación se produjo como resultado de la venta de acciones en el mercado por parte de Tapebicuá Investment Company con el fin de inyectar fondos a la sociedad", indicó el escrito.
Sin embargo, el comunicado aclaró que, en el caso de que el grupo y sus afiliadas capitalizaran sus créditos contra la sociedad, -es decir, si convirtieran en acciones los préstamos que le hicieron a la compañía-, volverían a tener un porcentaje de participación mayor, por lo cual "esta circunstancia podría ser transitoria".
Además, recalcó que ningún otro accionista tiene el 5% del capital social, de manera que Albrecht, Urtubey y Collado seguirán siendo los controlantes de Celulosa.
Hace poco menos de un mes, Celulosa había informado también al regulador del mercado local que, contrataría a un asesor financiero para reestructurar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios.
La mayor productora de papel del país solicitó los servicios de VALO Columbus, la consultora en mercado de capitales que se fusionó el año pasado con el Banco de Valores. Se trata de la firma que asesoró a los bancos internacionales acreedores de Vicentin y, actualmente, está trabajando con Surcos, la fabricante de agroquímicos que detonó los defaults que hubo en el campo.
De acuerdo con los datos de la calificadora Fix, que bajó la nota de Celulosa a B (corto plazo) y BB- con Rating Wath Negativo (largo plazo), Celulosa asentó a noviembre de 2024 una deuda consolidada de u$s 164 millones, u$s 50 millones más que un año antes y con el 56% de los compromisos con vencimiento a corto plazo. El 35% del pasivo son ON, el 24% préstamos del Rabobank, el 9% créditos con compañías relacionadas y el 32% con instituciones financieras, lo que incluye pagarés bursátiles y cheques propios.
Entre abril y junio, Celulosa debe afrontar u$s 25 millones, entre pagarés bursátiles, cheques propios y obligaciones negociables. "Estos compromisos superan los niveles de la caja y las líneas bancarias disponibles, así como la capacidad de generación de flujos", describió la calificadora, en su informe fechado el 3 de abril. "En lo transcurrido de 2025, logró colocar pagarés bursátiles y cheques en el mercado como única fuente de financiación disponible, lo que expone a la compañía a un elevado riesgo de refinanciación", subrayó.
En febrero de 2025, Tapebicuá ya había anunciado la aprobación de un préstamo de u$s 5 millones para mejorar la estructura de vencimientos de corto plazo y proporcionar liquidez a Celulosa. "Dicho préstamo será capitalizado en el próximo aumento de capital", apuntó.
Celulosa se enfrenta a dificultades financieras desde septiembre del año pasado, cuando, como consecuencia de la caída de ventas y la pérdida de competitividad, decidió cerrar el aserradero de pino que tenía en la localidad correntina de Garruchos, a la vez que despidió a sus 70 empleados.
De acuerdo con su último balance, Celulosa Argentina tuvo ingresos por $ 323.996 millones, un 1% menos que los $ 328.833 millones que consiguió en el ejercicio anterior. Además, informó ganancias por $ 309,9 millones, muy por debajo de las registradas durante el balance previo, de $ 33.689,5 millones.
Esta situación fue consecuencia, principalmente, de "una pérdida por diferencia de cambio neta resultante de la importante devaluación del peso durante diciembre 2023, en contraste a una ganancia por el mismo concepto, en el ejercicio anterior; una menor ganancia por resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda y mayores egresos financieros", aseguró la compañía.