Cómo hacer compost en la casa y para qué sirve
Esta práctica permite potenciar los suelos de macetas y jardines, a la vez que reduce la basura al aprovechar los residuos orgánicos

Muchas personas que quieren impulsar el crecimiento de sus jardines se preguntan cómo hacer compost en casa y para qué sirve.
El compostaje es una práctica ecológica y sostenible que permite transformar los residuos orgánicos en abono natural. A través de este proceso, no solo es posible reducir la cantidad de basura que se genera, sino también mejorar la calidad del suelo y contribuir a un medioambiente más saludable.
A continuación, algunas recomendaciones especiales sobre cómo hacer compost en la casa y para qué sirve.
¿Qué es el compost y para qué sirve?
El compost es un fertilizante natural resultante de la descomposición de residuos orgánicos como restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo y posos de café.
Este material mejora la estructura del suelo, aumenta su capacidad de retención de agua y aporta nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Entre sus beneficios se incluyen:
- Reducir la cantidad de residuos que van a los vertederos.
- Mejorar la fertilidad del suelo sin necesidad de productos químicos.
- Favorecer el crecimiento de microorganismos beneficiosos.
- Disminuir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Es una opción económica y fácil de implementar en el hogar.
¿Cómo hacer compost en casa?
Existen diversas formas de hacer compost, pero hay un método sencillo que puede realizarse en el hogar, ya sea en un jardín o en un pequeño espacio dentro de cualquier vivienda.
Elegir el recipiente adecuado
En entornos urbanos o espacios reducidos es necesario un contenedor o compostera que sirva para favorecer el proceso de biodegradación.
Se puede comprar una compostera comercial o fabricar una con un balde o caja de madera con orificios para la ventilación. Si se tiene un jardín, también se puede hacer una pila de compost directamente sobre el suelo.
Seleccionar los materiales adecuados
Para un compost equilibrado, es importante mezclar materiales verdes y marrones:
- Materiales verdes (ricos en nitrógeno): restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, posos de café, restos de plantas y césped recién cortado.
- Materiales marrones (ricos en carbono): hojas secas, ramas pequeñas, cartón sin tinta, papel de cocina sin grasas y aserrín.
- Evitar incluir carne, lácteos, aceites y restos de comida cocida, dado que pueden generar malos olores y atraer plagas.
Hacer el compost
Alternar capas de materiales verdes y marrones dentro del contenedor.
Mantener una buena proporción, idealmente 2 partes de materiales marrones por 1 parte de materiales verdes.
Asimismo, es recomendable agregar tierra o compost maduro para acelerar el proceso de descomposición.
Mantener la humedad y la ventilación
El compost necesita humedad y oxígeno para descomponerse adecuadamente.
Es recomendable revolver la mezcla cada semana para airearla y asegurarse de que todos los materiales se descompongan de manera uniforme.
Si el compost está muy seco, hay que rociarlo con un poco de agua. Si está demasiado húmedo y huele mal, agregar más materiales marrones.
Esperar el tiempo de maduración y utilizarlo
Dependiendo de las condiciones -el verano acelera la producción-, el compost puede tardar entre 2 y 6 meses en estar listo.
Para saber si está maduro, hay que mirar el color. Debe ser oscuro, de textura suelta y olor a tierra húmeda.
Una vez que el compost esté listo, puede ser utilizado para enriquecer la tierra del jardín, macetas o huerta. También se puede mezclar con el suelo para mejorar la calidad de las plantas de interior.
Consejos adicionales para un compost exitoso
- Evitar el exceso de humedad: un compost muy húmedo puede generar malos olores. Agregar materiales secos como hojas o papel ayuda a equilibrarlo.
- Picar los residuos: cortar los restos en trozos pequeños acelera su descomposición.
- Ubicar la compostera en un lugar adecuado: si está en exteriores, colócala en una zona con sombra parcial para evitar que se seque rápidamente.
- Observar y ajustar: si el compost huele mal, está demasiado húmedo o no se descompone bien, ajusta la proporción de materiales verdes y marrones o revuélvelo más seguido.

Hacer compost en casa es una práctica sencilla y beneficiosa que permite reducir residuos, mejorar el suelo y cuidar el medioambiente. Con pocos recursos y un mínimo esfuerzo, es posible transformar los desechos orgánicos en un valioso fertilizante natural.