Reidel quedó al frente de una empresa estratégica para el plan nuclear del Gobierno
El arquitecto del Plan Nuclear libertario asumió como nuevo presidente de NA-SA para poner en movimiento su proyecto de desarrollo tecnológico. Pero no será el único funcionario clave de la administración sentado en la mesa de toma de decisiones

Luego de idas y vueltas en torno a una de las empresas públicas estratégicas, el gobierno de Javier Milei se decidió por impulsar a uno de sus arquitectos predilectos de la gestión. Se trata de Demián Reidel que este miércoles quedó al frente del directorio de Nucleoeléctrica Argentina S.A., donde el Ejecutivo libertario pretende avanzar con su proyecto de desarrollo tecnológico nuclear. Pero no será el único funcionario clave de la administración sentado en la mesa de toma de decisiones.
En un escueto comunicado, la empresa estatal informó que se realizó la asamblea de accionistas de Nucleoeléctrica Argentina para definir la conformación del nuevo Directorio que liderará la firma durante el próximo período. De esta manera, el Directorio queda conformado por Demián Reidel como presidente de NA-SA y el ingeniero Germán Guido Lavalle como su número dos.
Asimismo, la mesa de directores se completa con Axel Larreteguy, Marco Campolonghi y Diego Chaher. Este último es el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, el órgano erigido para avanzar desde 2024 con los primeros planes de privatización en base a los sancionado en la Ley Bases. De hecho, Nucleoeléctrica quedó sujeta a seguir ese camino a partir de la reglamentación de la normativa en agosto del año pasado. Acorde al comunicado difundido, como director suplente quedará Marcelo Famá.
Durante la asamblea, el flamante presidente de Nucleoeléctrica Argentina destacó el rol estratégico de la empresa en el futuro de la energía nuclear del país, al afirmar que será el "brazo ejecutor del plan nuclear argentino que estamos desarrollando para convertir a la Argentina en una potencia energética a nivel mundial".
Luego subió un posteo a su cuenta en X: "Es un honor y un orgullo estar al frente de Nucleoeléctrica. Nuestro objetivo principal es ejecutar el Plan Nuclear Argentino y convertir a nuestro país en una potencia energética global. Gracias Presidente @JMilei por la confianza y espero algún día merecer el orgullo de todos los argentinos Ahora a trabajar! Es un honor y un orgullo estar al frente de Nucleoeléctrica. Nuestro objetivo principal es ejecutar el Plan Nuclear Argentino y convertir a nuestro país en una potencia energética global. Gracias Presidente @JMilei por la confianza y espero algún día merecer el orgullo de... https://t.co/kMqop3qkDC— Demian Reidel (@dreidel1) April 23, 2025
Nucleoeléctrica Argentina es la empresa que opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, que en conjunto suman una potencia instalada de 1.763 MW, aportando aproximadamente el 7% de la energía eléctrica consumida en el país. Se encarga de la operación y mantenimiento de estas plantas, así como de la comercialización de la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y del desarrollo de proyectos que aseguran la operación segura y confiable de sus instalaciones.
El año pasado, el Gobierno nacional desplazó luego de idas y vueltas a la cúpula al mando de Nucleoeléctrica que había ingresado con la gestión del exjefe de Gabinete Nicolás Posse. Entonces, se tomó la decisión de desplazar al presidente de NA-SA Luis Fasanella -que se quedó como vicepresidente- y poner en su lugar a Alberto Lamagna, a quien definían como un "histórico" de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y un especialista en el área de energía nuclear.
Según indicaron fuentes calificadas a El Cronista, el funcionario tenía relación de larga data con la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, y también con el secretario de Deportes, Daniel Scioli. La designación de Lamagna había sido avalada entonces por Diego Chaher, cuando se hallaba al frente de la Unidad Ejecutora de Empresas, previo a su reconversión en la Agencia.
Algo curioso, que viene de la mano de esta designación, es que el Gobierno nacional nombró entonces en el directorio de la empresa sujeta a privatización a dos personas que no acreditaban experiencia en el área pero sí fuertes vínculos políticos libertarios. Por un lado está Jeremías Coppola, un joven trader vinculado a LLA, y Emiliano Giana, el hermano de Guido Giana quien fuera aliado del PRO en la provincia de Buenos Aires y ahora cercano a la línea más dura libertaria.
Con la asamblea de este miércoles 23 se renueva la composición del cuerpo ejecutivo de la empresa estatal.
Presupuesto de NA-SA: por qué el Gobierno inyectó fondos nuevos
En la prórroga presupuestaria de 2024, el gobierno de Javier Milei se había visto forzado a aumentar las partidas para el Sector Público Nacional mes a mes y, en ese plano, las empresas públicas no fueron la excepción pese a la idea de avanzar en la privatización de un grupo de ellas en una primera etapa.
Un día antes de que comience noviembre el Gobierno decidió publicar en el Boletín Oficial la Decisión Administrativa 1015/2024 donde se fortaleció el capital de Nucleoeléctrica. Normalmente, desde la Secretaría de Hacienda convalida actualizaciones para los gastos corrientes (es decir, de fondos para poder hacer los gastos básicos para que la empresa siga funcionando) y solo en ocasiones puntuales se aprestan a incrementar los llamados gastos de capital (apuntados a inversiones o aumento de la capacidad productiva).
El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, autorizó entonces el pedido de los funcionarios energéticos que precisaban los fondos para financiar las nuevas obras de la compañía. Según informaron a El Cronista desde Nucleoeléctrica en aquel momento, los $ 104.659.492.976 que ya están allí estaban orientados para la extensión de vida de Atucha I.
La primera central nuclear permanece parada por 30 meses para hacerse refacciones después de 50 años, algo que ya se había previsto desde noviembre de 2022. Según informan desde la compañía, la finalización de esas obras permitirá extender su operación por veinte años adicionales a plena potencia. La vista de la central nuclear de Atucha I
La paralización de la central no tiene consecuencias inocuas. Atucha I abastece cerca del 1,9% de la demanda de electricidad. Se trata de un porcentaje para nada desdeñable y del que se prescindirá para los diferentes picos de demanda que habrá durante los meses de mayor calor. Según informó EconoJournal, el consumo de energía podría llegar a los 30.700 MW, siendo 1.000 MW por encima del récord histórico al que se llegó en febrero de este año.
Aun así, la finalización de esas obras dejará a Nucleoeléctrica con tres centrales nucleares (las dos Atucha y Embalse). La compañía es referencia a nivel mundial en el sector nuclear y el gobierno planea ultimar detalles para hacer una emisión de sus acciones y que comience a cotizar en bolsa: una privatización soft, definen en la Casa Rosada. El modelo es el del "AySA de São Paulo", Sabesp, que se privatizó a través de ese formato.