Descubrimiento sin precedentes: encuentran un altar milenario con los restos de tres menores que fueron ofrendados
La historia cambia por completo con este nuevo hallazgo en Guatemala que demuestra el contacto entre dos culturas.

Esta semana se anunció un descubrimiento que une las culturas maya y teotihuacana, cambiando la historia de los pueblos originarios en Guatemala, tal como se la conocía. El hallazgo ocurrió en el Parque Nacional Tikal, donde se encontraron los restos de tres menores y un altar que pareciera ser de sacrificios permanecía oculto.
Lorena Paíz fue la arqueóloga a cargo de la investigación y contó que "se encontraron en tres lados del altar los restos de tres niños que no pasaban de cuatro años". Durante más de un año y medio se realizaron excavaciones para lograr desenterrar la totalidad del edificio.
La estructura tiene un metro de altura y no más de dos metros de ancho, cubierto en su totalidad por piedra caliza. Y, además de representar un nuevo hallazgo, refuerza algunas teorías sobre lo que se pensaba de este sitio histórico.
Un altar de sacrificios: la evidencia del contacto entre dos culturas ancestrales
Edwin Román, director del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal, explicó que este altar de sacrificio es "una evidencia que confirma la interacción sociopolítica y cultural entre los mayas de Tikal y las élites de Teotihuacán", en un periodo estimado entre los años 300 y 500 d.C.
Además, esta edificación refuerza la idea de que Tikal fue en aquel entonces un centro cosmopolita, donde podían ir visitantes de otras culturas. "Había una interconexión con ambas culturas y cómo era su relación con sus dioses y los astros", explica María Belén Méndez, arqueóloga independiente al proyecto.
El sacrificio representaba entonces una práctica religiosa poderosa, la forma de conectar con los dioses. En este caso se trataba de la Diosa de la Tormenta, una deidad que ya había sido documentada.
¿Quiénes fueron los teotihuacanos?
Lorena Paíz explicó quiénes fueron los constructores de esta estructura: "Los teotihuacanos eran mercaderes que viajaban por todo el país (Guatemala); los complejos residenciales en Teotihuacán eran casas con habitaciones y en el medio altares, así es la residencia que se encontró, con un altar con la figura que representa la Diosa de la Tormenta".
Este descubrimiento, a pesar de ser histórico, quedará al resguardo, sin acceso al público ni exhibición turística. Así, los arqueólogos buscan cuidar la integridad física del lugar y evitar alteraciones en el sitio.