Bruno Fabra, el genio detrás de influencers como Marta Lozano: "Equivocarse rápido es mejor que quedarse quieto"

Cómo Bruno Fabra cambió las reglas del juego en la comunicación de lujo

May 6, 2025 - 15:19
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Bruno Fabra, el genio detrás de influencers como Marta Lozano: "Equivocarse rápido es mejor que quedarse quieto"

De no tener referentes emprendedores a liderar una de las agencias de comunicación de moda más influyentes de España. Así ha sido el camino de Bruno Fabra, un valenciano que, a golpe de intuición, constancia y mucha pasión, ha logrado consolidar Fabra Comunicación en el competitivo universo del lujo y la moda.

La historia de Bruno Fabra no es la de un emprendedor que soñó toda su vida con montar su propio negocio. Más bien, surgió por necesidad. “No lo planifiqué demasiado. Empecé como freelance porque necesitaba trabajar, y pronto tuve que organizar un equipo por el volumen de proyectos”, explica. A diferencia de otros, Bruno no contaba con un entorno familiar dedicado al emprendimiento: "No tenía referentes cercanos que hubieran montado algo propio y les hubiera ido bien, así que me parecía todo mucho más arriesgado de lo que realmente era". 

El resultado fue un aprendizaje a base de prueba y error, de observar mucho y fiarse de una intuición que, con el tiempo, se ha demostrado más que acertada.

De Derecho a la comunicación de moda

Aunque estudió Derecho y ADE, pronto se dio cuenta de que ese no era su sitio. Durante los últimos años de la carrera, Bruno ya intuía que su futuro no estaba en un despacho. "Empecé a moverme en entornos más creativos, y casi por casualidad, gracias a una amiga, hice unas prácticas en comunicación para un diseñador. Desde el primer momento supe que ahí estaba lo mío", cuenta.

El proceso fue natural, de unas prácticas a otras, hasta que llegó su primer empleo. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegó cuando le ofrecieron un puesto serio en un despacho de abogados. “Sentía que si aceptaba, terminaría viviendo una vida que no era la mía. Fue una mezcla de inconformismo y curiosidad. Agradezco haber tenido esa claridad tan joven". 

Antes de montar su propia agencia, Bruno pasó por dos agencias muy diferentes: una pequeña boutique y una multinacional de gran consumo. Esa experiencia fue su mejor escuela: “Aprendí qué hacer, pero sobre todo, qué no hacer". 

Entre los errores que detectó estaban una relación fría y poco humana con los prescriptores, la falta de realismo en las propuestas y la incapacidad para adaptarse a los cambios vertiginosos del sector. “Todo eso me hizo pensar que había una oportunidad si lo hacíamos de otra forma”, recuerda.

El nacimiento de Fabra Comunicación

Tener un posicionamiento claro desde el principio fue clave para el rápido crecimiento de Fabra Comunicación. "Sabíamos lo que queríamos hacer y cómo queríamos hacerlo: apostar por la excelencia, ser directos, tener criterio y no dejarnos llevar por modas pasajeras".

También ayudó su conocimiento profundo del mundo de los medios y la influencia. En un sector donde el "boca a boca" lo es todo, los resultados hablaron por sí solos. Y el crecimiento fue imparable.

Trabajar con clientes de lujo y celebridades no es tarea fácil. La clave para Fabra ha sido sencilla, pero contundente: "Escuchar mucho, ser transparente, entender las necesidades de cada profesional y cumplir lo que prometemos".

Bruno tiene claro que en el mundo de la intermediación no se puede vender humo. "Aunque hay muchos que lo hacen, nosotros apostamos por la honestidad y la empatía. No hay otra forma".

El mayor desafío: ser tomado en serio

Montar una agencia de comunicación siendo joven y viniendo "de fuera" del circuito tradicional supuso un reto importante. "Al principio hay mucho escepticismo. Lo superé siendo constante y trabajando mejor que los demás. No hay atajos".

Su receta para mantenerse en la cima en un sector tan jerárquico como el de la moda: “Asimilar los cambios rápidamente y tener un punto de vista propio. No hay que tener miedo a incomodar si lo que propones tiene sentido".

Uno de los principales retos que enfrenta Fabra Comunicación hoy es escalar sin perder su esencia. "Cada vez gestionamos más proyectos y equipos, y el desafío es no convertirnos en algo impersonal. Queremos mantener la exigencia sin caer en la burocracia innecesaria".

En un mercado donde muchas agencias se diluyen al crecer, Fabra quiere marcar la diferencia apostando por la cercanía, la creatividad y el trato humano.

Interactuar con figuras públicas, marcas de lujo y su propio equipo requiere un manejo inteligente de las expectativas y los egos. Bruno lo tiene claro: “Con honestidad, coherencia y trabajo bien hecho. Cada persona es diferente, así que no hay dos formas iguales de enfrentarse a una situación.”

Reconoce que no siempre es fácil, pero se esfuerza en tratar cada caso de forma individual, respetando la autenticidad de cada proyecto y de cada persona.

Dirigir una agencia en un sector tan competitivo como el de la moda no está exento de estrés. Bruno admite que aún está aprendiendo a lidiar con ello: "No se trata de ir más lento, sino de ir más consciente. Priorizar, rodearme de gente buena y aceptar que no todo depende de mí ha sido clave".

Leer, viajar y el deporte (cuando puede) son sus válvulas de escape para desconectar del trabajo y recargar energías.

De Valencia al mundo

Aunque actualmente vive en Madrid, Bruno no olvida sus raíces valencianas. Le gustaría que Valencia tuviera un ecosistema de moda más dinámico. "Hay muchísimo talento, pero falta infraestructura, inversión y apoyo institucional".

Desde su agencia, colabora con proyectos locales para darles mayor visibilidad y generar conversación desde lo local, convencido de que el talento valenciano tiene potencial para brillar internacionalmente.

Con Fabra Comunicación ya consolidada, los siguientes pasos apuntan hacia la expansión internacional. “Nos interesa crecer hacia lo internacional, pero sin perder la perspectiva local. Queremos colaborar con talento de fuera, abrir nuevas líneas de negocio y seguir apostando por la creatividad como eje central".

Bruno tiene claro que el éxito pasa por no dormirse en los laureles y seguir asimilando los cambios culturales y tecnológicos que transforman el mundo de la comunicación.

La lección más importante

Si pudiera dar un consejo a los emprendedores que empiezan, sería confiar más en el propio instinto. “A veces he tardado en tomar decisiones por miedo al error. Pero equivocarse rápido es mejor que quedarse quieto".

Esa filosofía de avanzar, aunque sea a base de aciertos y errores, ha sido uno de los pilares de su éxito.

Bruno Fabra aún no piensa en el legado. Prefiere mirar hacia adelante, con los pies en la tierra: "Creo que es pronto para contestar eso. Aún me queda mucho por hacer, así que prefiero pensar que lo mejor que tengo que aportar, lo más memorable, aún está por venir".