Los directivos de la Seguridad Social llevan su huelga a las puertas del ministerio: "Estamos bajo mínimos y envejeciendo"
Denuncian un "colapso" en la gestión de prestaciones y reclaman refuerzos y mejores retribuciones.

La Seguridad Social vive desde hace meses un conflicto laboral atípico. Decenas de directores y subdirectores provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) —el organismo que se encarga de reconocer y mantener prestaciones como las pensiones o las bajas laborales— acumulan varias semanas de paros parciales ante una situación que califican de "colapso" en el organismo. Sostienen que el envejecimiento acelerado de las plantillas, las jubilaciones y la asunción de nuevas prestaciones como el ingreso mínimo vital (IMV) en 2020 han disparado su carga de trabajo al límite.
Este lunes, transcurridas ya varias semanas de paros parciales los martes, miércoles y jueves, dan un paso más y llevan su protesta a la sede del ministerio. En ella exigirán al departamento que dirige la ministra Elma Saiz que ofrezca "soluciones estructurales" a sus peticiones y que se abra un canal de diálogo. Desde el ministerio se muestran dispuestos a escuchar las demandas de "todos los colectivos" y trasladan que está comprometido en mejorar las condiciones laborales, así como que el diálogo es constante. Pero el conflicto sigue sin visos de resolverse.
La movilización es atípica porque se lleva a cabo sin respaldo de los sindicatos ni apoyos totales de otras asociaciones profesionales, por lo que los manifestantes han decidido constituirse como comité de huelga para tratar de hacerse oír. Sus impulsores son decenas de mandos intermedios (funcionarios de carrera, no cargos de designación política) en un organismo (el INSS) que cuenta con más de 11.000 trabajadores.
Todo empezó en 2023, recuerda un director provincial del INSS con el que ha hablado 20minutos, cuando comenzaron a organizarse y a enviar cartas al ministerio denunciando su situación y reclamando una reunión. El movimiento surgió inspirado por las movilizaciones de los médicos inspectores de la Seguridad Social, que lograron mejoras retributivas con una huelga en la que denunciaban, entre otras cosas, sus elevadas cargas de trabajo tras asumir nuevas competencias.
"La asunción en 2020 del ingreso mínimo vital ha sido la gota que ha colmado el vaso", rememora el director provincial mencionado anteriormente. Junto a él, el INSS ha tenido que lidiar con la creación de nuevos complementos a las pensiones, el aumento en las bajas laborales y el comienzo de las jubilaciones masivas de la generación del baby boom que se empieza a hacer notar. Todo ello con una plantilla que, denuncian, va en declive porque ellos los trabajadores del INSS también se están jubilando y las reposiciones son insuficientes.

"Estamos envejeciendo. Estamos bajo mínimos y todo está funcionando por la buena profesionalidad de la gente que lleva mucho tiempo en el INSS", comenta otra de las huelguistas en una provincia castellanoleonesa a este periódico. La queja que trasladan los manifestantes es que los expedientes se van acumulando. "Notas el incremento y ves que no puedes sacarlo. Nunca había visto nada parecido, ni siquiera en periodos de pandemia, que fueron complicados", señala. "Es desesperante, quieres sacar el trabajo y no puedes", añade.
En concreto, los directores y subdirectores provinciales movilizados señalan que hay 100.000 solicitudes de ingreso mínimo vital pendientes, 80.000 expedientes de incapacidad permanente y que las quejas ciudadanas se han multiplicado por seis en dos años. Cifras a las que, desde Seguridad Social, no dan credibilidad en algunos casos y, en otros, matizan.
Otra de las reivindicaciones del colectivo es que los refuerzos que llegan a las plantillas a menudo son de interinos que están de paso. "Nos lanzan gente sin ningún tipo de formación", lamenta el director provincial mencionado anteriormente. "Algunos interinos vienen en situaciones que igual están en otra bolsa de empleo y te lo quitan y meten a otra persona a los siete u ocho meses, tienes que volver a formar a otro. Nosotros alguna plaza de interino la hemos llegado a cubrir hasta cuatro y cinco veces. Te puedes imaginar el caos", añade.
Desde el ministerio, el diagnóstico de la situación es bien diferente. No aprecian esa situación de "colapso" de la que hablan los manifestantes, aunque sí reconocen que la asunción de nuevas prestaciones como el IMV "han supuesto un aumento de tareas en un momento en el que el personal estaba en mínimos históricos tras muchos años de tasas de reposición cero que no cubrían el alto nivel de jubilaciones del personal".
De igual modo, trasladan que el "plan de choque" desplegado por el Gobierno, con 2.500 plazas convocadas para cuerpos administrativos específicos de la Seguridad Social ya está dando resultados. Desde el colectivo de directores y subdirectores provinciales trasladan que serían necesarias más del doble de plazas para cubrir las jubilaciones y reforzar las plantillas tras las nuevas prestaciones asumidas.