Suso, de defenestrado a esperanza del Sevilla FC en sus últimos cuatro partidos en Nervión
Joaquín Caparrós decidió frente al Leganés que no podía esperar más tiempo para colocar a Suso desde el primer minuto en el terreno de juego. Pese a que el gaditano no había gozado de ninguna titularidad en Liga en las 33 jornadas anteriores , su nuevo entrenador le dio la alternativa desde el principio, después de sus dos destacadas y cortas actuaciones saliendo desde el banquillo ante Alavés y Osasuna . Porque el ahora número 10 del Sevilla , por mucho que esté lejos de un estado de forma competitivo debido a su ausencia de minutos, demostró que su toque de pelota sigue intacto y que tiene para ofrecerle al equipo esos detalles que lo hicieron uno de los mejores de la plantilla en época de bonanza. A Suso le quedan cuatro ratos en el Sevilla antes de que su contrato expire el 30 de junio. Cuatro partidos más para ayudar a un equipo que se hunde en la clasificación. Porque ante el Leganés incluso desplazó a la estrella Lukebakio de banda. Todo por hacerle un hueco a ese otro zurdo que actúa desde el costado como organizador del juego. El lateral de su costado tuvo el protagonismo que se le negaba con el belga, estando Juanlu más inspirado que Carmona . Cierto que Suso llegó con la lengua fuera al tramo final del encuentro, pero aun así no le perdió la cara al choque, peleó con fiereza, demostrando que la permanencia del equipo se la toma como un asunto personal, tratando que sirva como su último servicio al Sevilla . También contribuyó con su primera asistencia del curso, colocando un balón en el cabeza de Kike Salas . Botó otros saques de esquina interesantes, demostrando que no hay nadie mejor en el balón parado y que su concurso a lo largo de la temporada podía haber servido para mejorar estas prestaciones. También tuvo alguna intervención de mérito en Pamplona , aunque sus compañeros no encontraran portería tras sus buenos centros. En estos últimos partidos, cada detalle cuenta. Por eso la calidad de golpeo de Suso entra dentro de los pocos tesoros que puede mostrar ahora el equipo. Y es que Suso , en definitiva, quiere quitarse la mala sensación que ha tenido en todos estos meses por su tóxica relación con García Pimienta y su cuerpo técnico. No ha jugado por decirle las cosas claras al técnico. Por opinar, como capitán, que se debía trabajar más y que el equipo necesitaba que le diesen caña. Un enfrentamiento que hizo público el propio Suso, mientras el ya exentrenador nervionense cogió el camino fácil de señalar al club en su deseo de quitarse al gaditano de encima por su alto coste salarial. Ni lo uno ni lo otro. Al Sevilla le ha costado un dinero importante y no ha aprovechado a un futbolista más que titular en el actual Sevilla .
Joaquín Caparrós decidió frente al Leganés que no podía esperar más tiempo para colocar a Suso desde el primer minuto en el terreno de juego. Pese a que el gaditano no había gozado de ninguna titularidad en Liga en las 33 jornadas anteriores , su nuevo entrenador le dio la alternativa desde el principio, después de sus dos destacadas y cortas actuaciones saliendo desde el banquillo ante Alavés y Osasuna . Porque el ahora número 10 del Sevilla , por mucho que esté lejos de un estado de forma competitivo debido a su ausencia de minutos, demostró que su toque de pelota sigue intacto y que tiene para ofrecerle al equipo esos detalles que lo hicieron uno de los mejores de la plantilla en época de bonanza. A Suso le quedan cuatro ratos en el Sevilla antes de que su contrato expire el 30 de junio. Cuatro partidos más para ayudar a un equipo que se hunde en la clasificación. Porque ante el Leganés incluso desplazó a la estrella Lukebakio de banda. Todo por hacerle un hueco a ese otro zurdo que actúa desde el costado como organizador del juego. El lateral de su costado tuvo el protagonismo que se le negaba con el belga, estando Juanlu más inspirado que Carmona . Cierto que Suso llegó con la lengua fuera al tramo final del encuentro, pero aun así no le perdió la cara al choque, peleó con fiereza, demostrando que la permanencia del equipo se la toma como un asunto personal, tratando que sirva como su último servicio al Sevilla . También contribuyó con su primera asistencia del curso, colocando un balón en el cabeza de Kike Salas . Botó otros saques de esquina interesantes, demostrando que no hay nadie mejor en el balón parado y que su concurso a lo largo de la temporada podía haber servido para mejorar estas prestaciones. También tuvo alguna intervención de mérito en Pamplona , aunque sus compañeros no encontraran portería tras sus buenos centros. En estos últimos partidos, cada detalle cuenta. Por eso la calidad de golpeo de Suso entra dentro de los pocos tesoros que puede mostrar ahora el equipo. Y es que Suso , en definitiva, quiere quitarse la mala sensación que ha tenido en todos estos meses por su tóxica relación con García Pimienta y su cuerpo técnico. No ha jugado por decirle las cosas claras al técnico. Por opinar, como capitán, que se debía trabajar más y que el equipo necesitaba que le diesen caña. Un enfrentamiento que hizo público el propio Suso, mientras el ya exentrenador nervionense cogió el camino fácil de señalar al club en su deseo de quitarse al gaditano de encima por su alto coste salarial. Ni lo uno ni lo otro. Al Sevilla le ha costado un dinero importante y no ha aprovechado a un futbolista más que titular en el actual Sevilla .
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