La trampa de los productos 'light': por qué no son más saludables

Solemos asociar este término a productos sin calorías, sin embargo, la reducción puede referirse a cualquier componente. ¿Tienen todos cabida en una alimentación equilibrada?Pérdida de olfato, ¿cómo se puede recuperar y entrenar? Galletas 'light', patatas fritas con menos grasas, quesitos 'light' y un largo etcétera. Las estanterías de los supermercados están repletas de productos con esta etiqueta, algo que nos resulta muy tentador cuando pensamos en llevar una alimentación más saludable o menos rica en calorías mientras nos damos un capricho. Sin embargo, y aunque los intentos para hacer productos mejorados es una realidad, no podemos abusar de los productos 'light' pensando que estamos optando por una alimentación más saludable, aunque parezca que sí sea una mejor opción. ¿Qué deberíamos saber de estos alimentos? ¿La idea de que nos aportan una alimentación más saludable es solo una ilusión? ¿Qué es un alimento 'light'? Para entender lo que es un alimento ligero podemos ir a buscar ayuda al Reglamento 19245/2006 sobre declaraciones nutricionales y propiedades saludables de los alimentos. ¿Qué dice este reglamento? Define los productos 'light' como “alimentos a los que se ha reducido el contenido de uno o más nutrientes (grasas, azúcar, sal) como mínimo un 30% del valor calórico en comparación con un producto similar de referencia”. En estos casos, la palabra 'light' debe aparecer en la etiqueta del producto que es lo que nos dice que se trata de un alimento de “contenido reducido”. Como definió en su día la Comisión Interministerial para la Ordenación Alimentaria, para que un producto se considere 'light' tiene que tener un homólogo que no lo sea. Por ejemplo, unas patatas 'light', para ser consideradas como tal, tienen que tener unas patatas originales.  Los principales componentes sobre los que se cambian las características para hacerlos más “saludables” suelen ser cuatro: el valor calórico, los azúcares, la grasa y la sal. No tienen, por tanto, ni la misma composición ni el mismo aporte nutricional. Los productos 'light' pueden contener espesantes, saborizantes artificiales u otros ingredientes potencialmente no deseados para compensar la pérdida de sabor. De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para que un producto pueda considerarse ligero no debe tener más de 40 kcal/100 g en el caso de que sea sólido, o de 20 kcal/100 ml si es líquido. ¿Qué ocurre con las bebidas 'light'? ¿No tienen azúcar? Este suele sustituirse por un edulcorante, como aspartamo, sacarina, sorbitol, fructuosa o glucosa, que muchas veces tienen un valor energético mucho mayor y que a menudo harán que tengamos más hambre. Si tomamos como ejemplo los lácteos y quesos, la principal diferencia es que se elaboran con leche descremada o semidescremada. Si un vaso de leche normal tiene 130 kcal, uno de desnatada tiene 70 kcal; un queso cremoso 'light' aportaría 100 kilocalorías menos por cada 100 gramos respecto a un queso normal. Con todo, continúa conteniendo muchas calorías. Los productos 'light', ¿son (más) saludables? Aunque estemos frente a un alimento 'light', continuamos estando frente a un producto altamente procesado y de escasa calidad nutricional, según la Academia Española de Nutrición y Dietética. Pueden ser un poco más saludables que sus homólogos originales, pero menos que otros grupos de alimentos. Los productos 'light' suelen reducir un ingrediente, pero aumentar otro. Otro problema asociado a este tipo de productos es que es más fácil comerlos en exceso con la errónea idea de que podemos comer más de los alimentos bajos en grasa de lo que comeríamos si fueran los originales. Nos permitimos excedernos porque son “buenos”, cuando en realidad no es así. Y es que los productos 'light' son uno de los alimentos sobre los que más ideas equivocadas solemos tener. Una de las creencias más populares es que estos alimentos no engordan y que, por tanto, podemos comer la cantidad que queramos, algo totalmente falso y erróneo. Aunque tengan una reducción del valor calórico de un 30% menor del original, si este tiene un valor calórico elevado, el del alimento 'light' sigue siendo alto. Tampoco es cierto que todos los alimentos 'light' sean bajos en calorías porque son dos conceptos distintos. Un alimento bajo en calorías significa que tiene menos de 40 kcal por cada 100 gramos de producto, y esto no tiene por qué coincidir con que sea considerado 'light' porque el valor calórico sigue siendo elevado. Por tanto, no significa que sean ligeros o saludables, sino que son un poco menos calóricos que el producto original. Debemos tener en cuenta que, para sustituir las grasas, se añaden dosis extra de aceites vegetales hidrogenados o refinados y también azúcar, lo que explicaría que puedan acabar teniendo más calorías. En ocasiones también pueden contener más grasas saturadas par

May 16, 2025 - 05:24
 0
La trampa de los productos 'light': por qué no son más saludables

La trampa de los productos 'light': por qué no son más saludables

Solemos asociar este término a productos sin calorías, sin embargo, la reducción puede referirse a cualquier componente. ¿Tienen todos cabida en una alimentación equilibrada?

Pérdida de olfato, ¿cómo se puede recuperar y entrenar?

Galletas 'light', patatas fritas con menos grasas, quesitos 'light' y un largo etcétera. Las estanterías de los supermercados están repletas de productos con esta etiqueta, algo que nos resulta muy tentador cuando pensamos en llevar una alimentación más saludable o menos rica en calorías mientras nos damos un capricho. Sin embargo, y aunque los intentos para hacer productos mejorados es una realidad, no podemos abusar de los productos 'light' pensando que estamos optando por una alimentación más saludable, aunque parezca que sí sea una mejor opción. ¿Qué deberíamos saber de estos alimentos? ¿La idea de que nos aportan una alimentación más saludable es solo una ilusión?

¿Qué es un alimento 'light'?

Para entender lo que es un alimento ligero podemos ir a buscar ayuda al Reglamento 19245/2006 sobre declaraciones nutricionales y propiedades saludables de los alimentos. ¿Qué dice este reglamento? Define los productos 'light' como “alimentos a los que se ha reducido el contenido de uno o más nutrientes (grasas, azúcar, sal) como mínimo un 30% del valor calórico en comparación con un producto similar de referencia”. En estos casos, la palabra 'light' debe aparecer en la etiqueta del producto que es lo que nos dice que se trata de un alimento de “contenido reducido”.

Como definió en su día la Comisión Interministerial para la Ordenación Alimentaria, para que un producto se considere 'light' tiene que tener un homólogo que no lo sea. Por ejemplo, unas patatas 'light', para ser consideradas como tal, tienen que tener unas patatas originales. 

Los principales componentes sobre los que se cambian las características para hacerlos más “saludables” suelen ser cuatro: el valor calórico, los azúcares, la grasa y la sal. No tienen, por tanto, ni la misma composición ni el mismo aporte nutricional. Los productos 'light' pueden contener espesantes, saborizantes artificiales u otros ingredientes potencialmente no deseados para compensar la pérdida de sabor.

De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para que un producto pueda considerarse ligero no debe tener más de 40 kcal/100 g en el caso de que sea sólido, o de 20 kcal/100 ml si es líquido. ¿Qué ocurre con las bebidas 'light'? ¿No tienen azúcar? Este suele sustituirse por un edulcorante, como aspartamo, sacarina, sorbitol, fructuosa o glucosa, que muchas veces tienen un valor energético mucho mayor y que a menudo harán que tengamos más hambre.

Si tomamos como ejemplo los lácteos y quesos, la principal diferencia es que se elaboran con leche descremada o semidescremada. Si un vaso de leche normal tiene 130 kcal, uno de desnatada tiene 70 kcal; un queso cremoso 'light' aportaría 100 kilocalorías menos por cada 100 gramos respecto a un queso normal. Con todo, continúa conteniendo muchas calorías.

Los productos 'light', ¿son (más) saludables?

Aunque estemos frente a un alimento 'light', continuamos estando frente a un producto altamente procesado y de escasa calidad nutricional, según la Academia Española de Nutrición y Dietética. Pueden ser un poco más saludables que sus homólogos originales, pero menos que otros grupos de alimentos. Los productos 'light' suelen reducir un ingrediente, pero aumentar otro.

Otro problema asociado a este tipo de productos es que es más fácil comerlos en exceso con la errónea idea de que podemos comer más de los alimentos bajos en grasa de lo que comeríamos si fueran los originales. Nos permitimos excedernos porque son “buenos”, cuando en realidad no es así.

Y es que los productos 'light' son uno de los alimentos sobre los que más ideas equivocadas solemos tener. Una de las creencias más populares es que estos alimentos no engordan y que, por tanto, podemos comer la cantidad que queramos, algo totalmente falso y erróneo. Aunque tengan una reducción del valor calórico de un 30% menor del original, si este tiene un valor calórico elevado, el del alimento 'light' sigue siendo alto.

Tampoco es cierto que todos los alimentos 'light' sean bajos en calorías porque son dos conceptos distintos. Un alimento bajo en calorías significa que tiene menos de 40 kcal por cada 100 gramos de producto, y esto no tiene por qué coincidir con que sea considerado 'light' porque el valor calórico sigue siendo elevado. Por tanto, no significa que sean ligeros o saludables, sino que son un poco menos calóricos que el producto original.

Debemos tener en cuenta que, para sustituir las grasas, se añaden dosis extra de aceites vegetales hidrogenados o refinados y también azúcar, lo que explicaría que puedan acabar teniendo más calorías. En ocasiones también pueden contener más grasas saturadas para compensar la falta de sabor.

Tampoco significa que no tengan sal ya que un alimento 'light' puede tener un contenido alto en sal; o que no tengan azúcar. Lo que suele ocurrir es que se reduce el contenido de azúcar, pero no significa que no queden azúcares.

¿Cuál sería el secreto para asegurarnos que los alimentos que compramos son nutritivos y saludables? Debemos mirar más allá de las letras grandes:

  • Leer el etiquetado nutricional y fijarnos sobre todo en aspectos como el valor energético, grasas y azúcares y compararlos con su versión original para ver si realmente hay una reducción calórica. ¿Cuánta grasa, calorías, azúcar o sal contienen realmente los productos?
  • Un alimento 'light' no significa que tenga menor contenido energético, por tanto, no conviene comer de más.
  • En ocasiones no es necesario ni siquiera optar por este tipo de productos, basta con ingerir menos cantidad del producto convencional. Si el alimento es realmente saludable, en teoría no necesitaría la etiqueta de 'light'. Por este motivo, tampoco encontraremos una etiqueta en una bolsa de manzanas que indique son ligeras.
  • Vigilar los sustitutos de las reducciones porque no todos son más saludables.

Es importante que la ingesta de este tipo de productos sea controlada y prudente; si llevamos una alimentación equilibrada, basada en alimentos naturales, no es necesario recurrir a este tipo de productos.

Este sitio utiliza cookies. Al continuar navegando por el sitio, usted acepta nuestro uso de cookies.