Rajoy y su guardia pretoriana coordinan sus versiones para esquivar la Operación Cataluña
En un ejercicio que roza el esperpento político, los altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy han desfilado por la comisión de investigación sobre la Operación Cataluña en el Congreso repitiendo casi palabra por palabra un argumentario tan pulido como desconectado de los hechos. Las frases "La brigada política no existió", "La operación catalana de verdad fue la del referéndum ilegal" o "La Operación Cataluña es el invento de un periodista" han sido pronunciadas, con apenas matices, por Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Jorge Fernández Díaz, Cristóbal Montoro y el portavoz del PP en la comisión, Rafael Hernando. Esta uniformidad en las declaraciones no ha pasado desapercibida para los diputados de los grupos que integran la comisión. Lo que en cualquier otro contexto podría parecer coherencia política, en este caso se ha interpretado como una estrategia de negación sistemática, orquestada para minimizar el escándalo de las cloacas del Estado. Una defensa cerrada que entra en contradicción con documentos judiciales, investigaciones periodísticas y grabaciones que han ido saliendo a la luz durante los últimos años. Una negación repetida hasta la extenuación El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, pilar clave en la trama policial que persiguió al independentismo catalán desde los despachos del Ministerio, reiteró en su comparecencia que nunca se reunió con el comisario José Manuel Villarejo. Hace ya tiempo que aseguró que solo lo había saludado "en dos ocasiones". Sin embargo, una grabación hecha pública por El País revela al exministro diciéndole a Villarejo: "Negaré bajo tortura que esta reunión ha existido". A pesar de la contundencia de la prueba, Fernández Díaz optó por sembrar dudas sobre la veracidad del audio, y lo atribuyó a "las maravillas de la inteligencia artificial". Lejos de asumir responsabilidades o aclarar los hechos, Fernández Díaz se atrincheró en una narrativa conspirativa sin base técnica ni respaldo judicial. Lo hizo incluso sabiendo que tanto él como su ex número dos en Interior, Francisco Martínez, se enfrentarán a un juicio en la Audiencia Nacional por una operación paralela, la llamada Operación Kitchen, con una petición de 15 años de cárcel por parte de la Fiscalía. Sáenz de Santamaría y el CNI: "Nunca recibí informes" La exvicepresidenta del Gobierno y responsable política del CNI, Soraya Sáenz de Santamaría, también tiró del guion preestablecido y negó toda implicación en la persecución a líderes independentistas. "Nunca recibí ningún informe del CNI sobre político catalán alguno", afirmó en sede parlamentaria. Sin embargo, su versión contrasta con lo revelado por el propio Villarejo en sede judicial, quien aseguró que fue ella quien pidió que el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) contra Podemos fuera "descafeinado" para no perjudicar excesivamente a la formación morada. Su intervención se completó con una defensa firme del artículo 155 aplicado en Cataluña en 2017, pero evitó por completo entrar en el fondo de las actuaciones irregulares que se habrían llevado a cabo desde el Estado para frenar el avance del independentismo mediante métodos extrajudiciales. Rajoy y su silencio calculado Por su parte, Mariano Rajoy...
En un ejercicio que roza el esperpento político, los altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy han desfilado por la comisión de investigación sobre la Operación Cataluña en el Congreso repitiendo casi palabra por palabra un argumentario tan pulido como desconectado de los hechos. Las frases "La brigada política no existió", "La operación catalana de verdad fue la del referéndum ilegal" o "La Operación Cataluña es el invento de un periodista" han sido pronunciadas, con apenas matices, por Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Jorge Fernández Díaz, Cristóbal Montoro y el portavoz del PP en la comisión, Rafael Hernando. Esta uniformidad en las declaraciones no ha pasado desapercibida para los diputados de los grupos que integran la comisión. Lo que en cualquier otro contexto podría parecer coherencia política, en este caso se ha interpretado como una estrategia de negación sistemática, orquestada para minimizar el escándalo de las cloacas del Estado. Una defensa cerrada que entra en contradicción con documentos judiciales, investigaciones periodísticas y grabaciones que han ido saliendo a la luz durante los últimos años. Una negación repetida hasta la extenuación El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, pilar clave en la trama policial que persiguió al independentismo catalán desde los despachos del Ministerio, reiteró en su comparecencia que nunca se reunió con el comisario José Manuel Villarejo. Hace ya tiempo que aseguró que solo lo había saludado "en dos ocasiones". Sin embargo, una grabación hecha pública por El País revela al exministro diciéndole a Villarejo: "Negaré bajo tortura que esta reunión ha existido". A pesar de la contundencia de la prueba, Fernández Díaz optó por sembrar dudas sobre la veracidad del audio, y lo atribuyó a "las maravillas de la inteligencia artificial". Lejos de asumir responsabilidades o aclarar los hechos, Fernández Díaz se atrincheró en una narrativa conspirativa sin base técnica ni respaldo judicial. Lo hizo incluso sabiendo que tanto él como su ex número dos en Interior, Francisco Martínez, se enfrentarán a un juicio en la Audiencia Nacional por una operación paralela, la llamada Operación Kitchen, con una petición de 15 años de cárcel por parte de la Fiscalía. Sáenz de Santamaría y el CNI: "Nunca recibí informes" La exvicepresidenta del Gobierno y responsable política del CNI, Soraya Sáenz de Santamaría, también tiró del guion preestablecido y negó toda implicación en la persecución a líderes independentistas. "Nunca recibí ningún informe del CNI sobre político catalán alguno", afirmó en sede parlamentaria. Sin embargo, su versión contrasta con lo revelado por el propio Villarejo en sede judicial, quien aseguró que fue ella quien pidió que el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) contra Podemos fuera "descafeinado" para no perjudicar excesivamente a la formación morada. Su intervención se completó con una defensa firme del artículo 155 aplicado en Cataluña en 2017, pero evitó por completo entrar en el fondo de las actuaciones irregulares que se habrían llevado a cabo desde el Estado para frenar el avance del independentismo mediante métodos extrajudiciales. Rajoy y su silencio calculado Por su parte, Mariano Rajoy...
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