El discurso de Pau Gasol en su entrada al Hall Of Fame de la FIBA

Pau Gasol ya es miembro del FIBA Hall of Fame, el último gran reconocimiento del mundo del baloncesto que suma a su legendario palmarés: campeón del Mundo en 2006 con MVP incluido, dos veces subcampeón olímpico además de un bronce, tres veces campeón del Eurobasket además de dos subcampeonatos y dos medallas de bronce, máximo […] La entrada El discurso de Pau Gasol en su entrada al Hall Of Fame de la FIBA aparece en Gigantes del Basket.

May 18, 2025 - 11:28
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El discurso de Pau Gasol en su entrada al Hall Of Fame de la FIBA
Pau Gasol ya es miembro del FIBA Hall of Fame, el último gran reconocimiento del mundo del baloncesto que suma a su legendario palmarés: campeón del Mundo en 2006 con MVP incluido, dos veces subcampeón olímpico además de un bronce, tres veces campeón del Eurobasket además de dos subcampeonatos y dos medallas de bronce, máximo anotador histórico del Eurobasket (2017), dos veces campeón de la NBA, Rookie del Año, All Star, miembro de la mítica generación de los Júniors de oro…
La emotiva ceremonia del FIBA Hall of Fame tuvo lugar en el teatro Nacional de Barein, coincidiendo con el importante congreso de mitad de ciclo de FIBA, y contó con una nueva identidad visual propia inspirada en el parqué, el lugar donde los homenajeados cosecharon su interminable lista de títulos y dejaron una huella imborrable en el baloncesto mundial.

Las frases del discurso de Pau Gasol que emocionó a todos

“Buenas noches a todos, queridos amigos, Andreas, presidente de FIBA, distinguidos invitados y compañeros homenajeados. Felicitaciones a todos, es un honor estar en la misma generación y en la gran familia del baloncesto. Es un honor para mí estar hoy aquí como miembro del Salón de la Fama de FIBA”
“Este reconocimiento es un testimonio del esfuerzo colectivo de una familia: primero y ante todo, mis compañeros de equipo, entrenadores y todo el personal de cada equipo en el que he estado. Quiero empezar reconociendo y agradeciendo a las generaciones de jugadores y entrenadores que vinieron antes que yo. Gracias por abrir el camino. Gracias por haber hecho crecer este juego”
“1992 fue, sin duda, un momento clave en la historia del baloncesto. Los Juegos Olímpicos en Barcelona. El impacto del Dream Team fue más que inspirador. Me dio a mí, y a muchos otros niños alrededor del mundo, un sueño. Algo muy poderoso. Un sueño que perseguir. Amplió el horizonte de cómo se podía jugar el juego que amamos. Creciendo, fui un poco tardío en desarrollarme. Jugué en la escuela de mi ciudad hasta los 12 años. Y un año después me uní a mi primer club después de que mi padre me enseñara un anuncio de periódico sobre una de esas Operaciones Altura. Supongo que era lo suficientemente alto como para entrar a la prueba. Nos miramos y dijimos: “¿Por qué no? Vamos a intentarlo. Supongo que al entrenador le gustó lo que vio en mí, y me uní al CB Cornellà por tres temporadas. Después de esos tres años de mucho aprendizaje y con la ayuda de mis entrenadores y compañeros, supe que estaba listo para el siguiente capítulo”
“Recibí ofertas de los mejores equipos de España, pero estaba decidido a jugar solo para uno: el FC Barcelona. Y lo hice. Me uní al equipo. Era el último jugador en la plantilla, pero eso no importaba. Sabía que, con trabajo duro, podría ganarme mi lugar. Juan Montes, un entrenador mío, me retó a mejorar defensivamente. Aíto García Reneses me enseñó la importancia del detalle y de formar buenos hábitos. Fueron cinco temporadas increíbles con el FC Barcelona”
“Y luego empezó mi camino en la NBA. En 2001, fui seleccionado por los Atlanta Hawks, y traspasado de inmediato a los Memphis Grizzlies. Fui el segundo jugador español en jugar en la NBA después del gran Fernando Martín, también miembro del Salón de la Fama. Era un chico joven de España, emocionado y decidido a entrar en un mundo completamente nuevo. Un juego más rápido, más físico, una cultura diferente, un nuevo idioma. Pero lo que encontré en Memphis fue una ciudad y un equipo que me acogieron. Me dieron espacio para crecer, aprender y, en algún momento, liderar. Siempre estaré agradecido por esa base.”
“Luego, al unirme a los Lakers, tuve el privilegio de jugar para el gran Phil Jackson y su extraordinario cuerpo técnico. Con compañeros de equipo increíbles. Ninguno más importante que mi hermano, Kobe. Nuestra conexión fue mucho más allá. Él era único. Me desafió a dejarlo todo en la cancha cada día para convertirnos en campeones de la NBA. Nunca olvidaré cómo me dio la bienvenida al equipo. Construimos algo especial. No fue fácil. Confianza, responsabilidad, compromiso inquebrantable y determinación pura. Lo extraño a él y a Gigi muchísimo.”
“La NBA me enseñó a evolucionar. A adaptarme, siempre encontrar nuevas formas de aportar valor a mi equipo. De Memphis a Los Ángeles, Chicago, San Antonio y Milwaukee. Viví diferentes sistemas, ciudades, filosofías. Cada etapa me marcó. Y siempre atesoraré las relaciones que construí y el impacto que cada uno de esos capítulos ha tenido en mi vida”
“Ahora hablemos de La Familia. Representar a España ha sido uno de los mayores honores de mi vida. Usar la camiseta de la selección nunca fue solo competir. Fue identidad, orgullo y propósito. Recuerdo la primera vez que recibí una carta física invitándome a unirme al equipo sub-17 para jugar un clasificatorio del Campeonato Europeo en Eslovenia. Hicimos el equipo, nos clasificamos, y eso nos llevó a ganar el Europeo sub-18 en Bulgaria y el Mundial sub-19 en Portugal. Nos llamaban los Golden Boys.
“Desde mi debut con la selección absoluta en el Europeo de Turquía 2001, hasta nuestra última carrera juntos en Tokio 2021, cada momento ha sido verdaderamente extraordinario. Ganamos tres oros europeos, un Mundial FIBA, y subimos al podio olímpico con dos platas y un bronce. Pero lo que más significó fue cómo lo hicimos”
“La Familia se basa en la confianza, el respeto, el compromiso y el compañerismo. Voy a nombrar algunos compañeros, porque sin ellos no estaría aquí hoy. Juan Carlos Navarro, José Calderón, Jorge Garbajosa —que creo que está por aquí cerca—, Sergio Rodríguez, Carlos Jiménez, Ricky Rubio, Rudy Fernández, Sergio Llull, Felipe Reyes y mi hermano Marc, entre muchos otros. Seguro que algunos de esos nombres les suenan. No solo fueron compañeros, fueron hermanos. Marc, literalmente. Luchamos por el otro, creímos el uno en el otro y compartimos la responsabilidad de representar a nuestro país con orgullo y pasión”.
“Nuestros entrenadores, también los quiero mencionar, fueron los conductores de nuestro éxito. Javier Imbroda, Pepu Hernández, Sergio Scariolo, entre otros. Su preparación, su confianza, su comprensión de nuestra dinámica y cómo ayudaron a construirla nos convirtieron en algo más que un equipo. Nos hicieron una fuerza. Construimos algo duradero. Inspiramos a la próxima generación de jugadores españoles, y espero que también de otros países. Para que crean que la excelencia, la humildad y la hermandad marcan la diferencia en este mundo”.
“Y ese legado significa mucho más para mí que cualquier logro individual. Tanto como este camino ha estado definido por los equipos en los que he estado, también lo ha sido por aquellos contra los que he competido. Los grandes rivales te hacen mejor. Te desafían, te empujan a evolucionar, te motivan a dar lo mejor de ti. En mi carrera internacional he tenido el privilegio de enfrentar a algunos de los mejores jugadores y equipos del baloncesto. Los partidos contra Estados Unidos, esas finales olímpicas, fueron de los juegos más intensos que he vivido. Competir contra jugadores como Kobe, LeBron, Wade, Melo, KD… la lista sigue. Y tantos partidos contra Francia, Serbia, Lituania, Grecia, Turquía, Argentina, Australia y muchos otros grandes equipos. Nunca olvidaré la competitividad de jugadores como Tony Parker, Dirk Nowitzki —que también está por aquí—, Peja Stojaković, Yao Ming, Manu Ginóbili, Andrei Kirilenko. No fueron solo rivales, fueron embajadores del baloncesto. Y todos juntos elevamos el deporte. A todos ellos, gracias”.
“A los fans, me han acompañado en cada paso. Su energía y pasión por el juego siempre me motivaron a mejorar. Gracias de todo corazón”
“Hay una frase de Kobe que dice: “Tienes que trabajar duro en la oscuridad para brillar en la luz.” El mundo a menudo ve las medallas, los trofeos, los momentos bajo los focos. Pero lo que realmente define a un atleta sucede lejos de la atención pública. El compromiso de ser la mejor versión de ti mismo. Aquí quiero agradecer a dos personas. Un gran amigo y entrenador, Pepe Casal, que me ayudó a desarrollar mi cuerpo. Yo era un tipo muy delgado. Él me ayudó a ganar masa muscular durante unos 10 años. Y luego a mi querido amigo, aquí presente, Joaquín Juan, que estuvo conmigo en muchas de esas horas oscuras durante casi 20 años. Así que solo quiero darte las gracias, Joaquín, por tu trabajo duro, por tu compromiso. Sigue trabajando, sigue trabajando. Detrás de cada logro en mi vida, detrás de cada medalla, cada campeonato, cada éxito, cada momento —también las derrotas—, está mi familia. Han sido mi mayor fuente de fuerza. Mis padres me criaron con valores que moldearon mi vida: integridad, humildad, empatía y sentido de responsabilidad. Ambos vienen del campo médico. Siempre apoyaron mis sueños, llevándome a entrenamientos, sin perderse un solo partido, motivándome a ser curioso dentro y fuera de la cancha, y recordándome que lo más importante es quién eres, no lo que logras. A mis hermanos, Marc y Adrià, me siento afortunado por todo lo que compartimos, construimos y vivimos juntos. Estoy muy orgulloso de vosotros y os quiero mucho”
“Y a mi esposa Catherine, eres mi roca, mi amor. Me ayudaste en cada cambio, especialmente al final de mi carrera. Después de una carrera tan larga, no es nada fácil. Y sacrificaste tanto de tu vida. Gracias. Te amo. Nuestros maravillosos hijos están aquí presentes, y se han hecho notar esta noche. Ser su padre es el papel más importante de mi vida. Y cada día me recuerdan lo que realmente importa. Gracias. Creo que para todos nosotros es así. Las familias que nos apoyan, que nos aman, que tienen paciencia. Es imposible medir cuánto de mi éxito realmente les pertenece. Así que este honor es tan suyo como mío”
“Pero en la vida no se trata del final ni del destino. Lo que más importa es el camino. Y el camino continúa. Una de las mayores alegrías de mi carrera ha sido ver el crecimiento del baloncesto en todo el mundo. Hoy vemos jugadores de todas partes compitiendo al más alto nivel. Inspirando a nuevas generaciones en cada rincón del planeta. El juego se ha convertido en un lenguaje universal que une a las personas, más allá de las fronteras. Refleja nuestros valores compartidos: trabajo en equipo, resiliencia y pasión. Me siento orgulloso de haber sido parte de esto.
Y estoy aún más emocionado por lo que viene. También quiero reconocer el gran progreso que hemos visto en el baloncesto femenino. Siempre ha habido talento increíble. Pero en los últimos años hemos visto una nueva ola de crecimiento y reconocimiento para las atletas femeninas. La WNBA, las competiciones FIBA, y el auge del baloncesto femenino a todos los niveles están inspirando a millones de niñas y niños a soñar en grande. El futuro del baloncesto debe incluir a todos, y debemos apoyar y elevar a nuestras jugadoras. Sigamos unidos por el crecimiento de este amado deporte. Muchas gracias a todos”

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