Trabajadores de Barajas denuncian la indiferencia de AENA con los sintecho: "Ni un cambio en dos meses"

A pesar del 'boom' informativo que tuvo la existencia de 500 indigentes en las terminales y lo que esto provoca, la realidad sigue siendo la misma

May 1, 2025 - 04:25
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Trabajadores de Barajas denuncian la indiferencia de AENA con los sintecho: "Ni un cambio en dos meses"

Cantaba Julio Iglesias, mito de la canción española, aquello de "la vida sigue igual". Una frase, de la que se ha adueñado el imaginario colectivo, que sirve para miles de situaciones en nuestro día a día. Que se lo digan a los trabajadores del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, quienes viven inmersos en un bucle que ríete tú del concepto del eterno retorno de Nietzsche.

A finales de febrero de 2025, hace poco más de dos meses, salió a la luz que 500 personas sintecho llevaban viviendo bastante tiempo en las terminales del aeropuerto, especialmente en la T4. Situados en el lado tierra, estos centenares de indigentes están causando el caos en las instalaciones.

Destrozan los baños, ocupan asientos que están destinados a viajeros, amedrentan a los trabajadores que deben realizar su trabajo de forma diaria y, sobre todo, dan una imagen del transporte aéreo nacional absolutamente lamentable.

La cantidad, a día de hoy, es desorbitada. Las autoridades y organismos encargados de gestionarlo cifran en 500 los okupas existentes. Se dividen en dos grupos, por un lado, inmigrantes irregulares que acampan en las terminales sin idea de abandonarla y, por otro, decenas de personas que, por infortunios de la vida, atraviesan un bache económico o social y necesitan donde pasar algunas noches.

En palabras de los empleados que denunciaron esta situación, y con los que contactó en primer lugar Vozpópuli, preocupan especialmente los violentos, desequilibrados mentales y politoxicómanos. Estos tienen sometidos a los empleados y limpiadoras del aeropuerto, obligadas a cumplir con su trabajo acompañados de personal de seguridad.

De este modo, evitan que les increpen, zarandeen o agredan verbalmente. "Tienen miedo", así de contundente se expresan desde el sindicato ASAE, que es quien está tratando de lidiar con una situación ya insostenible.

También destacar la colaboración de Comisiones Obreras en este asunto, quienes han trasladado por carta a la empresa South Europe Ground Services, subcontrata que en la actualidad emplea al personal de las terminales, que interceda ante AENA para trasladar la coyuntura. 

Las escenas que se desarrollan en las terminales, especialmente en la T4, por razones evidentes de tamaño, son dantescas. Baños arrasados, heces por las paredes, destrucción de mobiliario y un sindiós generalizado. Mientras tanto, AENA se 'lava' las manos, al igual que el Ministerio de Transportes.

La inacción del Gobierno central ha perpetuado una tesitura que se lleva dando en los últimos diez años, pero que se ha multiplicado por diez hasta alcanzar los 500 sintecho. No es extraño ver colchones en los ascensores y escenas de prostitución en los baños.

Sin soluciones dos meses después

El asunto llegó a oídos del Ministerio de Transportes, el Ayuntamiento de Madrid, Delegación del Gobierno y la propia Comunidad. Tras varias reuniones, un intento en falso de desalojarlos por parte de AENA, y promesas incumplidas por todos los lados, la realidad es que todo sigue exactamente igual.

Esta semana, el pasado lunes, minutos antes del infausto apagón que sumió a España en el caos durante 12 horas, estaba previsto que Óscar Puente llevase a Barajas al comisario de Transportes de la Unión Europea, el griego Apostolos Tzitzikostas, con quien se reunió a primera hora en la sede ministerial.

Aunque no se llegó a producir, el objetivo de esta visita era informal, puesto que no habría comunicación a medios, pero serviría para potenciar el mensaje de que hace falta soluciones con urgencia en Barajas para acabar con este grave problema.

Los trabajadores, con quienes nuevamente ha estado en contacto este periódico, señalan el hastío que les produce que la situación continúe encallada. "No nos ha servido de nada salir en los medios, el revuelo se apagó a las semanas". 

"No ha habido ni un solo cambio en dos meses, lo que demuestra la ineficacia de las administraciones y el abandono que sufrimos los empleados aquí. Ni la denuncia de senadores del PP surte efecto alguno, los actos vandálicos se suceden cada día", deslizan desde Barajas.

Un país que abandona a sus servidores públicos y trabajadores está destinado al fracaso. La situación en Barajas no puede ser más grave, y los parches han dejado de servir. Entre los sintecho y la masiva llegada de inmigrantes irregulares por las distintas rutas aéreas, el aeropuerto es un caos absoluto.