La NASA lo confirma: estas son las plantas que debes tener en casa para purificar el aire
Un estudio pionero de la NASA revela cómo ciertas plantas de interior combaten la contaminación del aire en nuestros hogares y oficinas, mejorando la calidad

En la década de 1970, la búsqueda de la eficiencia energética llevó a construir edificios más herméticos, reduciendo la ventilación y el intercambio de aire fresco. Si bien esto ayudó a ahorrar energía, también provocó un aumento significativo de los contaminantes en interiores. Los ocupantes de estos edificios comenzaron a experimentar una variedad de problemas de salud, como irritación de ojos y piel, dolores de cabeza, fatiga y síntomas respiratorios, un fenómeno conocido como el "síndrome del edificio enfermo".
Los materiales sintéticos utilizados en la construcción y el mobiliario moderno emiten cientos de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Incluso en concentraciones bajas, estos químicos y sus subproductos reactivos pueden afectar negativamente la salud. Ante este desafío, y buscando soluciones para los entornos cerrados de las futuras estaciones espaciales, la NASA, en colaboración con la Associated Landscape Contractors of America (ALCA), exploró una solución natural y económica, tal y como recogen en su estudio.
Las plantas como purificadores naturales
La investigación de la NASA se centró en el uso de plantas de interior y los microorganismos asociados a su suelo como un sistema de soporte vital para purificar el aire. Evaluaron hojas, raíces y suelo para reducir contaminantes comunes. Esta idea se basa en la dependencia fundamental del ser humano de las plantas y los microorganismos en el ecosistema terrestre.
El estudio probó la capacidad de diversas plantas para eliminar tres contaminantes orgánicos volátiles comunes: benceno, tricloroetileno (TCE) y formaldehído. El benceno, presente en gasolina, tintas y plásticos, se ha asociado con problemas sanguíneos y cáncer. El TCE, un solvente industrial clave, se utiliza en la limpieza en seco y se considera un potente carcinógeno hepático. El formaldehído, encontrado en aislamientos, productos de papel y humos, irrita las vías respiratorias y se sospecha que causa cáncer de garganta.
¿Cómo funcionan las plantas? El papel del suelo
Las pruebas iniciales, realizadas en cámaras selladas con altas concentraciones de químicos (15-20 ppm), identificaron varias plantas prometedoras. Sin embargo, las tasas de eliminación sorprendentemente altas llevaron a investigar el mecanismo exacto. Se descubrió que el suelo de la maceta y sus microorganismos asociados desempeñan un papel más significativo de lo que se pensaba inicialmente en la eliminación de los contaminantes.
Experimentos comparando plantas con follaje completo, suelo sin follaje y suelo cubierto con grava revelaron que el área de la raíz y el suelo es la zona más efectiva para la eliminación de COVs, siempre que haya suficiente contacto entre el aire y el suelo. Los microorganismos del suelo, como especies de Bacillus, Pseudomonas y Flavobacterium, son capaces de biodegradar los químicos tóxicos. Además, la exposición continua a estos químicos puede aumentar la capacidad de las plantas y el suelo para limpiar el aire, ya que los microorganismos pueden adaptarse genéticamente y utilizar los contaminantes como fuente de alimento.
Las plantas más efectivas según la NASA
Aunque muchas plantas mostraron cierta capacidad para eliminar contaminantes, los resultados de las pruebas con bajas concentraciones (más representativas del aire interior típico) identificaron a algunas como particularmente eficientes. Según los datos presentados:
● La Hiedra inglesa (Hedera helix) demostró una notable capacidad para eliminar benceno (89.8% en 24h), aunque fue menos efectiva con TCE (10.9%).
● La Sansevieria o Lengua de suegra (Sansevieria laurentii) eliminó el 52.6% del benceno y el 13.4% del TCE en 24 horas.
● La Dracaena 'Janet Craig' mostró buena eliminación de benceno (77.6%) y TCE (17.5%).
● La Marginata (Dracaena marginata) fue efectiva tanto para benceno (79.0%) como para TCE (13.2%).
● El Poto dorado (Scindapsus aureus) eliminó el 73.2% del benceno en 24 horas.
● La Cuna de Moisés o Lirio de la paz (Spathiphyllum "Mauna Loa") eliminó el 79.5% del benceno y el 23.0% del TCE.
● La Gerbera daisy (Gerbera jamesonii) y el Pot mum (Chrysanthemum morifolium) también mostraron buena capacidad en pruebas con altas concentraciones.
Para el formaldehído:
● La Lengua de suegra eliminó el 31,294 microgramos.
● El Bamboo palm (Chamaedorea seifritzii) eliminó 76,707 microgramos.
● La Dracaena 'Janet Craig' eliminó 48,880 microgramos.
● La Marginata eliminó 20,469 microgramos.
● La Cuna de Moisés eliminó 16,167 microgramos.
Es importante destacar que la eficiencia de eliminación puede variar según la concentración inicial del contaminante y la relación entre el volumen de aire y la planta/suelo.
Más allá de la maceta: el sistema de filtrado avanzado
Partiendo de estos hallazgos, los investigadores desarrollaron un sistema de filtrado de aire que combina plantas con un filtro de carbón activado y un ventilador. Este diseño permite mover grandes volúmenes de aire contaminado a través del filtro de carbón, que adsorbe los químicos. Posteriormente, las raíces de las plantas y sus microorganismos asociados descomponen estos contaminantes adsorbidos, "biorregenerando" el carbón y convirtiendo los químicos en tejido vegetal. Este sistema se considera prometedor para manejar altas concentraciones de contaminantes, como el humo del cigarrillo o los solventes orgánicos.
En resumen, este estudio de la NASA subraya el potencial significativo de las plantas de interior, particularmente a través de la actividad microbiana en su suelo, para mitigar la contaminación del aire en interiores. Incorporar estas plantas en nuestros espacios no solo añade belleza, sino que representa una estrategia prometedora y económica para mejorar la calidad del aire y combatir el síndrome del edificio enfermo. La optimización del contacto entre el aire y el área de la raíz-suelo es clave para maximizar sus beneficios purificadores.