La historia de los animales en Eurovisión, entre la letra, los disfraces y el reglamento

En 2008 se modificó el reglamento para prohibir expresamente la presencia de animales vivos en el escenario.

May 17, 2025 - 08:22
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La historia de los animales en Eurovisión, entre la letra, los disfraces y el reglamento

La sexagésima novena edición del Festival de Eurovisión se está celebrando entre el 13 y el 17 de mayo en la ciudad suiza de Basilea. Allí, la cantante Melody representará a España con el tema Esa diva. Pero mientras los focos se preparan para una nueva oleada de actuaciones que suele congregar a millones de europeos (y australianos) frente al televisor, una regla vigente desde 2008 sigue marcando límites claros en lo que se puede ver sobre el escenario: está prohibido el uso de animales vivos durante las actuaciones.

La normativa fue incorporada por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) tras varias tentativas de artistas que pretendían participar en las finales nacionales acompañados de sus animales de compañía. Esta restricción se aplica también a la edición de 2025 en el recinto St. Jakobshalle de Basilea.

A pesar de la prohibición, los animales, de una u otra forma, han teniendo una presencia simbólica en el festival mediante disfraces, marionetas, performance, recursos visuales o referencias en las letras de las canciones. Este recurso creativo ha permitido que la fauna esté presente en Eurovisión de manera indirecta, con un repertorio de representaciones que abarca desde aves hasta simios o cánidos digitales.

Una norma con una excepción

La prohibición expresa de animales vivos en el escenario de Eurovisión entró en vigor en 2008. Según declaraciones recogidas entonces por medios de prensa, varios participantes en el concurso musical habían intentado incorporar a sus animales como parte de sus actuaciones, lo que motivó a la UER a modificar el reglamento.

En 2025, la norma sigue vigente. Tal como se recoge en los documentos de accesibilidad del recinto St. Jakobshalle, donde se celebrará el festival, tampoco se permite el acceso de perros de asistencia al evento. La única excepción prevista es la de los perros policía desplegados por motivos de seguridad ante amenazas específicas.

Disfraces, hologramas y referencias visuales

A falta de animales reales, la creatividad escénica ha dado paso a diversas representaciones simbólicas. En 2003, el austriaco Alf Poier presentó una parodia sobre la vida animal en granjas, con figuras de cartón representando a las especies mencionadas en la canción. En 2008, Irlanda llevó al escenario a Dustin the Turkey, una marioneta con forma de pavo que cuenta con una trayectoria como personaje televisivo y cantante en su país.

En 2016, el bielorruso Ivan expresó su intención de actuar desnudo rodeado de lobos vivos. La organización no lo permitió, y tanto los animales como su propia imagen fueron recreados mediante hologramas. En la misma edición, el presentador Mäns Zelmerlöw hizo una aparición satírica, cubriéndose con un peluche con forma de lobo. En 2017, Francesco Gabbani representó a Italia acompañado por un bailarín disfrazado de gorila, como parte de una reflexión sobre el ser humano. Ese mismo año, la cantante Dihaj llevó por Azerbaiyán a un actor con cabeza de caballo, en alusión a la narrativa emocional del tema.

Canciones con temática animal

Además de los elementos escénicos, Eurovisión ha recibido a lo largo de las décadas canciones cuyas letras o títulos hacen referencia directa al mundo animal. En la primera edición del festival, en 1956, Países Bajos incluyeron el tema De vogels van Holland, que comparaba el canto de los pájaros neerlandeses con el de otras regiones. Tres años más tarde, en 1959, el Reino Unido presentó Sing little birdie, interpretada por Pearl Carr y Teddy Johnson.

En 2013, la artista holandesa Anouk llevó al certamen Birds, una canción que marcó el regreso del país a la final tras una década. En la edición de este año, también habrá presencia simbólica animal en la participación de Irlanda, representada por la cantante EMMY, en colaboración con la compositora irlandesa Larissa Tormey. Juntas, interpretarán Laika Party, un tema dedicado a la perra soviética enviada al espacio en 1957. La canción imagina un desenlace alternativo para el viaje de Laika, que murió a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés.

Con esta propuesta, Eurovisión añade un nuevo capítulo a la relación del festival con el mundo animal. Aunque las reglas sigan impidiendo la presencia de animales no humanos en escena, la imaginación continúa llevándolos hasta el escenario, ya sea en forma de homenaje, sátira o metáfora.