Peinado inventa una contradicción para organizar un careo entre un alto cargo de Moncloa y la asistente de Begoña Gómez
El juez citó a Félix Bolaños pese a que un documento oficial y la explicación de un testigo habían aclarado que el entonces secretario general de Presidencia no intervino en la contratación de la asesora El juez Peinado lleva al límite el caso de Begoña Gómez falseando la declaración de un testigo para imputar a otro La instrucción del caso contra Begoña Gómez que sigue el juez Juan Carlos Peinado vivirá un nuevo hito el próximo 14 de mayo cuando se celebre el careo entre la imputada Cristina Álvarez, asesora personal de la mujer del presidente del Gobierno, y el testigo Alfredo González Gómez, el cargo de Moncloa del que dependió su contratación. La ley establece la posibilidad de celebrar esta diligencia si han aparecido contradicciones entre las declaraciones de los convocados. Sin embargo, el análisis de las declaraciones textuales en ambas comparecencias descarta que la versión de Álvarez sobre su contratación se separe en algo de la que dio Alfredo González. La tergiversación de las afirmaciones de los testigos e imputados del caso, que quedan recogidas en vídeo, ya provocó la imputación de Juan Jesús Güemes, a quien Peinado se niega a retirar esa condición pese a las evidencias. El magistrado modificó las afirmaciones de una testigo que trabaja en el IE Business School para confrontarlas con las de su jefe allí y argumentar la imputación de Güemes de acuerdo a esas supuestas desavenencias en el relato. La interpretación única de las palabras que hace Peinado está también detrás de la organización del careo del próximo. El magistrado investiga, entre otros asuntos, la contratación de María Cristina Álvarez Rodríguez en 2018 para ejercer de asistente de Begoña Gómez, un puesto que se ha cubierto para todas las esposas de presidentes del Gobierno anteriores sin que fueran objeto de causa judicial alguna. La declaración de Alfredo González tuvo como objeto esclarecer ese proceso de contratación. Según ha podido comprobar elDiario.es, González explicó que la elección para un puesto así tiene como principal requisito “la confianza” de la persona para la que va a trabajar, en este caso, Begoña Gómez. Antes, Cristina Álvarez había utilizado esa misma palabra, “confianza”, para justificar su contratación en un puesto en el que está disponible 24 horas al día, siete días a la semana, para la mujer del presidente. Se trata de personal eventual, con nivel 26 de la Administración, por el que percibe 46.000 euros brutos al año. La entonces testigo explicó, como consta por otra parte acreditado documentalmente en la causa, que su puesto dependía del Gabinete de Presidencia del Gobierno. Por su parte, Alfredo González Gómez, vicesecretario general de Presidencia en el momento de los hechos, ratificó este aspecto y explicó que, aunque él firma el nombramiento, las propuestas le llegaban desde los distintos órganos de Moncloa. En el caso de Cristina Álvarez, González dejó claro que la propuesta de su contratación partió del Gabinete de Presidencia, y no de la Secretaría General de Presidencia que dirigía entonces Félix Bolaños. José María Crespo, abogado de Cristina Álvarez, reaccionó a la convocatoria del careo entre su clienta y Alfredo González solicitando al juez una aclaración de los motivos que lo sustentan y en el que se detallasen los supuestos puntos de desacuerdo entre ambos. “Esta defensa ha repasado el contenido de las declaraciones prestadas y no ha sido capaz de identificar ninguna discordancia ni contradicción entre lo manifestado por uno y otra. Al contrario, el visionado de las declaraciones nos lleva a la conclusión de que la declaración de Alfredo González Gómez es absolutamente coincidente con las dos que prestó doña María Cristina Álvarez Rodríguez”, dice el escrito, al que aún no ha contestado Peinado. De poco sirvió un documento oficial y la declaración de Alfredo González evidenciaran que la propuesta de nombrar a Cristina Álvarez partió de un órgano distinto al que dirigía Bolaños. El juez Peinado llamó a declarar como testigo al actual ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por ser superior de Alfredo González. La citación motivó la segunda visita del magistrado a Moncloa después de haber acudido a interrogar al presidente del Gobierno el pasado septiembre. De testigo a imputada Cristina Álvarez ha comparecido ante Peinado en dos ocasiones. La primera, como testigo. La segunda, como imputada. La conversión de una figura a otra decidida por el juez, en su caso, en el de Güemes y en el del empresario Juan Carlos Barrabés, ha sido objeto de recursos por las defensas, que aprecian una afectación grave en el derecho de defensa. Al declarar como testigo, el 20 de diciembre de 2024, Álvarez tuvo obligación de contestar a todas las preguntas de cada una de las partes personadas, a decir la verdad y no pudo estar acompañada de un abogado. Esta declaración se prolong

El juez citó a Félix Bolaños pese a que un documento oficial y la explicación de un testigo habían aclarado que el entonces secretario general de Presidencia no intervino en la contratación de la asesora
El juez Peinado lleva al límite el caso de Begoña Gómez falseando la declaración de un testigo para imputar a otro
La instrucción del caso contra Begoña Gómez que sigue el juez Juan Carlos Peinado vivirá un nuevo hito el próximo 14 de mayo cuando se celebre el careo entre la imputada Cristina Álvarez, asesora personal de la mujer del presidente del Gobierno, y el testigo Alfredo González Gómez, el cargo de Moncloa del que dependió su contratación. La ley establece la posibilidad de celebrar esta diligencia si han aparecido contradicciones entre las declaraciones de los convocados. Sin embargo, el análisis de las declaraciones textuales en ambas comparecencias descarta que la versión de Álvarez sobre su contratación se separe en algo de la que dio Alfredo González.
La tergiversación de las afirmaciones de los testigos e imputados del caso, que quedan recogidas en vídeo, ya provocó la imputación de Juan Jesús Güemes, a quien Peinado se niega a retirar esa condición pese a las evidencias. El magistrado modificó las afirmaciones de una testigo que trabaja en el IE Business School para confrontarlas con las de su jefe allí y argumentar la imputación de Güemes de acuerdo a esas supuestas desavenencias en el relato.
La interpretación única de las palabras que hace Peinado está también detrás de la organización del careo del próximo. El magistrado investiga, entre otros asuntos, la contratación de María Cristina Álvarez Rodríguez en 2018 para ejercer de asistente de Begoña Gómez, un puesto que se ha cubierto para todas las esposas de presidentes del Gobierno anteriores sin que fueran objeto de causa judicial alguna. La declaración de Alfredo González tuvo como objeto esclarecer ese proceso de contratación.
Según ha podido comprobar elDiario.es, González explicó que la elección para un puesto así tiene como principal requisito “la confianza” de la persona para la que va a trabajar, en este caso, Begoña Gómez. Antes, Cristina Álvarez había utilizado esa misma palabra, “confianza”, para justificar su contratación en un puesto en el que está disponible 24 horas al día, siete días a la semana, para la mujer del presidente. Se trata de personal eventual, con nivel 26 de la Administración, por el que percibe 46.000 euros brutos al año.
La entonces testigo explicó, como consta por otra parte acreditado documentalmente en la causa, que su puesto dependía del Gabinete de Presidencia del Gobierno. Por su parte, Alfredo González Gómez, vicesecretario general de Presidencia en el momento de los hechos, ratificó este aspecto y explicó que, aunque él firma el nombramiento, las propuestas le llegaban desde los distintos órganos de Moncloa. En el caso de Cristina Álvarez, González dejó claro que la propuesta de su contratación partió del Gabinete de Presidencia, y no de la Secretaría General de Presidencia que dirigía entonces Félix Bolaños.
José María Crespo, abogado de Cristina Álvarez, reaccionó a la convocatoria del careo entre su clienta y Alfredo González solicitando al juez una aclaración de los motivos que lo sustentan y en el que se detallasen los supuestos puntos de desacuerdo entre ambos. “Esta defensa ha repasado el contenido de las declaraciones prestadas y no ha sido capaz de identificar ninguna discordancia ni contradicción entre lo manifestado por uno y otra. Al contrario, el visionado de las declaraciones nos lleva a la conclusión de que la declaración de Alfredo González Gómez es absolutamente coincidente con las dos que prestó doña María Cristina Álvarez Rodríguez”, dice el escrito, al que aún no ha contestado Peinado.
De poco sirvió un documento oficial y la declaración de Alfredo González evidenciaran que la propuesta de nombrar a Cristina Álvarez partió de un órgano distinto al que dirigía Bolaños. El juez Peinado llamó a declarar como testigo al actual ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por ser superior de Alfredo González. La citación motivó la segunda visita del magistrado a Moncloa después de haber acudido a interrogar al presidente del Gobierno el pasado septiembre.
De testigo a imputada
Cristina Álvarez ha comparecido ante Peinado en dos ocasiones. La primera, como testigo. La segunda, como imputada. La conversión de una figura a otra decidida por el juez, en su caso, en el de Güemes y en el del empresario Juan Carlos Barrabés, ha sido objeto de recursos por las defensas, que aprecian una afectación grave en el derecho de defensa.
Al declarar como testigo, el 20 de diciembre de 2024, Álvarez tuvo obligación de contestar a todas las preguntas de cada una de las partes personadas, a decir la verdad y no pudo estar acompañada de un abogado. Esta declaración se prolongó durante más de 50 minutos. Comenzó preguntando el juez si conocía a alguno de los cinco investigados o tenía alguna relación con ellos. Ella respondió en algunos casos que los conocía y en el de Begoña Gómez precisó que era su “amiga”.
A continuación, ya a pregunta del fiscal, Cristina Álvarez afirmó: “En el 2 de junio del 2018 yo trabajaba en una empresa de formación y luego después, cuando el presidente de Gobierno ganó la moción de censura y llegó a La Moncloa, se puso en contacto conmigo Begoña Gómez por teléfono y me dijo que le habían comentado, cuando llegó a Moncloa, que podía tener una persona de confianza y de asesoramiento y que había pensado en que esa persona le gustaría que fuese yo. A lo cual le comenté que bueno, que ok. Y empecé a trabajar el 16 de… de… creo recordar 16 de julio del 2018 en un cargo de empleada pública, que es eventual, nivel 26, adscrito al Gabinete de la Presidencia del Gobierno”.
El 26 de febrero se produjo la declaración como testigo del vicesecretario general de Presidencia, Alfredo González Gómez. Durante la misma se le mostró un documento, por orden del juez, donde ya se acredita que la contratación de la asistente de Begoña Gómez era propuesta por Presidencia del Gobierno. Al juez no le importó e insistió en que, como el testigo trabajaba en Secretaría General de Presidencia, quería preguntarle por su jefe de entonces, quien es, como es de común conocimiento, el hoy ministro de Justicia, Félix Bolaños.
Juez Peinado: ¿Recuerda haber hablado con alguien de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno en relación con este nombramiento?
Testigo González: No, no lo recuerdo en esa época. Ya le digo, ya le he comentado, que tramité muchos, decenas, 80 o 90 nombramientos, porque era un periodo, un periodo, de cambio de Gobierno, que es cuando se sustituye todo el personal eventual. Salen un número importante de personas de puestos eventuales y entra otro número importante de personas. En aquellos meses, yo tramité muchas propuestas de nombramiento como esa que usted me ha… me ha, me ha, mostrado.
Más adelante, el testigo explica al juez que las propuestas de nombramiento correspondientes a órganos directivos de Moncloa distintos de aquel al que estaba asignado, la Secretaría General de Presidencia, “procedían de los titulares de estos órganos o de sus jefes de Gabinete o de los directores”.
La intención del juez se adivina en que, pese a que el testigo le explica que Bolaños no tuvo relación con la contratación de Álvarez, Peinado insiste: “¿Personas? ¿Francisco Martín Aguirre o Félix Bolaños, usted despachaba o se reunía con periodicidad?
Testigo: Evidentemente, era mi superior y era el jefe de gabinete [Francisco Martín Aguirre] de mi superior.
Juez: ¿Y con qué periodicidad se reunía con él?
Testigo: Pues, básicamente, todos los días porque teníamos los despachos al lado. Eran momentos de muchísima carga de trabajo, despachábamos multitud de asuntos en aquellos… aquellos meses
Posteriormente, y a preguntas de la abogada de Vox, queda despejada cualquier duda si la siguiera habiendo.
Abogada: ¿Sabe si corresponde al señor Bolaños o a su jefe de gabinete o a los otros órganos que nos ha nombrado? ¿Tampoco recuerda ni lo ha mirado para declarar hoy aquí?
Testigo: No, lo que he visto en el documento que se me ha mostrado es que el puesto estaba adscrito al Gabinete de Presidencia del Gobierno, no a Secretaría General de Presidencia.
Sin interés por Iván Redondo
La intención de Peinado de llegar hasta Bolaños queda en evidencia cuando la abogada de Vox apunta a Iván Redondo, como la persona que pudo proponer de asistente a Cristina Álvarez. Redondo era entonces jefe de Gabinete de Presidencia, el órgano que propuso el nombre de la asistente de Begoña Gómez. Podría haber sido él personalmente o el órgano que dirigía quien realizara la propuesta de nombramiento. Sin embargo, el juez no ha mostrado ningún interés en citar a Redondo, quien está fuera del Gobierno y de la política desde hace casi cuatro años.
A la pregunta de la letrada de Vox de cómo se llamaba el director de Gabinete de Presidencia en el año 2018. “Se llamaba Iván Redondo”, contesta Alfredo González. “Pero si me permite, señoría”, continúa el testigo, “esto sí lo recordaría, y yo no he recibido, no recibí ninguna solicitud de nombramiento por parte de Iván Redondo”. Juez Peinado: “Vale, pues muchas gracias. ¿Alguna otra pregunta, señora letrada?”.