Alarma por casos de grooming: uno de cada tres chicos se encuentra personalmente con un desconocido que conoció en las redes sociales

Lo advierte un informe de Unicef que estudia el comportamiento en Internet de niños y adolescentes de 9 a 17 años; cómo son los casos de abuso que registran las fiscalías especializadas

May 8, 2025 - 13:48
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Alarma por casos de grooming: uno de cada tres chicos se encuentra personalmente con un desconocido que conoció en las redes sociales

Marina tenía 15 años cuando en Instagram recibió un mensaje halagador de José, un chico que no conocía y la invitaba a ser amigos. Ella vio su perfil, no tenía una foto de su rostro. Si bien él le contó que era un poco más grande que ella, la adolescente no creyó que fuera peligroso. Comenzaron a charlar hasta que un día las conversaciones pasaron al WhastApp y eran más subidas de tono.

Un día él le propuso encontrarse a espaldas de sus padres. Era un secreto. La promesa fue que serían novios para siempre. Ella le pidió a un amigo que la cubriera y les dijo a sus padres que iría con él a un shopping. Cuando el chico vio llegar a José, se alarmó.

Marina le había contado que tenía más años que ella, pero él no creyó que fuera tanto: “Tranquilamente podría ser el papá de uno de nosotros dos. Apenas llegó, nos saludó, la agarró de la mano y se fueron”. Esa tarde él le había prometido que irían a tomar un café, pero el hombre la llevó directo a un hotel alojamiento y abusó de ella.

A la semana, el padre de Marina entró a su computadora para hacer unos trámites y encontró los chats. También fotos y videos íntimos que el hombre le había pedido previo al encuentro. Entendió por qué su hija ya no era la chica feliz de siempre y se horrorizó. Hoy el hombre está detenido por abuso y grooming, tras la investigación de la Fiscalía N°17 Especializada en Delitos Informáticos, a cargo de Tomás Vaccarezza. Marina y su familia se encuentran en tratamiento psicológico, intentando sanar.

Lo que le pasó a Marina, cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su intimidad, es uno de los riesgos a los que se exponen los niños, niñas y adolescentes que acceden a internet y redes sociales sin la supervisión de adultos. De hecho, uno de cada tres chicos afirma que se encontró “cara a cara” con alguien que conoció por Internet, de acuerdo al informe “Kids Online Argentina 2025”, elaborado por Unicef y Unesco. De ellos, el 3% señaló que esa persona era un adulto.

Se puede creer que ese “es un porcentaje menor, pero si hablamos en números absolutos, a sabiendas que esta es una muestra representativa del total, nos indica que son cerca de 40.500 chicos de entre 9 y 17 años de todo el país los que se encontraron con una persona adulta”, advierte Cora Steinberg, especialista en Educación de UNICEF y una de las autoras del informe.

El estudio, realizado en base a una encuesta que contestaron chicos y chicas de entre 9 y 17 años, indica que ese tipo de prácticas aumenta con la edad: cuatro de cada 10 adolescentes entre 15 y 17 años se encontraron con alguien que solo conocían a través de interacciones online, mientras que en el segmento de 9 a 11 años este valor se reduce al 18%.La posibilidad de que un chico se encuentre con un adulto que conoció en las redes aumenta a medida que la víctima llega a la adolescencia

Lo que los aleja del riesgo a tener un encuentro con una persona extraña es la presencia, el acompañamiento y la atención de los padres o adultos de confianza a lo que hacen los chicos en internet. “Es importante hablar de estos riesgos con los chicos. No solo en los hogares, también en la escuela”, indica.

El uso de redes sociales y lo que allí puede ocurrir debería ser un tema que se aborde en las escuelas. “Así como se trabajan las habilidades digitales, se podrían sumar las habilidades sociales y de interacción en las redes, y las prácticas de desconexión”, propone la especialista y hace referencia a los estudios que Unicef realizó en otros países del mundo.

“En los países donde estos temas se tratan, tanto en el hogar con el acompañamiento de los adultos como en las escuelas, hay menos exposición a los riesgos”, afirma. En la encuesta realizada en el país, solo el 38% dijo que tuvo actividades o charlas en la escuela sobre cómo usar internet de manera segura.

Internet es una “puerta que conecta a los chicos a un mundo lleno de desconocidos y en un contexto de desinhibición”, explica Sebastián Bortnik, experto en tecnología y autor del libro dirigido a padres y escuelas “Guía para la Crianza en un Mundo Digital”.

Bortnik compara internet con los boliches a los que iba de adolescente porque esos lugares, más temido por sus padres, ya que era un mundo de desconocidos en un contexto de desinhibición. “Internet tiene las mismas características, ahí uno está dispuesto a hablar de las cosas que no le dirías a alguien en persona y a mostrar cosas que en persona no mostrarías”, dice Brotnik y advierte: “Cuando a esto le sumás la disparidad que hay entre adultos y chicos, esto se vuelve más peligroso”.La exposición a este tipo de riesgos ocurre a edades cada vez más tempranas, ya que el acceso al primer celular es, en promedio, a los nueve años y medio

“Pa, tengo novia”

Juani, de 14 años, le ganaba siempre a su papá en cada desafío de Brawl Stars, un juego online que tiene millones de seguidores en el mundo. A medida que fue teniendo cada vez más trofeos, comenzó a ser solicitado por otros jugadores, entre ellos Clara. La chica era tan buena jugadora como él.

Clara le daba mucha curiosidad porque siempre lo buscaba. Al poco tiempo ella le ofreció hablar por Instagram. El niño se encontró con el perfil de una chica más grande que él y atractiva. Su padre comenzó a ver que Juani no era el de siempre, no solo porque no jugaba más con él, sino porque estaba callado, quería estar conectado siempre.

Cuando empezó a indagar, su hijo le contó avergonzado que tenía novia. Que era más grande de edad y que le envió videos sexuales y le pidió a él fotos íntimas. Le dijo que estaba por conocerla personalmente.

Las alarmas se encendieron en la familia, que atinó a resguardar a su hijo y a explicarle lo que realmente sucedía. La Justicia se hizo cargo tras la denuncia del padre. Clara (su nombre fue cambiado para preservar su indentidad) era una mujer de unos 50 años que junto a su marido contactaba menores con fines de grooming y vendía en redes de pedofilia las imágenes y videos que obtenía.

Solo el 11% de los niños, niñas y adolescentes aceptan a cualquier persona que les solicita amistad en Internet, siendo este porcentaje ligeramente mayor entre varones que entre mujeres. El resto solo acepta a personas que conocen de otros ámbitos o si tienen amigos en común, explica Steinberg y subraya que estos datos muestran que hay un camino recorrido, pero que hay que seguir trabajando en lo que es educación digital.Se estima que son cerca de 40.500 chicos de entre 9 y 17 años de todo el país los que se encontraron con una persona adulta después de hablar virtualmente

Un dato inquietante y que debe interpelar a los adultos es que la exposición a este tipo de riesgos es cada vez más temprana ya que el acceso al primer celular con internet es, en promedio, a los nueve años y medio (9,6).

El aumento del uso de internet trae aparejado una serie de problemáticas crecientes como el contacto con desconocidos, el ciberacoso, el grooming y la exposición a mensajes e imágenes sexuales.

El grooming es un delito penalizado con prisión de seis meses a cuatro años, según el artículo 131 del Código Penal, explica el fiscal Vaccarezza. Esta ley se aplica a quien, a través de medios electrónicos, contacta a un menor de edad con el objetivo de cometer un delito sexual. Si los abusos se concretan en el mundo real, la pena es mayor. “Estas personas suelen ser reincidentes, incluso siguen contactando menores cuando saben que están bajo una investigación”, advierte Vaccarezza.

“Para los chicos, el concepto de ‘conocer a una persona en el mundo virtual’ suele ser lo mismo que ‘conocí a una persona en el mundo analógico’ para los adultos. Para ellos los dos mundos se atraviesan”, indica la especialista de Unicef. Es por eso que hay que hacerles saber que “los cuidados valen para los dos mundos”.

Ante esta realidad, Bortnik coincide y propone que los adultos aborden la problemática desde la comunicación y respetando cada etapa de los chicos. “En la infancia, los chicos de menos de nueve años necesitan jugar para crecer. Si les damos un celular, una tablet, acceso a redes sociales o WhatsApp, alteramos esa etapa y los ponemos en riesgo con herramientas desarrolladas para adolescentes y adultos”, indica y refuerza: “En la infancia necesitan jugar, no que los larguemos solos en medio de un boliche”.

Es por eso que en la niñez “hay que hablar, acompañar y retrasar lo más posible el uso de la tecnología", resume.

En tanto en la adolescencia hay que tener en cuenta que el consejo no es “no te encuentres con extraños”. Hay que entender que su dinámica de usar internet y socializar es encontrarse con extraños o lo que para ellos es conocer personas nuevas. “Intentar negar las características propias de la adolescencia es peligroso porque genera el efecto contrario. Es cuando necesitan ir tomando autonomía, empoderamiento y confianza. Eso implica seguir acompañando y otro tipo de control”.

Bortnik le propone a los padres decirles a sus hijos que si se van a encontrar con alguien que no conocen en el mundo analógico, el primer encuentro tiene que ser en un lugar público, idealmente que no sea a solas. Si no van acompañados por un adulto en el que confíen, pueden ir con amigos y esos amigos también deben saber sobre las alarmas a las que hay que prestar atención. “Así podrán verificar si esa persona es quien dijo ser, si coincide con la foto, la edad, y eliminar riesgos”, explica.

El primer filtro

Para Bortnik el primer filtro de las aplicaciones deben ser los padres. En el caso de los niños es el no acceso temprano a las tecnologías. En el caso de los adolescentes, los filtros pasan por el cuidado parental o por sacar cuentas en redes sociales para adolescentes, no para adultos.

Bortnik es positivo: si bien asegura que “aún falta mucho por hacer” en relación al control de riesgos, asegura que no se pueden negar los avances. “Hubo un avance en el nivel de conciencia de los riesgos. A lo que hay que sumarle que desde el Estado y los ministerios de educación hay iniciativas, y que se ha mejorado la legislación y hay información que antes no había”.

Cuando los casos de grooming se multiplican en las fiscalías, miles de niños reciben su primer celular como si fuera un juguete más y otros intercambian emoticones desde un juego en línea en la comodidad de su hogar, la recomendación que prima es hablar.

“Tenemos que saber que estamos en un contexto particular, en el que estamos interpelados todos. Como padres, como educadores o como profesionales en los centros de salud”, señala Steinberg. “Solo hay que exponer estos temas en la mesa de trabajo, poder tomar distancia, y poner el interés superior de los niños por encima de otros intereses, de otras lógicas”.

Más información

  • En la guía “Hablemos de abuso sexual”, elaborada por de Fundación La Nación de la mano de reconocidos especialistas, podés encontrar información útil sobre esta problemática: desde señales de alerta hasta dónde pedir ayuda.
  • Grooming Argentina: es una organización social que se dedica a la visibilización, concientización y capacitación vinculada con este delito. Tiene una aplicación donde pueden realizarse denuncias.
  • También se denuncia en la Fiscalía de Cibercrimen de la procuración general de la nación: cibercrimen@mpf.gov.ar. En la ciudad de Buenos Aires, en la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravernciones Informáticas (Ufedyci), que depende del Ministerio Público Fiscal porteño: 0800-3334-7225 / denuncias@fiscalias.gob.ar . Línea 134: información, asesoramiento o denuncias.