Los hogares de la memoria

Aquí, Perec, como no podía ser de otra manera, se vale de un proceso matemático, el bicuadrado latino, que permite que, en cada uno de los componentes (líneas y columnas) en que se divide dicho cuadrado, aparezca siempre un elemento común; introduce él: la memoria vs lo real, y divide París en 12 lugares en... Leer más La entrada Los hogares de la memoria aparece primero en Zenda.

May 11, 2025 - 06:22
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Los hogares de la memoria

Ambicioso proyecto de libro del simpar Perec. Libro póstumo, no libro, memorias, diario, crónica de un momento, descripción de una crisis existencial y amorosa, narración anodina de lo vivido y de lo reconstruido por la memoria, todo cabe aquí. Porque hay un momento del escritor que empieza a ser maduro, en que decide transcribir todo su pasado. Este volumen es la constatación pereciana de ese momento crucial en que la memoria se cruza en el tablero con lo vivido realmente. Hasta dónde es el hombre capaz de falsear su memoria, de reescribir lo vivido para que se ajuste a la propia narrativa que construimos en torno a nuestro pasado, ¿qué es real y qué invención?

Aquí, Perec, como no podía ser de otra manera, se vale de un proceso matemático, el bicuadrado latino, que permite que, en cada uno de los componentes (líneas y columnas) en que se divide dicho cuadrado, aparezca siempre un elemento común; introduce él: la memoria vs lo real, y divide París en 12 lugares en los cuales vivió, a los que va a ir desplazándose siguiendo el orden del bicuadrado latino elaborado junto al matemático Indra Chakravarti (véase http://lieux-georges-perec.seuil.com), para recoger, libreta en mano, todos sus recuerdos de infancia y primera juventud, para, posteriormente, desplazarse de nuevo a ellos con la intención de reflejar el espacio tal cual y como es en la actualidad, y así poder confrontarlo con lo escrito. Sin tener en cuenta que esta nueva visita genera un nuevo recuerdo que debe separar de la narración total.

"Hay fragmentos que se leen como un conato de novela, los fragmentos más narrativos de la obra, otro como un diario, y hay otros que se leen como inventarios, principalmente, de lugares que ya no existen"

Este proyecto inconcluso de Perec funciona como un mecanismo en contra de lo arbitrario en la narración del pasado, pero acaba siendo todo menos eso, ya que da lugar a la descripción de instantes, a la recuperación de los lugares inexistentes. Sin embargo, planificó doce años para esta tarea, porque cada lugar debía ser visitado en doce años consecutivos, según marca el bicuadrado latino, y no contó con la muerte, que vino a formar parte de la narración, la invitada inesperada de cualquier texto.

Todo este artefacto, claro, puede ser leído en el orden que cada lector crea conveniente, ya que no hay ningún nexo de unión superior que dé estabilidad o continuidad al relato, si no es la categorización del bicuadrado latino, que solo impone un orden, el de Perec, pero no el del lector; por tanto, como se puede ver también en la página web antes mencionada de tal proyecto, se le ofrece al lector una forma de elegir su propio camino para desentrañar la lectura del relato de Perec, o la falta completa de método, que seguirá a su vez, un orden ya escrito por una mano o algoritmo superior, que nos asiste mientras lo leemos: Mode d’emploi / creez votre parcours, reza en la página interactiva.

El resultado es, sin embargo, curioso: hay fragmentos que se leen como un conato de novela, los fragmentos más narrativos de la obra, otro como un diario, y hay otros que se leen como inventarios, principalmente, de lugares que ya no existen, y que, a veces, Perec duda de su existencia incluso; otras veces, hay solo una sucesión de números de la calle en donde se encuentra, detallando lo que hay ahora, y, en otros momentos, describe los negocios que había en esos números, creando un juego de memoria y de incertidumbre, porque Perec duda, y mucho, de sus recuerdos; incluso, a veces, duda del propio proyecto en sí, llegando a ser consciente de lo arbitrario del mismo y de la dificultad añadida que conlleva un proyecto tan complejo como este.

“Cabe preguntarse, en efecto, por la relación existente entre la Rue Villin y este sitio; entre el niño que fui y el yo de hoy, aquí. […] Me acuerdo ahora de una escena, aunque no sé si en casa de mis padres o en la de mis abuelos […]”.

Incluso reconoce que se cansa de tomar notas; en cada viaje a los lugares designados se desplaza con una cámara de fotos y con una libreta para dejar constancia de todo. La cámara la lleva su pareja, la cineasta Christine Lipinska, que cree en el proyecto y es parte fundamental del mismo, retratándolo todo a su paso, y también la causa de la crisis emocional que sufre Perec durante el mismo proceso cuando se separan.

“Mi cuarto de niño: ¿había una barandilla en trampantojo, barrotes blanco, cielo azul? La cortina era de hilo; destacaban las dos grandes boyas de pesca de vidrio verde y el portulano.”

Todo el libro está sazonado con cientos de documentos guardados por Perec, archivos fotográficos, afiches encontrados en la calle, billetes de metro, letras en yidis, mapas de un París que aún no existía, planes de construcción futura, textos mecanoescritos, páginas de los propios cuadernos de Perec dibujados; material, en definitiva de la memoria personal del escritor para este proyecto tan bien diseñado por la editorial como inacabado. Incluso se puede consultar con interés los cuadrados latinos que hace Chakravarti para él, las cartas que se enviaron para la realización de dicho proyecto y que van a guiar los pasos, no azarosos, de su proyecto: en definitiva, su obrador de literatura potencial (OuliPo), sustituyendo el argumento por las matemáticas.

No sé si el proyecto es exitoso. Sin embargo, estoy convencido de que no defrauda en absoluto al lector curioso, y también al escritor que no tenga aún un procedimiento de escritura general de su pasado.

“Estimado señor:

Le agradezco mucho el envío de los cuadrados latinos ortogonales de orden 12. Me han permitido construir la estructura formal de una obra en la que llevaba pensando varios años, pero cuyo desarrollo me costaba formalizar. […] Cada vez que termino un texto, lo meto en un sobre y lo sello. Al mes siguiente, vuelvo a empezar con otros dos lugares. Y así sucesivamente durante doce años”. —Carta escrita al matemático indio Indra Chakravarti, recogida en el libro.

Juzguen ustedes, merece la pena.

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Autor: Georges Perec. Título: Lugares. Traducción: Pablo Martín Sánchez. Editorial: Anagrama. Venta: Todos tus libros.

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