El desgarrador llanto de los jugadores del Barça al ser eliminados
El Inter de Milán, con menos foco mediático del que seguramente merecen, rebajó la temperatura del partido en la prórroga y el Barça se quedó sin oxígeno. Resulta curioso que quede en vano una actuación individual como la de Lamine Yamal a lo largo de toda la eliminatoria. Sommer se encargó de negarle todo lo … Continuar leyendo "El desgarrador llanto de los jugadores del Barça al ser eliminados"

El Inter de Milán, con menos foco mediático del que seguramente merecen, rebajó la temperatura del partido en la prórroga y el Barça se quedó sin oxígeno. Resulta curioso que quede en vano una actuación individual como la de Lamine Yamal a lo largo de toda la eliminatoria. Sommer se encargó de negarle todo lo que intentó. El meta fue elegido mejor jugador del partido.
Los de Inzaghi, un señor equipo, despertó del sueño a la pléyade de juveniles del Barça que murieron en la orilla. Los italianos, más adultos, con más experiencia y mas sincronizados después de cuatro años alimentando el proyecto nerazzurri, se llevaron el intercambio de golpes después de reflejar la virtud que le faltó a los azulgranas: oficio. Se pusieron por delante en la prórroga y punch, que dice la generación Z.
No se jugó nada. La condena del Barcelona debió haber sido lo que sellara el pasaporte a Múnich cuando en el tiempo añadido del partido marchaban con ventaja. Pero eso es algo que se aprende así, a base de este tipo de sinsabores. Los Lamine Yamal, Gerard Martín, Fermín, Héctor Fort, Gavi, Pedri y compañía se llevan una valiosa lección del barrio de San Siro. Al acabar el partido se vio que han empezado el proceso de aprendizaje.