Cardenal Gerhard Müller: “Francisco ha creado confusión y hay que poner orden”

Antes del cónclave, el influyente sacerdote alemán se define como ortodoxo antes que como alemán, y niega haber sido el mayor crítico del papa argentino

May 3, 2025 - 15:50
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Cardenal Gerhard Müller: “Francisco ha creado confusión y hay que poner orden”

ROMA.- Aunque fue uno de los máximos detractores del pontificado del papa Francisco, el cardenal alemán conservador Gerhard Müller dice que no es verdad.

Müller, que fue creado cardenal por Francisco en 2014, desde que debió dejar su cargo de prefecto de la CDF en 2017 porque no le renovó el mandato, se quedó en Roma sin otra función relevante, en el mismo departamento en el que vivó durante 20 años Joseph Ratzinger, lleno de libros de todo tipo e idiomas y dedicándose a dar conferencias por el mundo.

Cuando recibe a LA NACION para una entrevista en un salón de ese departamento con vista al Vaticano, es amabilísimo. Teólogo de 77 años, alto y corpulento, recuerda con afecto al papa Francisco: cuenta que le envió una carta de mucha proximidad cuando en 2018 se murió su hermano en un accidente horrible.Francisco con el cardenal Müller en 2014

Pero a la hora de las preguntas, dice claramente que espera que su sucesor sea distinto y que deshaga mucha de sus reformas (por ejemplo, de la curia). Desde hace años muy crítico del sínodo, que considera que debe ser una asamblea sólo para obispos, el cardenal alemán, que no es considerado papabile, dice que no hay figuras de gran relevancia entre los cardenales electores. De todos modos, es sabido que desde hace años se está moviendo para que salga un sucesor del ala conservadora: es necesario “un papa ortodoxo”, porque el papa Francisco “ha creado confusión y hay que poner orden”.

-¿Qué clima se respira en las congregaciones generales, las reuniones preparatorias del cónclave?

-Hay un buen clima. Algunos hablan de continuidad con el pontificado de Francisco, y eso es algo normal. Un papa no puede llevar a cabo una ruptura. En términos teológicos, el papa es siempre el sucesor del precedente, y cada papa es el sucesor de Pedro. Jesús dijo “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia” y esa es la base que une a todos los fieles, a todos los obispos.Gerhard Muller

-Usted ha sido muy crítico con el papa Francisco. ¿Qué no le gustaba de él?

-Siempre se ha dicho que he sido crítico con el papa Francisco, pero eso no es verdad.

-¿Ah, no?

-No. Lo que hay es que distinguir entre la misión y el oficio del papa. Yo he escrito varios libros, algunos por deseo del papa Francisco, quien por ejemplo me pidió escribir un libro sobre el agnosticismo moderno después de declarar doctor de la Iglesia a san Ireneo de Lyon, el gran autor contra el agnosticismo antiguo. Todos dicen que Francisco ha sido un papa comprometido con los pobres. Pero la caridad es una función fundamental de la Iglesia. El papa Francisco también estaba interesado en la teología y, por ejemplo, siempre decía que se había hecho una mala interpretación de la Teología de la Liberación. Decía que la Teología de la Liberación no habla de dimensión social, sino que es una teología que habla de Dios. No podemos dar a los pobres solo pan, también tenemos que dar a los pobres y a todos los hombres el pan de la eucaristía, el amor de dios, la fe de dios.Gerhard Muller

-¿Cuál es el recuerdo personal de Francisco qué más le ha llegado al corazón?

-En 2018 mi hermano tuvo un accidente laboral muy grave, se quemó vivo y murió. El papa estuvo muy próximo a mí y me mandó una carta. Me sentí también muy próximo a Francisco cuando hablábamos sobre Gustavo Gutiérrez (teólogo peruano, uno de los ‘padres’ de la Teología de la Liberación), con quien he escrito tres libros. Uno de ellos lleva por título ‘Iglesia pobre para los pobres’ y el papa Francisco escribió el prefacio. Francisco estaba totalmente integrado en la teología de la Iglesia. Me recibió tres veces en Santa Marta para superar las dudas que me habían surgido respecto a la ortodoxia de su teología. Algunos dicen que la Teología de la Liberación supone la introducción del marxismo en la Iglesia, pero eso no es verdad. Tal y como decía Gustavo Gutiérrez, nosotros no hacemos sociología política, nosotros hacemos teología, hablamos de Dios, pero ¿cómo podemos hablar del amor de Dios a todos los hombres sin ayudar a los que sufren, a las madres que no tienen nada que dar de comer a sus hijos, a las personas que viven en condiciones penosas sin acceso a la educación o la sanidad?

-Usted hablaba de continuidad entre todos los pontificados. Pero Francisco ha protagonizado algunas rupturas en relación con su predecesor, Benedicto XVI. Pienso por ejemplo en la apertura de Francisco con el Islam…

-No puede haber una ruptura en la doctrina de la Iglesia, ningún papa puede cambiar la doctrina. La doctrina de la Iglesia tiene como base las revelaciones de Dios Jesucristo.El cardenal Gerhard Ludwig Müller, al llegar a una reunión en el Vaticano (AP Photo/Markus Schreiber)

-¿Francisco ha protagonizado entonces una ruptura en las formas?

-Sí, en las formas, en el estilo, en su orientación más pastoral. Pero insisto: no se puede decir que los papas anteriores no estuvieran interesados en los pobres. León XIII, Juan Pablo II, Pablo XVI o Benedicto XVI también lo estuvieron, en el caso de Benedicto XVI pienso en su encíclica ‘Deus caritas est’, en la que decía que la caridad no es algo lateral, sino que está en el centro de la Iglesia porque representa el amor de Dios hacia los otros. Para los medios de comunicación es muy cómodo trabajar sobre el supuesto dualismo entre Francisco y Benedicto XVI. Ratzinger era profesor de teología y el papa Francisco tenía otro background, otra orientación, una mentalidad latinoamericana, que es distinta de la alemana. Pero la Iglesia siempre ha estado abierta a las personas con situaciones problemáticas, a los divorciados, incluso a las personas con tendencias homosexuales. En la Iglesia estamos interesados en todos los hombres, también en los pecadores. Pero otra cosa es la ideología que hay detrás de estos movimientos.

-¿A qué ideología se refiere?

-A la ideología LGTB, que está contra el matrimonio entre un hombre y una mujer cuando, después de la creación, Jesús elevó el matrimonio entre un hombre y una mujer a la categoría de sacramento, así que no hay alternativa al respecto. Dios quiere que todos los hombres se salven, que todos los hombres lleguen a conocer la verdad de Cristo. Pero a veces el papa Francisco, que tenía buen corazón, ha podido dar una impresión errónea al tratar de que nadie se sintiera excluido. El papa Francisco, por ejemplo, siempre ha condenado el aborto, pero también ha dicho que las personas que cometían ese pecado tenían la posibilidad de volver a la Iglesia y de ser perdonadas. El Pppa Francisco jamás ha dicho que el aborto no fuera un pecado grave, porque el aborto implica matar a un ser humano.

-¿Usted considera, como Francisco, que la Iglesia debe de ser inclusiva?

-Sí, la Iglesia debe ser inclusiva. Todos somos pecadores, todos necesitamos una conversión. Pero convertirse no significa obedecer a un reglamento sino cumplir la voluntad de Dios. Los mandamientos no son un reglamento como el que puede haber en un cuartel de soldados, Dios no es un general ni un militar, Dios nos ama.

-¿Se está discutiendo de estos asuntos en las reuniones pre-cónclave?

-No, no estamos discutiendo de estas cosas, de lo que discutimos generalmente es de la situación actual de la humanidad y del neo-ateísmo, de Richard Dawkins y compañía, de este agnosticismo, de esta idea de autocreación, de globalismo, de estos supermillonarios que quieren salvar el mundo según sus propias ideas, que son una pequeña élite y consideran al resto una masa. Esos son los grandes desafíos de la Iglesia. La Iglesia debe reconciliar a todos estos grupos. La Iglesia es el sacramento de la unidad íntima con Dios, pero también el sacramento de unidad de la humanidad, y por eso el papado tiene autoridad moral. El papa Francisco ha sido la única autoridad moral que había en el mundo, tenía la autoridad moral que ni Putin, ni Trump, ni Xi Jinping ni ningún líder del mundo tiene, solo la tiene el papa. La fe que representa el papa hace que sea un punto de referencia.

-¿Usted ve entonces el pontificado como una fuerza de unidad?

-Nuestra misión eclesiástica es representar la fe en la unidad de la Iglesia, pero también respecto al Islam y otras religiones y respecto a los políticos. La Iglesia, representada por el papa, tiene la misión de unificar a los pueblos y de superar las guerras, de superar este egoísmo colectivo que existe en el mundo.

-¿Qué cualidades debería de tener el nuevo papa?

-El papa debe representar la unidad, la verdad de la fe. La autoridad del papa en la Iglesia católica es una autoridad formal, no material. La autoridad material son las sagradas escrituras, la tradición, las decisiones de los concilios precedentes o los pronunciamientos ex cathedra del papa (cuando el papa sienta doctrina, ya que se considera que es infalible). Pero Francisco no ha tomado ninguna decisión ex cathedra.

-Francisco decidió que pudiera haber laicos o mujeres al frente de los dicasterios vaticanos. Hemos visto por ejemplo a Simona Brambilla como Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. ¿El próximo papa podría revertir esa decisión y dar marcha atrás?

-En todo lo que se refiere a derecho eclesiástico el papa puede hacer cambios, lo que no puede cambiar es el derecho divino. Pero el papa sí que puede cambiar cosas relativas al Estado del Vaticano, porque eso no forma parte de la Iglesia. Los dicasterios son el equivalente vaticano a ministerios, y el papa puede poner al frente de estos dicasterios a quien quiera. Pero cuando hablamos del presidente de una congregación de la curia romana, un organismo que es eclesiástico y no civil, ahí el jefe claramente debe de ser un cardenal. Pero no hay que pensar en términos de avance o retroceso.

-Usted ha sido muy contrario al sínodo. ¿Por qué?

-Todos los cardenales están de acuerdo en que hay que aclarar los conceptos. Un sínodo de obispos forma parte del magisterio de la Iglesia. Es posible institucionalizar una forma de cooperación entre todos los miembros de la Iglesia sobre la base del sacerdocio común de todos los fieles, los sacerdotes pueden realizar asambleas sinodales de fieles de regiones o de la Iglesia universal. Pero decir sínodo es un concepto vago. ¿Qué es un sínodo? ¿Un sínodo de sólo obispos? Tomando ideas que ya estaban en el Concilio Vaticano II, Francisco ha decidido establecer el grupo C9 (un grupo de 9 cardenales que ayudaban al papa en el gobierno de la Iglesia).

-¿Y cree que ese grupo C9 debe de continuar existiendo en el próximo pontificado?

-Se puede discutir. Muchos consideran que habría sido importante que el papa Francisco hubiera reunido al colegio cardenalicio al menos una vez al año, en diez años solo nos hemos reunido una vez. El jefe de la Iglesia romana, el papa, no es una persona aislada, es el jefe de la Iglesia universal y de la Iglesia romana, y el colegio cardenalicio representa a la Iglesia romana. El papa siempre necesita ayuda, el papa es una sola persona, y no puede saber de todo. Por eso, antes de tomar una decisión que afecta a toda la Iglesia es muy importante que escuche antes a los representantes de la Iglesia romana , que son los cardenales.

-Dicen que uno de los grandes problemas de las reuniones pre-cónclave que se están celebrando es que muchos cardenales no se conocen entre sí…

-Así es, y es un gran problema, porque no se trata solo de conocer el nombre de una persona pero de conocer su personalidad, de poderse formar una imagen de ella. Elegir al papa es una gran responsabilidad, debemos encontrar a la persona idónea, y en ese sentido somos instrumentos del Espíritu Santo, pero somos instrumentos inteligentes.

-¿En las reuniones preparatorias al cónclave no hay ninguna figura que ya haya despuntado con fuerza, cómo sí ocurrió en los cónclaves de 2005 y 2013?

-No, no la hay. Y eso es un poco un problema porque el papa, en estos tiempos de medios de comunicación de masas, es percibido como el único representante mundial de la Iglesia; los otros obispos están en la sombra. Algunos hablan de la Iglesia de Francisco, de la Iglesia de Benedicto, y eso un teólogo claramente no lo puede aceptar. La Iglesia es de Cristo, de quien el papa es su vicario, su representante en la Tierra.

-Muchos han acusado a Francisco de crear confusión y que ahora se necesitaría poner orden…

-Creo que Francisco en ocasiones ha creado confusión y que se debe poner orden, sí, debe de quedar muy clara la relación entre la doctrina y la pastoral. Cuando Francisco por ejemplo habla a bordo de un avión, lo que decía no era presentación del magisterio de la Iglesia, eran solo unas opiniones privadas.

-¿Se refiere a cuando Francisco, al ser preguntado por los periodistas sobre la homosexualidad en el vuelo de regreso de su viaje a Brasil dijo esa famosa frase “¿Quién soy yo para juzgar a un gay?”..

-Para mí estaba muy claro lo que el papa quería decir, se refería a un caso concreto, pero algunos lo han interpretado erróneamente.

-El que Francisco dijera que se podía bendecir a las parejas homosexuales, ¿es otra de las cuestiones que para usted ha creado confusión?

-Sí, porque la aplicación concreta no estaba clara, y por supuesto debía de ser en conformidad siempre con la doctrina. Combinar la doctrina para todos y la aplicación para personas individuales es siempre un poco delicado. Yo tenía un profesor de teología que decía que el sacerdote en el púlpito debía de ser un león, y en el confesionario, un ángel. Es distinto cuando se explica la verdad del Evangelio que cuando se aplica a una persona individual.

-No sé si le entiendo…

-Lo que el Francisco decía es algo que siempre ha existido y para lo que no había que hacer un documento. Lo que ocurre es que los documentos no pueden recoger lo que es pastoral personal, los documentos están pensados para todos los hombres y luego los párrocos, que son personas responsables, deben aplicar esas disposiciones a la situación concreta de una persona. conjugar la doctrina con la situación de una persona en concreto.

-¿Quiere decir hay que estudiar cada caso antes de dar la bendición a una pareja homosexual?

-La bendición se da a personas individuales, no a parejas. Yo no veo por ningún lado la novedad de ese documento. Cuando la gente me pide una bendición yo no pregunto a esa persona si es musulmana o si se comporta así o asá. Ese documento no era necesario y ha creado confusión. No era necesario crear estos problemas cuando la situación anterior era clara.

-Francisco ha hecho del diálogo interreligioso uno de los pilares de su pontificado. ¿El siguiente papa deberá proseguir ese camino?

-El diálogo interreligioso es un camino que ya nos marca el Concilio de Vaticano II y que ha hecho obligatorio para la Iglesia. Pero se debe distinguir entre el diálogo interreligioso y el relativismo religioso, según el cual todas las religiones son iguales. Todas las religiones, cuando son verdaderas, tienen una responsabilidad común por la paz en el mundo. No podemos dejar todo a los políticos.

-Los dos últimos cónclaves han durado dos días. Usted ha dicho que por ahora no hay ninguna figura que sobresalga como gran favorito. ¿Cuánto cree que durará este cónclave?

- Creo que dependerá del resultado de las primeras votaciones. Hay que ver si en esas primeras votaciones la situación es confusa o si ya está bastante clara.

-¿Se esperaba que el funeral de Francisco fuera tan multitudinario como ha sido? A diario vemos grandes colas ante su tumba…

-No me ha sorprendido, el mundo entero se ha interesado, en el Vaticano hemos recibido a 4000 periodistas. Todo el mundo católico reza por el papa, todos estamos interesado en tener un nuevo papa que muestre continuidad con los anteriores papas buenos de la Iglesia, porque en el Renacimiento hemos tenido algunos papas que no eran tan buenos y con los que claramente no queremos tener continuidad.

-Se habla mucho de la posibilidad de que el nuevo papa sea italiano…

-Ser católico implica estar siempre abierto a lo que indique el Espíritu Santo. Y si el Espíritu Santo quiere que los próximos diez papas provengan de África, no sería ningún problema. Lo importante de un papa son sus cualidades sobrenaturales y naturales.

-Usted es considerado el líder de la corriente más conservadora de la Iglesia. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?

-No sé por qué me la han colgado. Yo siempre he sido ortodoxo, no conservador. Conservadores y progresistas son categorías mundanas, políticas, ideológicas. Nosotros debemos pensar en la categoría de ortodoxia y de la herejía.

-Ahora que ha dicho la palabra herejía: hay quien ha acusado a Francisco de ser un papa hereje, por ejemplo, tras lavarle los pies a una musulmana…

-Hay que distinguir entre una herejía formal y una herejía material. Un papa puede decir algo que no está muy claro, pero solo es una herejía cuando intencionadamente contradice la verdad revelada, no cuando no se ha expresado bien o ha sido malinterpretado.

-¿El papa Francisco en ocasiones habría incurrido en herejías materiales?

-Cuando por ejemplo un chico le preguntó a Francisco si su padre, ateo, había ido al infierno tras morir, el papa generó confusión al decirle que su padre estaba en el cielo.

-¿Y que tendría que haberle dicho?

-Lo correcto habría sido decirle a ese chico que esperábamos que su padre estuviera en el cielo, que teníamos la esperanza, porque no podemos saber si ese padre está realmente en el cielo. Pero no podemos pretender que el papa se exprese en todo momento dogmáticamente, como si estuviera en un examen de teología. El papa Benedicto XVI era un teólogo, pero Francisco era un pastor.