Los choques entre Montero y Cerdán en Ferraz llegan al extremo: apenas se hablan y crispan a Sánchez

Vozpópuli reconstruye las horas más tensas vividas en el Congreso el pasado jueves a pocos días de conocerse un informe de la UCO que apunta al 3 del PSOE

May 11, 2025 - 06:23
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Los choques entre Montero y Cerdán en Ferraz llegan al extremo: apenas se hablan y crispan a Sánchez

Rara vez, desde que fue elegido presidente del Gobierno, en 2018, Pedro Sánchez se había quedado a almorzar -ni que fuera un tentempié, como este jueves-, en el Congreso de los Diputados. Algunas fuentes apuntan a que, posteriormente, comió también con Francina Armengol. Lo habitual, en su caso, es que cuando finaliza su intervención o cualquier votación, se marche rápidamente hacia el Palacio de La Moncloa. Pero hizo una excepción, hace tres días, para tomar un refrigerio rápido en la planta 1 del palacio, con su número dos en el partido y en el Ejecutivo, María Jesús Montero, ya que la sevillana tenía que coger un AVE a las dos del mediodía. Llegó al tren in extremis, con las puertas casi cerrándose.

Con el decreto de los aranceles salvado, gracias al apoyo, una vez más, de Junts per Catalunya -no sin antes pasar por caja-, el presidente aprovechó su presencia en la Cámara baja para reunirse con sus colaboradores más cercanos. El primero al que citó, en uno de los despachos de la zona de gobierno, en el pasillo que da acceso al hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, fue al secretario de Organización socialista, a Santos Cerdán. Esperándole, Sánchez, no estaba solo. Con él aguardaba el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que también estuvo presente en esa "tensa" cita.

Al diputado por Navarra, según el relato de esas mismas fuentes, Sánchez le hizo varias preguntas respecto a los dedos que le señalan ante su posible participación en el 'caso Koldo'. Un informe que elabora la UCO desde hace varias semanas, que según ha podido saber Vozpópuli podría llegar a manos del juez instructor este próximo viernes, genera nerviosismo en Ferraz y en el Palacio de la Moncloa. "Santos, como mínimo, lo sabía todo y lo tapó inicialmente", explica en conversación con este diario una persona que durante muchos años trabajó en el cuartel general de los socialistas. Y que conoce bien a todos los personajes implicados.

Pero aparte de esas preguntas, de cara, seguramente, a evitar posibles sorpresas en un futuro más que inminente, Sánchez también afeó a Santos Cerdán su actitud como lugarteniente en Ferraz. El presidente, explican las diferentes fuentes conocedoras de lo que ocurrió, le reprochó "las zancadillas" que le pone permanentemente a la vicesecretaria general, María Jesús Montero, en su día a día como número dos del partido. "Le hace la vida imposible como se la hizo a Adriana Lastra, hasta que logró que dejase el cargo", relata otra fuente que estuvo muy cerca de la actual delegada del Gobierno en Asturias durante ese tiempo. Tras ese encuentro con Sánchez y Bolaños, Cerdán salió de la zona de gobierno "con la cara desencajada".

Tentempié con Montero

Tras escuchar la versión del número 3 del Partido Socialista, al que Sánchez reconfirmó en el cargo el pasado mes de diciembre en Sevilla, aunque muchos lo daban por amortizado, el presidente del Gobierno se vio con María Jesús Montero. En este caso, a diferencia de con Cerdán, no fue dentro la zona de gobierno, con ministros y asesores entrando y saliendo y sin la discreción requerida para un encuentro de estas características. Ambos se subieron a una planta más arriba, a la 1, donde tienen el despacho algunos de los dirigentes socialistas.

El breve almuerzo, en el que solo estuvieron presentes ambos, se produjo sobre la una del mediodía ya que la vicepresidenta del Gobierno tenía billete de AVE para las dos. Y, estos días de feria, es muy difícil cambiar un billete de tren para un séquito tan grande como el suyo. Llegó al andén cuando ya sonaba el timbre del cierre de puertas y realizó el viaje, según viajeros que fueron en su mismo tren, en una salita reservada para autoridades, sin estar a la vista del resto del pasaje. Es habitual que los ministros y otros miembros del Gobierno utilicen este espacio para sus desplazamientos para garantizar una mayor discreción.

A la salida en la estación de Santa Justa, veinte minutos antes de las cinco de la tarde, "se le veía tensa". Le preguntaron si iría a la Feria, lugar al que siempre suele ir cuando llega a Sevilla, más aún ahora que es líder del PSOE-A, y respondió que "no, estoy cansada". También rechazó hablar ante la prensa ya que "la gente está muy cansada de canutazos". Se subió en su coche oficial y se marchó para su domicilio rápidamente. Tampoco se le vio el viernes. En sus redes sociales, donde es muy activa, únicamente apareció para felicitar al Real Betis y a los béticos -su equipo-, tras lograr llegar a la final de la Conference League.

Situación crítica

El presidente del Gobierno sigue tirando de su particular 'Manuel de Resistencia' para mantenerse en el poder, haciendo ver que nada le afecta. Excepto las investigaciones judiciales sobre su esposa, Begoña Gómez, que perturbaron momentáneamente su templanza, con la ya famosa carta y los cinco días de reflexión 'fake'. Pero la situación, explican personas de su entorno, es crítica. Cada vez son más los casos de corrupción que cercan a su Gobierno y la lucha por el poder interno, que llegó a su máximo esplendor, precisamente, durante esos cinco días en los que amagó con dimitir, han vuelto a aflorar una guerra fratricida por hacerse con su trono cuando lo deje. Aunque él, por voluntad propia, dijera el miércoles que no tiene intención de dejarlo hasta 2031.