Yurena : «No voy a estar con nadie para tapar carencias, antes me caso conmigo misma»

No resulta fácil cerrar la entrevista con Yurena (55 años) porque no parece segura, desconfía de todo: «Me han tendido muchas trampas. Con tantas encerronas lo he pasado mal, me han hecho mucho daño ». La prueba es que hace poco se levantó y abandonó en directo un plató de Antena 3 porque incumplieron lo pactado con ella. Eso sí, una vez ganada la confianza, la artista se abre en canal. Está encanta del próximo estreno de la serie 'Superstar', que repasa su vida y su trayectoria, con I ngrid García-Jonsson interprentándola: «No he participado en el guion, pero estuve mucho tiempo con una persona de la productora contándole todo, desde que nací hasta ahora. Habrá, cómo no, momentos ficcionados, pero confío en los Javis y en cómo lo van a afrontar todo». Con el estreno, la cantante lanzará en vinilo el disco que da título a la serie. De su personalidad, Yurena destaca «la sinceridad, con mayúscula. Para mí, es fundamental el respeto, la educación y la sinceridad. Soy directa, pero no maleducada. Nunca he entrado en el juego sucio de otros personajes que han pasado por mi vida». Cuando se le pregunta qué cambiaría de su forma de ser, en un principio parece segura: «Tengo mil defectos, pero no cambiaría nada». Recapacita y encuentra alguna cosa: «Tengo una manía, que no toquen mis cosas sin mi permiso . Soy demasiado estricta, demasiado perfeccionista, me gustaría relajarlo. En 'Bake Off, famosos al horno', me volví loca. Me exigía tanto que sufría y se me saltaban las lágrimas cuando pensaba que no llegaba con un postre». No se considera una mujer caprichosa: «Soy hija única, pero no fui malcriada. Mis padres me reñían cuando era conveniente. Soy humilde, sé de dónde vengo y tengo los pies en la tierra. Me ha tocado estar defendiéndome durante años, pero no he vivido del cuento». Yurena encuentra la paz «en mi conciencia tranquila, sé que no hago daño a nadie. Cuando voy a dormir, me llevo a la cama el dolor por el recuerdo de mi madre, pero también una paz interior que no se compra con dinero ». Por el contrario, confiesa, «me saca de quicio la mentira, la falsedad, la gente prepotente». En el amor, Yurena ha vivido un proceso de descreimiento: « Antes era más romántica, pero después de varias parejas y las correspondientes decepciones, descubres que no existe el príncipe azul. Antes, cuando conocía a alguien, pensaba que podría hacerle cambiar. Ahora entiendo que debo aceptar cómo es. No tengo pareja porque soy muy exigente en el amor y tengo muy claro lo que no quiero». Para conquistar a la artista hay que superar todo un examen: «Soy muy espiritual y de piel, necesito que haya química desde el primer momento. Busco alguien que sea fiel, no perdonaría jamás una infidelidad. Que sea sensible, empático, que le gusten los animales, sobre todo los gatos, porque yo tengo dos. Alguien que me apoye, que esté dispuesto a aceptar mi fama y sepa convivir con mi popularidad. Que le guste viajar, que me acompañe en las giras, que le gusten mis actuaciones, que me trate como una reina, que yo sea su prioridad. Hasta que no aparezca alguien que reúna todas estas características voy a seguir soltera. Prefiero estar sola , estoy cómoda, me siento a gusto conmigo misma. No tengo la necesidad de tener a alguien a mi lado. No voy a estar con nadie para tapar carencias, antes me caso conmigo misma». El paso de la infancia a la adolescencia fue demoledor para la pequeña María del Mar , la artista ahora conocida como Yurena. «Según mi madre», explica, «de niña era un absoluto terremoto, arrasaba, revolvía cajones. Yo no andaba, corría. Era muy traviesa , risueña, charlatana. Me encantaba meterme en las conversaciones de los mayores. En casa jugaba a las muñecas y tenía todos sus complementos. Con mis amiguitas jugaba al escondite, a pillar. Como en Santurce había mucha campa, construíamos casitas con cartones y nos metíamos en ellas». Aquella niña feliz ya sentía la llamada de la música: « Yo empecé a cantar por mi madre , que escuchaba sus vinilos y cantaba mientras hacía las labores del hogar. Una vez, cuando vivíamos en Valladolid, me puse enferma, me llevaron a Urgencias y yo cantaba en los pasillos del hospital. En mi caso, lo de 'Mamá, quiero ser artista' no es un tópico». Como ya entonces era muy coqueta, se maquillaba y se vestía con la ropa de su madre mientras se miraba al espejo: «Soñaba con ser presentadora y tener mi propio programa de televisión». Pero la felicidad dio paso al infierno: «En la adolescencia cogí bastante peso y llevaba gafas. Lo pasé muy mal, pero me daba vergüenza decir en casa que me insultaban, me daban la espalda, me acosaban . Sufría humillaciones diarias, incluso mis amigas me dieron de lado. Me hice introvertida, acomplejada , dejé de salir. Cuando no pude más, se lo conté a mi madre, que tomó medidas drásticas. Me llevaron a un especialista, me puse a dieta, me pusieron lentillas. Pasé del negro al blanco y el acoso desapareció». Pero las cicatrices permanecen en su corazón herido.

May 7, 2025 - 05:16
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Yurena : «No voy a estar con nadie para tapar carencias, antes me caso conmigo misma»
No resulta fácil cerrar la entrevista con Yurena (55 años) porque no parece segura, desconfía de todo: «Me han tendido muchas trampas. Con tantas encerronas lo he pasado mal, me han hecho mucho daño ». La prueba es que hace poco se levantó y abandonó en directo un plató de Antena 3 porque incumplieron lo pactado con ella. Eso sí, una vez ganada la confianza, la artista se abre en canal. Está encanta del próximo estreno de la serie 'Superstar', que repasa su vida y su trayectoria, con I ngrid García-Jonsson interprentándola: «No he participado en el guion, pero estuve mucho tiempo con una persona de la productora contándole todo, desde que nací hasta ahora. Habrá, cómo no, momentos ficcionados, pero confío en los Javis y en cómo lo van a afrontar todo». Con el estreno, la cantante lanzará en vinilo el disco que da título a la serie. De su personalidad, Yurena destaca «la sinceridad, con mayúscula. Para mí, es fundamental el respeto, la educación y la sinceridad. Soy directa, pero no maleducada. Nunca he entrado en el juego sucio de otros personajes que han pasado por mi vida». Cuando se le pregunta qué cambiaría de su forma de ser, en un principio parece segura: «Tengo mil defectos, pero no cambiaría nada». Recapacita y encuentra alguna cosa: «Tengo una manía, que no toquen mis cosas sin mi permiso . Soy demasiado estricta, demasiado perfeccionista, me gustaría relajarlo. En 'Bake Off, famosos al horno', me volví loca. Me exigía tanto que sufría y se me saltaban las lágrimas cuando pensaba que no llegaba con un postre». No se considera una mujer caprichosa: «Soy hija única, pero no fui malcriada. Mis padres me reñían cuando era conveniente. Soy humilde, sé de dónde vengo y tengo los pies en la tierra. Me ha tocado estar defendiéndome durante años, pero no he vivido del cuento». Yurena encuentra la paz «en mi conciencia tranquila, sé que no hago daño a nadie. Cuando voy a dormir, me llevo a la cama el dolor por el recuerdo de mi madre, pero también una paz interior que no se compra con dinero ». Por el contrario, confiesa, «me saca de quicio la mentira, la falsedad, la gente prepotente». En el amor, Yurena ha vivido un proceso de descreimiento: « Antes era más romántica, pero después de varias parejas y las correspondientes decepciones, descubres que no existe el príncipe azul. Antes, cuando conocía a alguien, pensaba que podría hacerle cambiar. Ahora entiendo que debo aceptar cómo es. No tengo pareja porque soy muy exigente en el amor y tengo muy claro lo que no quiero». Para conquistar a la artista hay que superar todo un examen: «Soy muy espiritual y de piel, necesito que haya química desde el primer momento. Busco alguien que sea fiel, no perdonaría jamás una infidelidad. Que sea sensible, empático, que le gusten los animales, sobre todo los gatos, porque yo tengo dos. Alguien que me apoye, que esté dispuesto a aceptar mi fama y sepa convivir con mi popularidad. Que le guste viajar, que me acompañe en las giras, que le gusten mis actuaciones, que me trate como una reina, que yo sea su prioridad. Hasta que no aparezca alguien que reúna todas estas características voy a seguir soltera. Prefiero estar sola , estoy cómoda, me siento a gusto conmigo misma. No tengo la necesidad de tener a alguien a mi lado. No voy a estar con nadie para tapar carencias, antes me caso conmigo misma». El paso de la infancia a la adolescencia fue demoledor para la pequeña María del Mar , la artista ahora conocida como Yurena. «Según mi madre», explica, «de niña era un absoluto terremoto, arrasaba, revolvía cajones. Yo no andaba, corría. Era muy traviesa , risueña, charlatana. Me encantaba meterme en las conversaciones de los mayores. En casa jugaba a las muñecas y tenía todos sus complementos. Con mis amiguitas jugaba al escondite, a pillar. Como en Santurce había mucha campa, construíamos casitas con cartones y nos metíamos en ellas». Aquella niña feliz ya sentía la llamada de la música: « Yo empecé a cantar por mi madre , que escuchaba sus vinilos y cantaba mientras hacía las labores del hogar. Una vez, cuando vivíamos en Valladolid, me puse enferma, me llevaron a Urgencias y yo cantaba en los pasillos del hospital. En mi caso, lo de 'Mamá, quiero ser artista' no es un tópico». Como ya entonces era muy coqueta, se maquillaba y se vestía con la ropa de su madre mientras se miraba al espejo: «Soñaba con ser presentadora y tener mi propio programa de televisión». Pero la felicidad dio paso al infierno: «En la adolescencia cogí bastante peso y llevaba gafas. Lo pasé muy mal, pero me daba vergüenza decir en casa que me insultaban, me daban la espalda, me acosaban . Sufría humillaciones diarias, incluso mis amigas me dieron de lado. Me hice introvertida, acomplejada , dejé de salir. Cuando no pude más, se lo conté a mi madre, que tomó medidas drásticas. Me llevaron a un especialista, me puse a dieta, me pusieron lentillas. Pasé del negro al blanco y el acoso desapareció». Pero las cicatrices permanecen en su corazón herido.