¿Qué hace a un perro pastor como el border collie tan inteligente? La ciencia genética lo revela
Los investigadores han identificado mutaciones en ocho genes entre los perros de razas de pastoreo.

Un equipo de investigadores surcoreanos y estadounidenses ha identificado variantes genéticas responsables de las extraordinarias habilidades cognitivas, sociales y motoras que caracterizan a los perros pastores. Gracias a un análisis comparativo de genomas completos entre razas especializadas en el pastoreo y otras sin este tipo de comportamiento, el estudio revela los mecanismos genéticos que explican por qué razas como el border collie parecen ‘nacer sabiendo’ cómo trabajar con ganado.
El trabajo, publicado en Science Advances, además de ayudarnos a entender mejor el origen de la conducta de pastoreo en perros, también ofrece nuevas pistas sobre cómo ciertas funciones cognitivas y motoras complejas están relacionadas con la selección genética, tanto en animales como en humanos.
Una historia de inteligencia y especialización
Durante muchísimos siglos, los perros pastores han sido seleccionados por su capacidad para colaborar con humanos en el control de ganado. A diferencia de otros perros, estos conservan algunos instintos de caza, como la persecución y el acecho, pero carecen del impulso de matar. Además, suelen sobresalir por su inteligencia, capacidad de aprendizaje, obediencia y coordinación motora fina. Estas habilidades, que parecen tan naturales en razas como el border collie, no son fruto del azar.
Para entender su origen, el equipo liderado por Hankyeol Jeong, Jaemin Kim y Elaine Ostrander secuenció el genoma completo de 12 razas reconocidas como pastoras por el Kennel Club Americano (AKC), incluyendo border collies, pastores australianos, corgis, pastores alemanes y boyeros de Flandes. En paralelo, analizaron el genoma de 91 razas no pastoras como grupo de control.
EPHB1, el gen que da sentido al instinto pastor
Mediante técnicas avanzadas de análisis genético, los científicos identificaron más de 2600 genes sometidos a selección positiva en al menos una de las razas de pastoreo. Entre ellos destaca el EPHB1, un gen que participa en funciones como la memoria espacial, la hiperactividad locomotora y el procesamiento sensorial. Este gen mostró un haplotipo específico en los border collies de trabajo, diferente al de ejemplares criados para exposiciones de morfología.
Los investigadores comprobaron que este haplotipo se asocia con patrones motores complejos, como el de perseguir y simular una mordida, fundamental para guiar al ganado sin hacerle daño. Además, encontraron señales de cruce genético (introgresión) entre border collies y otras razas de pastoreo geográficamente distantes, como el perro boyero de Entlebuch, de origen suizo, lo que sugiere que estas habilidades han sido refinadas a lo largo de generaciones mediante selección deliberada.
Más allá del comportamiento canino
Según sus autores, este tipo de investigaciones ayudan a desentrañar cómo la genética moldea el comportamiento animal, lo que puede ofrecer pistas valiosas para el estudio de la cognición en otras especies, incluida la humana. En palabras de Hankyeol Jeong, “estos resultados nos acercan a entender cómo los genes pueden dar forma a habilidades complejas como la cooperación, la planificación o el control motor”.
Gracias a este tipo de estudios, la genética conductual canina se consolida como un modelo útil para explorar el vínculo entre el ADN y el comportamiento, un campo en plena expansión con implicaciones tanto veterinarias como neurocientíficas.
Referencia:
- Genomic evidence for behavioral adaptation of herding dogs. Hankyeol Jeong, Elaine A. Ostrander y Jaemin Kim. Science Advances (2025)