La vacunación es un acto solidario
La vacunación es un derecho de las niñas y los niños, pero una responsabilidad y obligación de todas y todos

La vacunación es una de las estrategias de salud pública más efectivas, con beneficios que van desde la protección individual hasta la mejora del desarrollo social. No obstante, en México persiste un rezago importante.
Previo a la pandemia por COVID-19, México ya presentaba uno de los niveles más bajos de cobertura vacunal registrados. Sin embargo, los esfuerzos gubernamentales, sociales y comunitarios, junto con la exigencia pública, han impulsado avances considerables, elevando las coberturas sectoriales en menores de un año de edad a 80.5 % y de un año a un 76.5 %, aun así, aún está por debajo de las metas programáticas e internacionales, que oscilan entre el 90 % y el 95 %.
La vacunación es un derecho de las niñas y los niños, pero una responsabilidad y obligación de todas y todos. No es una labor que solo le compete al sector salud, es una tarea que nos incumbe a todos, desde las familias, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, sector educativo, todas y todos tenemos un papel que desempeñar.
Cada año, desde Save the Children realizamos alianzas para promover la vacunación como uno de los derechos de la niñez y adolescencia que se debe perseguir y garantizar para cada niña, niño y adolescente que se encuentre en territorio mexicano. Es así que hace unas semanas nos unimos con otras instituciones para realizar la cuarta edición del Foro “La Comunidad Educativa como Aliada de la Vacunación” en el que, con más de 200 asistentes, se reflexionó y visibilizó el papel fundamental que tiene el sector educativo en la promoción de la vacunación.
Este foro es el escenario perfecto para reafirmar nuestro compromiso con la cobertura vacunal de las niñas, niños y adolescentes; no obstante, el camino para lograr nuestros objetivos todavía es largo.
Vacunar es más que aplicar dosis, es planear, ejecutar y evaluar para el presente y, sobre todo, para el futuro de nuestra sociedad. La vacunación ayuda a que las niñas y los niños se conviertan en adultos sanos, es significativo en la formación de las personas, sin importar su origen, clase social o género.
La niñez sana puede acudir a la escuela y cosechar los beneficios de la educación, como el verdadero fruto de un futuro próspero y con bienestar. Además, la vacunación permite la continuidad del aprendizaje, fortalece la convivencia segura en entornos escolares y evita la propagación de enfermedades en las comunidades, lo que, de hecho, genera un impacto positivo en la equidad y el acceso a la educación.
Después del agua potable, las vacunas son la intervención de salud pública que más vidas salva. Es por eso que el compromiso de limitar, controlar y erradicar las enfermedades prevenibles por vacunación requiere la participación de todos los sectores de la población. Este compromiso debe reforzarse mediante la difusión del conocimiento sobre las vacunas y la vacunación en todos los niveles educativos y sociales.
Mantengamos presente que, para promover buenos hábitos para la salud, una de las intervenciones principales y más básicas para lograr el bienestar de la niñez y adolescencia es la vacunación. Cada integrante de la comunidad tiene la capacidad de sumar voluntades, hacer consciencia y asumir su responsabilidad para que la vacunación se convierta en el acto solidario que mejore el presente de las niñas, niños y adolescentes, al mismo tiempo que para favorecer e impulsa el futuro de nuestra sociedad.