En realidad todos los relatos son posibles, eso es el arte, y hay tantos relatos como humanos. Houellebecq opina que la gran aportación de Occidente es la necesidad de certeza racional, pero Deleuze y Guattari ya aceptaron el hecho de que Occidente está cansado del árbol (de la taxonomía, no de la planta; aunque vete a saber. Los humanos, asevera Gombrich , preferimos las formas simples a las enrevesadas): el racionalismo (y el materialismo) no proporcionan felicidad alguna ni revelan nada y es posible que no cuenten nada; la inmersión en el rizoma global, por ejemplo, el magma informe de la red (internet, no la eléctrica…), discurre paralela al auge de las corrientes políticas irracionalistas, lo cual, llegados a un...
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