Los perros también escuchan incluso cuando les hablamos en tono neutro

El estudio revela que los perros reconocen su nombre en una frase de habla irrelevante y monótona.

May 8, 2025 - 06:54
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Los perros también escuchan incluso cuando les hablamos en tono neutro

Quienes convivimos con perros hablamos con ellos constantemente. En el paseo, al volver a casa o mientras preparamos la comida. Desde hace tiempo, sabemos que su atención se activa ante un tipo de habla muy específica, la conocida como ‘habla dirigida a perros’ (DDS, dog-directed speech), caracterizada por un tono agudo, exagerado y cargado de intención afectiva. Pero, ¿y si no necesitáramos hablarles exageradamente para que entiendan nuestras palabras?

Un nuevo estudio publicado en la revista Animal Cognition plantea que los perros pueden reconocer contenido incluso cuando se les habla en tono monótono, sin expresión emocional. Esto podría parecer contradictorio con investigaciones recientes que indicaban una mayor activación cerebral en perros al escuchar voces femeninas o registros afectivos, como la prosodia infantilizada, pero lejos de contradecirse, todos los hallazgos solo resaltan que aún nos queda mucho por aprender sobre la capacidad cognitiva canina.

Quién sabe si, como resultado de siglos de domesticación y convivencia, los perros estén desarrollando habilidades cada vez más refinadas para interpretar nuestro lenguaje, incluso cuando no les hablamos como solemos hacerlo.

Separar el tono del contenido

El estudio fue desarrollado por un equipo interdisciplinar de las universidades de Lincoln, Sussex y Jean Monnet. Su objetivo era determinar si los perros responden exclusivamente a la entonación emocional o si también pueden identificar palabras significativas en discursos carentes de prosodia afectiva.

Para su elaboración, contó con la participación de 53 perros de compañía reclutados mediante anuncios en redes sociales o el boca a boca. Tras descartar algunos casos por distracciones o comportamientos no adecuados, se analizaron los datos de 49 perros (24 hembras y 25 machos) de 39 razas y mestizos, con edades comprendidas entre 9 meses y 12 años. Se diseñó un experimento en el que se presentaba a los perros una secuencia de frases sin relevancia para ellos, habladas en tono monótono, dentro de las cuales se insertaban comandos familiares como ‘nombre del perro, vamos’. Las frases fueron grabadas por los propios titulares de los animales, que llevaban auriculares con cancelación de ruido y escuchaban música para evitar influir en las reacciones de sus perros. Estos comandos aparecían en dos versiones: con entonación alegre y habla dirigida a los perros (DDS) y con una prosodia neutra. El objetivo era comprobar si los perros podían identificar las frases significativas incluso cuando se emitían sin carga emocional.

El resultado fue que los perros no solo respondieron a comandos con la familiar prosodia exagerada, sino que también identificaron aquellos pronunciados en tono monótono, ignorando el resto del discurso. En otras palabras, no se limitan a reaccionar al tono: escuchan activamente y seleccionan la información relevante.

La atención está en los detalles

Este hallazgo se relaciona con lo que en ciencia cognitiva se conoce como el efecto de fiesta de cóctel’: la capacidad de una persona para centrar su atención en una conversación concreta en medio del ruido de fondo. En el caso de los perros, este estudio sugiere que también pueden aislar el contenido importante incluso si no se les habla de forma llamativa.

De hecho, los investigadores observaron que los perros respondían con mayor precisión cuando el comando iba precedido de una breve pausa. Este detalle apunta a que podrían utilizar señales estructurales del lenguaje para segmentar la información, de modo similar a como lo hacen los bebés humanos al aprender a reconocer palabras en el flujo continuo del habla.

La eficacia de la prosodia y el contenido

Aunque el estudio demostró que los perros pueden comprender palabras significativas en tono neutro, también reafirmó que la entonación exagerada sigue teniendo un efecto más positivo sobre su atención. Las respuestas más marcadas se dieron cuando el mensaje combinaba contenido significativo con prosodia exagerada, lo que confirma que esta forma de hablar sigue siendo una herramienta valiosa para captar su interés.

Curiosamente, cuando los investigadores usaron frases sin contenido pero pronunciadas con tono infantilizado, los perros reaccionaron de manera similar a cuando escuchaban contenido real en tono monótono. Esto sugiere que los perros valoran tanto el cómo como el qué se dice, y que ambos factores pueden ser igual de eficaces para captar su atención, dependiendo del contexto.

Experiencia, exposición y domesticación

Los investigadores también analizaron si había diferencias en la respuesta según el género de la persona que hablaba. Aunque estudios anteriores indicaban una mayor eficacia de la voz femenina, en este caso no se observó una diferencia clara. Tanto hombres como mujeres consiguieron resultados similares, lo que podría deberse a que los perros de hoy están expuestos a una gran variedad de voces desde cachorros.

Este tipo de comprensión del habla podría deberse, según los autores, a una combinación entre aprendizaje por exposición y una arquitectura cerebral modelada por la domesticación. Al convivir con los humanos durante más de 15.000 años, los perros podrían haber desarrollado capacidades de aprendizaje estadístico similares a las que usan los niños pequeños para aprender el lenguaje.

En investigaciones previas, algunos perros llegaron incluso a superar a niños humanos de un año en tareas de reconocimiento de nombres, lo que refuerza la idea de que los canes son oyentes mucho más atentos de lo que imaginamos.

Por el momento, lo que esta investigación nos permite afirmar es que nuestros perros no solo nos oyen: nos escuchan activamente. Incluso cuando no alzamos la voz, ni usamos el tono cantarín que les gusta.

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