Un hombre con problemas de salud mental amenaza con un cuchillo a la Guardia Civil en Gran Canaria

La Guardia Civil de Gran Canaria se enfrentó hace unos días a una situación compleja que llevó a uno de los agentes a hacer uso de su arma reglamentaria. Un vecino de San Mateo (Gran Canaria), con problemas de salud mental, blandía un machete amenazando a los agentes, que no lograban reducirle . Ante la amenaza, un agente tuviera que hacer uso de su arma de fuego reglamentaria, en un incidente que terminó con el agresor herido en una pierna. Ahora, la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha reclamado «la urgente dotación» de pistolas eléctricas (Táser) a las patrullas del instituto armado, ya que la disponibilidad de pistolas eléctricas «habría permitido neutralizar la amenaza de una forma más segura para todos» los implicados, es decir, agentes, familiares del agresor y el propio detenido, sin necesidad de abrir fuego real. Como ha destacado el portavoz nacional de IGC, Daniel Fernández, una táser «habría sido suficiente para contener al agresor sin arriesgar la vida « de los agentes ni del propio individuo. A su juicio, »no puede ser que en 2025 los agentes se vean obligados a tomar decisiones de vida o muerte por falta de medios de los que sí tienen otras policías en este país y que en la isla tan solo cuenten con dos pistolas eléctricas «. La asociación recuerda que cuerpos como la Ertzaintza han comenzado a utilizar táser y cámaras unipersonales en sus unidades de Seguridad Ciudadana desde principios de este año; mientras la Guardia Civil, que atiende «zonas rurales, áreas remotas y miles de municipios donde no existe» otra presencia policial, «sigue sin contar» con estos recursos en la mayoría de las unidades. En el caso de San Mateo, los agentes «agotan todas las vías de diálogo hasta que el individuo armado intenta abalanzarse« sobre uno de ellos, es en ese instante cuando, siguiendo el protocolo de intervención gradual, el agente se ve obligado a disparar en defensa propia». Para la asociación es « incomprensible « que el Ministerio del Interior »no haya avanzado en la implantación« de este tipo de armamento intermedio, especialmente cuando »existen evaluaciones técnicas, experiencias piloto y una demanda creciente por parte de los propios agentes«. Para IGC la dotación de táser no solo supone una mejora operativa, sino que es además una «medida imprescindible» para garantizar la seguridad ciudadana y para proteger los derechos de todos, incluido los del agresor. La familia del hombre que amenazó a la Guardia Civil ha contado al periódico Canarias7 la situación «desesperante» que sufren desde hace años, ya que el implicado tiene graves problemas de salud mental . Conflictos, amenazas y episodios violentos llevaron a la familia a contactar con las fuerzas de seguridad para solicitar mediación, pero al llegar los agentes este respondió con una actitud extremadamente agresiva. «¡Adrián, suelta eso!», «¡Adrián, el cuchillo al suelo!», le gritaban sus familiares mientras él hacía caso omiso, portando un cuchillo ante los agentes que intentaban calmarlo y desarmarlo. Uno de los agentes se vio obligado a disparar a una de sus piernas en legítima defensa para poder quitarle el arma al agresor, que fue asistido hasta la llegada de una ambulancia medicalizada. La familia ha narrado al periódico Canarias7 que este tipo de situaciones las sufren hace más de dos décadas, porque los ingresos temporales en centros psiquiátricos, no han funcionado. «Cada vez que vuelve a casa, regresa peor y con más rencor», afirman.

Abr 29, 2025 - 20:17
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Un hombre con problemas de salud mental amenaza con un cuchillo a la Guardia Civil en Gran Canaria
La Guardia Civil de Gran Canaria se enfrentó hace unos días a una situación compleja que llevó a uno de los agentes a hacer uso de su arma reglamentaria. Un vecino de San Mateo (Gran Canaria), con problemas de salud mental, blandía un machete amenazando a los agentes, que no lograban reducirle . Ante la amenaza, un agente tuviera que hacer uso de su arma de fuego reglamentaria, en un incidente que terminó con el agresor herido en una pierna. Ahora, la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha reclamado «la urgente dotación» de pistolas eléctricas (Táser) a las patrullas del instituto armado, ya que la disponibilidad de pistolas eléctricas «habría permitido neutralizar la amenaza de una forma más segura para todos» los implicados, es decir, agentes, familiares del agresor y el propio detenido, sin necesidad de abrir fuego real. Como ha destacado el portavoz nacional de IGC, Daniel Fernández, una táser «habría sido suficiente para contener al agresor sin arriesgar la vida « de los agentes ni del propio individuo. A su juicio, »no puede ser que en 2025 los agentes se vean obligados a tomar decisiones de vida o muerte por falta de medios de los que sí tienen otras policías en este país y que en la isla tan solo cuenten con dos pistolas eléctricas «. La asociación recuerda que cuerpos como la Ertzaintza han comenzado a utilizar táser y cámaras unipersonales en sus unidades de Seguridad Ciudadana desde principios de este año; mientras la Guardia Civil, que atiende «zonas rurales, áreas remotas y miles de municipios donde no existe» otra presencia policial, «sigue sin contar» con estos recursos en la mayoría de las unidades. En el caso de San Mateo, los agentes «agotan todas las vías de diálogo hasta que el individuo armado intenta abalanzarse« sobre uno de ellos, es en ese instante cuando, siguiendo el protocolo de intervención gradual, el agente se ve obligado a disparar en defensa propia». Para la asociación es « incomprensible « que el Ministerio del Interior »no haya avanzado en la implantación« de este tipo de armamento intermedio, especialmente cuando »existen evaluaciones técnicas, experiencias piloto y una demanda creciente por parte de los propios agentes«. Para IGC la dotación de táser no solo supone una mejora operativa, sino que es además una «medida imprescindible» para garantizar la seguridad ciudadana y para proteger los derechos de todos, incluido los del agresor. La familia del hombre que amenazó a la Guardia Civil ha contado al periódico Canarias7 la situación «desesperante» que sufren desde hace años, ya que el implicado tiene graves problemas de salud mental . Conflictos, amenazas y episodios violentos llevaron a la familia a contactar con las fuerzas de seguridad para solicitar mediación, pero al llegar los agentes este respondió con una actitud extremadamente agresiva. «¡Adrián, suelta eso!», «¡Adrián, el cuchillo al suelo!», le gritaban sus familiares mientras él hacía caso omiso, portando un cuchillo ante los agentes que intentaban calmarlo y desarmarlo. Uno de los agentes se vio obligado a disparar a una de sus piernas en legítima defensa para poder quitarle el arma al agresor, que fue asistido hasta la llegada de una ambulancia medicalizada. La familia ha narrado al periódico Canarias7 que este tipo de situaciones las sufren hace más de dos décadas, porque los ingresos temporales en centros psiquiátricos, no han funcionado. «Cada vez que vuelve a casa, regresa peor y con más rencor», afirman.