Marta Luisa de Noruega se sincera sobre el suicidio de su exmarido, Ari Behn
El escritor se quitó la vida en 2019, a los 47 años.

Es cierto que hoy por hoy, la casa real de Noruega tiene multitud de frentes abiertos. Todos ellos, además, copando los titulares y las investigaciones de los medios de su país: por un lado, por supuesto, las complicaciones de salud tanto de Mette-Marit, ya que la princesa heredera padece una enfermedad crónica —fibrosis pulmonar— que en los últimos meses se ha agravado, impidiéndole trabajar y acudir a diversos actos y eventos, como de la reina consorte, Sonia de Noruega, quien a sus 87 años tuvo que ser evacuada hace unas semanas en helicóptero de su residencia vacacional, al norte de Oslo, debido a unos problemas respiratorios por los que hubo de ser ingresada en el hospital.
Por otro lado, por supuesto, un nombre propio, Marius Borg, primogénito de Mette-Marit y de Morten Borg, un novio exconvicto anterior a su actual marido, el príncipe heredero Haakon de Noruega. El joven de 28 años acumula ya cuatro acusaciones de violación en menos de un año, poniendo en jaque a la monarquía, teniendo prohibida la entrada a palacio pero viviendo, con un cambio de look, en Copenhague, donde sigue saliendo de fiesta en discotecas a pesar de estar siendo investigado por más posibles delitos.
Sin embargo, si hubo un acontecimiento reciente que sacudió a la casa real de Glücksburg ese fue, sin duda, el que tuvo lugar la Navidad de 2019, cuando el escritor Ari Mikael Behn, exmarido de Marta de Luisa de Noruega —quien sería la heredera al trono si en el momento de nacer ella y su hermano no hubiese estado todavía vigente la ley sálica del país escandinavo—, se suicidó a los 47 años debido a los problemas de salud mental que atravesaba, así como a una adicción al alcohol pasada de la que se estaba recuperando.
Increíblemente, y a pesar del trauma que significó para todos los que le conocían, su exesposa apenas si había hablado de manera pública en todo este tiempo sobre el incidente. Y es que supuso un dolor y una tristeza tan enormes para quienes compartieron con él su vida que incluso se llegó a decir que su nueva relación y matrimonio con el chamán estadounidense Durek Verrett venía motivado por aquella muerte.
Ahora, sin embargo, la primogénita de los reyes Harald V y Sonia ha decidido romper su silencio y sincerarse en una entrevista que le ha concedido al pódcast Who's Your Daddy? (literalmente, "¿Quién es tu papá?") del influencer Sebastian Solberg. En ella, Marta Luisa no ha dudado en resolver algunas dudas sobre cómo ella y sus tres hijas afrontaron el duro golpe, en unas fechas además tan marcadamente familiares, y la forma en la que han salido adelante ayudándose las unas a las otras.
"Es lo peor que me ha pasado jamás. Sobre todo, porque se trataba de un duelo muy repentino", ha explicado la princesa, que ha reconocido de igual forma que lo sorpresivo del fallecimiento de Behn se tradujo para ella en un tremendo bajón anímico que vino acompañado de "mucha exigencia física" para mantener la entereza. "Me sentía como si hubiera corrido una maratón todos los días", ha recordado Marta Luisa.
Entre lágrimas y con la voz tomada por la pena, la princesa ha revelado que, seis meses después de lo sucedido, en mitad de la pandemia, entró "en una depresión tremenda", en la que "apenas si podía" levantarse "de la cama". "Me sentía devastada al cien por cien", ha confesado, así como que era consciente de que se trataba de una situación muy complicada porque "no puedes comer ni dormir" y, sin embargo, debía ser un ejemplo para sus hijas adolescentes, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, que ahora tienen 22, 20 y 16 años, respectivamente, y que debían estar acompañadas y no sentirse solas las 24 horas del día.
Asimismo, Marta Luisa también ha querido detallar que, aunque le criticasen en exceso, achacándole lo sucedido, dado que Ari Behn entró en depresión tras su divorcio, este se había producido tres años antes de su muerte. Tras más de una década juntos, la princesa y el escritor habían decidido separar sus caminos en el verano de 2016, por lo que era injusto culparla a ella de su suicidio. "En aquella época, lo más importante para mí era proteger a mis hijas. Y las antepuse sobre cualquier otra cosa. Por eso tragué con todo lo que decían [de mí]. No sirve de nada echarle la culpa al otro", ha puntualizado.
Por último, ha querido apostillar que su relación con Behn fue buena hasta el último día, en el que de hecho estaba invitado a la cena de Navidad con la familia real, porque así lo decidieron por el bien de sus tres niñas, de las que tenían la custodia compartida y razón por la que Ari se compró una casa en Lommedalen, localidad cercana a la casa de Marta Luisa.
Aun así, comprobaron que no era lo más idóneo para sus hijas que estuvieran yendo y viniendo de cada casa, por lo que finalmente decidieron que serían ellos los que habitarían la misma casa por turnos y que sus hijas no se estarían moviendo todo el rato. "No estaba saliendo bien, no funcionaba [el método]. Así que decidimos que seríamos nosotros los que comenzaríamos a mudarnos a esa para que hubiera una mayor tranquilidad para ellas", ha finalizado.