El acertijo del crédito en México

La Asociación de Bancos de México y la Secretaría de Hacienda firmarán un acuerdo para fomentar el financiamiento dirigido a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

May 8, 2025 - 11:34
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El acertijo del crédito en México

Esta noche, en el marco de la Convención Bancaria, la Asociación de Bancos de México y la Secretaría de Hacienda firmarán un acuerdo para fomentar el financiamiento dirigido a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

¿Será este evento un simple acto protocolario o realmente marcará un cambio en el comportamiento del crédito hacia este sector empresarial?

El crédito bancario destinado a empresas en México, en contraste con los créditos de consumo y vivienda, ha mostrado un crecimiento limitado en la última década, representando menos del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Dentro de ese escaso margen, el crédito específico para las Mipymes es aún menor, estimándose en apenas un 1.7 por ciento del PIB. Esto es alarmante, dado que las Mipymes constituyen aproximadamente el 99 por ciento de los establecimientos en México y generan el 78 por ciento del empleo formal.

A pesar de que el crédito de la banca comercial al sector privado alcanza casi un 40 por ciento del PIB en México, sigue siendo bajo comparado con países de ingreso similar. En Brasil y Chile, por ejemplo, este indicador representa el 74 por ciento y el 109 por ciento, respectivamente. La brecha se explica en gran parte por la insuficiente disponibilidad de crédito empresarial en nuestro país.

¿Cuáles son los factores que más han limitado el crédito, especialmente para las Mipymes?

Aquí se presentan algunos de los aspectos principales:

· Falta de garantías e historial crediticio: muchas Mipymes no cuentan con activos suficientes para ser utilizados como garantía, ni con un historial crediticio sólido, lo que incrementa el riesgo percibido por las instituciones financieras.

· Altos costos financieros: en México, el margen financiero promedio del crédito a Mipymes es de 8.34 puntos, implicando tasas nominales superiores al 17 por ciento, debido a los niveles actuales de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE).

· Procesos burocráticos complejos: los trámites para acceder a financiamiento son usualmente complicados y exigen abundante documentación, desmotivando a muchas empresas a solicitar crédito.

· Carencia de educación financiera: numerosas Mipymes carecen de la capacitación necesaria para administrar correctamente sus finanzas, limitando su capacidad para obtener y manejar créditos.

· Alta informalidad: la prevalencia de informalidad, especialmente en micro y pequeñas empresas, excluye a estos negocios del acceso al crédito bancario tradicional.

Esta falta de financiamiento adecuado impacta negativamente la supervivencia y el crecimiento de las Mipymes. Se estima que entre 2019 y 2023, alrededor de 1.4 millones de empresas cerraron en México, principalmente por falta de capital para operar y expandirse, más allá de los efectos de la pandemia.

Para que el acuerdo de esta noche supere la simple fotografía ceremonial y produzca efectos tangibles, debería abordar al menos las siguientes acciones concretas:

· Fortalecer garantías: implementar fondos de garantía respaldados por el gobierno o la banca de desarrollo para disminuir el riesgo percibido por los bancos.

· Simplificar procesos crediticios: reducir la burocracia y facilitar los requisitos para acceder al financiamiento, involucrando tanto a instituciones bancarias como a reguladores.

· Fomentar educación financiera: desarrollar programas específicos que capaciten a las Mipymes en una gestión financiera eficaz y en la comprensión de los productos crediticios.

· Promover competencia en el sector financiero: impulsar la participación de nuevas instituciones financieras y soluciones tecnológicas adaptadas a las necesidades de las Mipymes, tarea en la que los reguladores también tienen un rol clave.

· Incentivar la formalización: aplicar políticas públicas que motiven a las empresas informales a integrarse formalmente, facilitando su acceso al sistema financiero.

Esperemos que, más allá del compromiso político, exista una determinación genuina por parte de bancos y sector público para implementar estos cambios esenciales.

De lo contrario, solo tendremos nuevamente una fotografía para el recuerdo y nada más.