'Pontífice' (hacedor de puentes), 'cónclave' (con llave), urbe et orbi... el latín revive tras la muerte del Papa

Julio César y Octavio Augusto ostentaron el cargo de 'pontifex maximus'

May 8, 2025 - 18:37
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'Pontífice' (hacedor de puentes), 'cónclave' (con llave), urbe et orbi... el latín revive tras la muerte del Papa

Somos nietos de Roma y durante estos días de luto pontificio, nuestros abuelos nos hablan desde la capital del Imperio con sus antiguas fórmulas. El idioma de los emperadores está revestido de un aura casi mística digna de hechizos y misterios, pero no deja de ser nuestra lengua madre de la que las distintas lenguas romances se fueron desviando. La muerte de un Papa reactiva un complejo aparato institucional y litúrgico, que trae consigo un repertorio verbal que hunde sus raíces en el corazón de la civilización occidental. El Vaticano, en su condición de Estado y de símbolo, habla en latín cuando se dirige al mundo en los momentos en que la historia se condensa: la muerte de un pontífice, el inicio de un cónclave, la elección de un sucesor.

El vocabulario que aflora en estos días encierra siglos de tradición, de poder y de símbolo. Tomemos por ejemplo el título de pontífice máximo, que ostenta el Papa. La expresión pontifex maximus tiene su origen en la Roma más antigua, anterior a la República. Era el nombre que recibía el jefe del colegio de los pontífices, una de las instituciones religiosas más importantes de la Roma arcaica. Aunque su etimología es incierta, una de las teorías más aceptadas es la “hacedor de puentes” (pons + facere), aunque otros autores apuntan al “constructor de caminos”.

Tenemos la certeza de que en época republicana (509-27 a. C.) ya era un cargo religioso, el pontifex maximus era el cargo más alto en la religión estatal de la antigua Roma y dirigía el Colegio de Pontífices. Uno de los aspectos más interesantes es que  posiblemente en un origen la descripción del cargo fuera literal y aquellos primeros pontífices realmente tuvieran que estar involucrados en la creación de una infraestructura tan importante como un puente o camino.

Augusto vestido como pontifex maximus

Augusto vestido como pontifex maximus

Volviendo a la República romana los pontifices eran responsables de la relación entre la ciudad y los dioses, del calendario ritual y de las ceremonias públicas. El pontifex maximus garantizaba que los actos de la ciudad estuvieran en armonía con la voluntad divina. Más que un sacerdote, era un regulador del tiempo y del orden. Era un cargo extremadamente prestigioso, Julio Cesar lo fue y su heredero Octavio, primer emperador, lo incluyó en su ristra de títulos. Desde entonces acompañaría a los emperadores también  serían  pontifex maximus, despojándose de sus labores específicas pero conservando el sentido religioso para el cargo de emperador.

Después de ser absorbido por el poder imperial, lo hizo el episcopado de Roma. Que el Papa lleve hoy ese título no es un accidente: es la continuidad de una función que articula lo político, lo espiritual y lo ritual.

En paralelo, emergen otras palabras cuya raíz latina se conserva intacta: el camarlengo (de camerarius), encargado de certificar la muerte del Papa y custodiar sus aposentos y actor principal en estos días de sede vacante. Tras el funeral de este sábado y los preceptivos días de luto llegará el cónclave (de cum clave, "con llave"), que designa la reunión secreta de cardenales que deberá elegir al sucesor. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando ante las interferencias políticas, en 1274, el papa Gregorio X estableció en el Concilio de Lyon, mediante la bula Ubi periculum, que los cardenales debían permanecer encerrados “con llave” (cum clave) hasta elegir al nuevo Papa. Esta norma dio origen al actual cónclave, que hoy se celebra en la Capilla Sixtina, en el Vaticano.

Imagen de la Capilla Sixtina.

El esperado habemus papam, (tenemos papa) fórmula que anuncia al mundo la elección de un nuevo pontífice; y el solemne urbi et orbi, "a la ciudad y al mundo", que pronunciará el nuevo jerarca vaticano cerrarán este proceso que arrancó con la muerte de Francisco I.