La intrahistoria de las 48h de alarma en Moncloa desde el apagón a las 12.33
La reunión entre el Gobierno y el sector eléctrico rebajó la tensión: "Fue muy bien y se produjo un cambio".

Mediodía del lunes 28 de abril. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene una reunión con su homólogo chipriota, Nikos Christodoulides, en el Palacio de la Moncloa cuando, pasados 33 minutos, la sala se queda a oscuras. La sorpresa es mayúscula, Sánchez consulta con su equipo y los peores pronósticos se confirman: la Península se ha quedado sin electricidad. El Gobierno se moviliza y en cuestión de minutos ya se encaminan a la sede de Red Eléctrica. De camino, se empiezan a producir llamadas, a los ministros, al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, o a los operadores. Sánchez tiene aún cobertura, pero comprueba de primera mano los problemas de comunicación, ya que no consigue hablar con todos, entre ellos, con Feijóo.
Una avanzadilla gubernamental ya se encuentra en Red Eléctrica cuando Sánchez llega a su sede central, ubicada en la localidad madrileña de Alcobendas. La tensión que se palpa en el ambiente contrasta con la que había perdido todo el sistema eléctrico español. "Nos dicen que no saben lo que ha pasado, que no tienen datos concluyentes", relatan fuentes gubernamentales. No obstante, aseguran que "todo el mundo" estaba movilizado y varios ministros ya habían intentado, sin éxito, obtener alguna respuesta. La situación se complica con la certeza absoluta de que no solo se ha cortado la energía, también la comunicación que depende de la misma. El país está a oscuras e incomunicado.
La primera información de la Secretaría de Estado de Comunicación a los medios llega a las 14.00 horas: Sánchez está en Red Eléctrica junto con la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, y otros ministros, pero aún no saben el origen del apagón. A esa hora, Sánchez ya se había puesto en contacto con Europa, con EEUU e incluso con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. También con Portugal, uno de los países afectados por el apagón.
De hecho, a las 14.30 horas (13.30 en Portugal), las autoridades lusas ya apuntan a un problema "en la red de transporte" cuyo origen está fuera de su país y señala a España. Ese señalamiento genera malestar en el Gobierno, que insiste en que aún no hay una causa clara y contrastada y critica la generación de teorías no contrastadas en "momentos de crisis". Red Eléctrica también convoca a esa hora una rueda de prensa en la que asegura que el problema tardará entre seis y diez horas en solucionarse.
Sánchez convoca a las 15.00 horas en Moncloa la segunda reunión del Consejo de Seguridad Nacional. Pero en el exterior ya reina el caos y la incertidumbre: los semáforos no funcionan; hay preocupación por mantener la energía de los hospitales a través de los generadores; la gente no entiende nada y, aún incrédula, empieza a toquetear las pantallas de sus móviles buscando alguna solución analógica [e inexistente] a su falta de conexión y, cuando llega la resignación, los transistores toman las calles. Pasadas las 15.30 horas, los medios ya llevan tres horas informando a la ciudadanía de lo que está sucediendo, sin aún previsión de cuándo lo hará el presidente del Gobierno.
Fuentes de Moncloa justifican ese silencio alegando que la situación era frenética, "saltábamos de reunión a reunión, de una cosa a otra". Aseguran que no había tiempo ni para montar una estrategia de comunicación. Así lo indican fuentes cercanas a Sánchez, que alegan que él quería salir con algún tipo de explicación de los sucedido. Ante la ausencia de la misma, la primera comparecencia del presidente se convoca para las 17.15 horas, aunque se retrasa más de una hora. Finalmente y seis horas después del inicio del 'cero eléctrico', Sánchez, con semblante serio, reconoce que no sabe lo que ha sucedido, no descarta ninguna hipótesis y advierte a la ciudadanía de que quedan "horas críticas".
No volverá a salir hasta las 21.30 horas, cuando varios territorios del país ya han recuperado la luz. A esa hora, Interior ya ha asumido la gestión de la emergencia en ocho comunidades y Sánchez, tras una tercera reunión del CSN, ofrece algún dato: pasadas las 12.30 horas "se han perdido" de forma súbita, durante cinco segundos, 15 GW de la energía que se estaba produciendo en ese momento, lo que equivale al 60% de la luz que se estaba consumiendo. "Es algo que no había ocurrido jamás", afirma. Durante esa noche, España recupera el suministro eléctrico y Moncloa ya se prepara para la fase posterior a la crisis: las responsabilidades.
29 de abril: choque con el sector eléctrico
A las 9.00 horas de la mañana del día posterior al apagón se produce una nueva reunión del Consejo de Seguridad Nacional presidida por el rey Felipe VI. La ministra Aagesen ha pasado la noche en Red Eléctrica y apenas ha podido dormir, al igual que gran parte del Consejo de Ministros. Además, tras el CSN, está convocado un Consejo de Ministros y una rueda de prensa posterior. Pero antes de la misma, Red Eléctrica convoca a los medios y descarta la hipótesis de un ciberataque. En ese momento, Sánchez estaba presidiendo el Consejo de Ministros y se entera de esa declaración por la prensa, o eso relata a los medios desde Moncloa. El choque con la empresa de Corredor ya es público.
Fuentes gubernamentales confirman el malestar con Red Eléctrica y apuntan a una falta de coordinación. El choque se traduce en una petición por parte de Sánchez de la 'caja negra' para poder cotejar todos los datos sobre lo sucedido a las 12.33 horas de ese lunes y también en un señalamiento a esta empresa semipública y presidida por Beatriz Corredor. Con la sala de prensa de Moncloa abarrotada y en una declaracion que el Gobierno reconoce como “dura”, promete exigir "responsabilidades" a los operadores privados de generación eléctrica si se descubre que fueron el origen del problema e incluye entre esas empresas privadas a Red Eléctrica. Tras ello, las convoca en Moncloa por la tarde.
En esa reunión, retratada por las cámaras de Moncloa, destacan los semblantes serios de los responsables del sector eléctrico, sin embargo, parece rebajar la tensión existente. "La reunión fue magnífica y nos ofrecen total colaboración", sostienen fuentes gubernamentales, que reconocen que, a partir de ese encuentro, se produce un "cambio" de actitud. La causa es que Sánchez les pide los datos para cotejar lo sucedido y las empresas no ponen impedimento en dárselos. El choque y el tono bajan, eso sí, Moncloa marca distancias. Por un lado, con Red Eléctrica, a la que se refiere como una empresa privada pese a que el Estado es el inversor mayoritario, y por otro, con las eléctricas, a quienes avisa de una auditoría por parte del Gobierno y otra por parte de Bruselas.
Moncloa da por restablecida la normalidad tras 48 horas de alarma, aunque lo que queda por delante es dar algo de luz sobre los cinco segundos que dejaron al país en la completa oscuridad.