Los visitantes no tienen dudas con los Patios de Córdoba: «Les damos una notaza, un diez sobre diez»

En todas partes hay monumentos, iglesias hermosas, calles y paisajes que seducen, pero sólo en Córdoba están los patios . Lo saben quienes visitan la ciudad en estos días y venían en busca de algo que no podían encontrar en otro lugar, o no lo buscaban exactamente, pero lo han encontrado. No hay ninguna duda entre los visitantes: los Patios de Córdoba merecen un diez. Lo saben Juan Miguel Fernández y Flora Torres, que no nacieron en la ciudad, aunque desde hace una década viven en ella. Son de Cartagena y tienen claro lo que hay que hacer en estos días de mayo: «No fallamos nunca». Como los cordobeses, y lo son de adopción tras una década, tienen sus trucos para evitar colas y buscar sorpresas. Así que varían la ruta todos los años y encuentran siempre algo que les llama la atención: «Son una maravilla . Esto es algo único. Disfrutamos mucho de verlos y de su variedad de flores. Vale la pena venir». Así que la nota está clara. « Diez sobre diez . Aunque no ganen el trabajo que necesitan todo el año tiene mucho valor». En el patio de Santa Marta están María Fabrega y Joana García , que llegan de Barcelona con un grupo de jubilados y que están disfrutando. «Una pasada», afirma María para resumir. No sólo por la variedad floral y por la belleza, sino por la atención que reciben de los propietarios y cuidadores, porque responden con gentileza y paciencia a todas las preguntas que hacen. Les ha sorprendido las especies , como el naranjo que tiene injertadas también ramas de limonero , y han encontrado satisfechas todas las dudas. Es algo clásico de los Patios de Córdoba lo de buscar el diálogo con lo dueños para que les hablen de sus plantas más especiales. «También nos han dicho que es un patio verde, y todo muy bien», resumen. Otro diez según el punto de vista de estas visitantes barcelonesas que llevan varios días encantadas con lo que están encontrando en los Patios de Córdoba. Alicia y Alejandro llegan desde Madrid con sus hijas, y no es la primera vez que visitan los Patios de Córdoba. El viaje les ha coincidido y elogian que «están muy bien cuidados ». «Ayer ya vimos unos cuantos y es un plan familiar muy bonito, muy recomendable», cuenta Alicia. Lo que queda es otro diez, «una notaza». En la calle Maese Luis, que tiene tres recintos abiertos y colas en todos ellos, hay varios grupos, camina una pareja de jóvenes, que los encuentran «preciosos» , y también un grupo de personas mayores. «Venimos de La Coruña y acabamos de empezar, pero nos están encantando», concluyen. Rosa María Pons y Antonio Prats viven en Mallorca , y también están disfrutando de la visita. Como muchas personas mayores, se interesan por las especies y los patios les parecen «preciosos». Paran en el hotel Averroes, muy cerca de la calle Agustín Moreno, y por lo tanto han tenido tiempo en varios días de visitar los barrios antiguos y sumergirse en ellos. Les gusta mucho y no han notado que, conforme a las advertencias, haya demasiada gente. «Nosotros venimos de Mallorca y eso sí que es turismo », se quejan de lo que viven en las Islas Baleares.

May 16, 2025 - 15:04
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Los visitantes no tienen dudas con los Patios de Córdoba: «Les damos una notaza, un diez sobre diez»
En todas partes hay monumentos, iglesias hermosas, calles y paisajes que seducen, pero sólo en Córdoba están los patios . Lo saben quienes visitan la ciudad en estos días y venían en busca de algo que no podían encontrar en otro lugar, o no lo buscaban exactamente, pero lo han encontrado. No hay ninguna duda entre los visitantes: los Patios de Córdoba merecen un diez. Lo saben Juan Miguel Fernández y Flora Torres, que no nacieron en la ciudad, aunque desde hace una década viven en ella. Son de Cartagena y tienen claro lo que hay que hacer en estos días de mayo: «No fallamos nunca». Como los cordobeses, y lo son de adopción tras una década, tienen sus trucos para evitar colas y buscar sorpresas. Así que varían la ruta todos los años y encuentran siempre algo que les llama la atención: «Son una maravilla . Esto es algo único. Disfrutamos mucho de verlos y de su variedad de flores. Vale la pena venir». Así que la nota está clara. « Diez sobre diez . Aunque no ganen el trabajo que necesitan todo el año tiene mucho valor». En el patio de Santa Marta están María Fabrega y Joana García , que llegan de Barcelona con un grupo de jubilados y que están disfrutando. «Una pasada», afirma María para resumir. No sólo por la variedad floral y por la belleza, sino por la atención que reciben de los propietarios y cuidadores, porque responden con gentileza y paciencia a todas las preguntas que hacen. Les ha sorprendido las especies , como el naranjo que tiene injertadas también ramas de limonero , y han encontrado satisfechas todas las dudas. Es algo clásico de los Patios de Córdoba lo de buscar el diálogo con lo dueños para que les hablen de sus plantas más especiales. «También nos han dicho que es un patio verde, y todo muy bien», resumen. Otro diez según el punto de vista de estas visitantes barcelonesas que llevan varios días encantadas con lo que están encontrando en los Patios de Córdoba. Alicia y Alejandro llegan desde Madrid con sus hijas, y no es la primera vez que visitan los Patios de Córdoba. El viaje les ha coincidido y elogian que «están muy bien cuidados ». «Ayer ya vimos unos cuantos y es un plan familiar muy bonito, muy recomendable», cuenta Alicia. Lo que queda es otro diez, «una notaza». En la calle Maese Luis, que tiene tres recintos abiertos y colas en todos ellos, hay varios grupos, camina una pareja de jóvenes, que los encuentran «preciosos» , y también un grupo de personas mayores. «Venimos de La Coruña y acabamos de empezar, pero nos están encantando», concluyen. Rosa María Pons y Antonio Prats viven en Mallorca , y también están disfrutando de la visita. Como muchas personas mayores, se interesan por las especies y los patios les parecen «preciosos». Paran en el hotel Averroes, muy cerca de la calle Agustín Moreno, y por lo tanto han tenido tiempo en varios días de visitar los barrios antiguos y sumergirse en ellos. Les gusta mucho y no han notado que, conforme a las advertencias, haya demasiada gente. «Nosotros venimos de Mallorca y eso sí que es turismo », se quejan de lo que viven en las Islas Baleares.