La falta de explicaciones sobre el apagón aumenta el recelo de la oposición sobre la estrategia de renovables del Gobierno

La ausencia, por ahora, de una explicación por parte del Gobierno sobre los motivos que llevaron a que el pasado lunes España sufriera un apagón total de...

May 4, 2025 - 07:51
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La falta de explicaciones sobre el apagón aumenta el recelo de la oposición sobre la estrategia de renovables del Gobierno

La ausencia, por ahora, de una explicación por parte del Gobierno sobre los motivos que llevaron a que el pasado lunes España sufriera un apagón total de su red eléctrica está sirviendo como combustible para una oposición que lleva años criticando la estrategia de transición a las energías renovables del Ejecutivo y, sobre todo, exigiendo que se paralice el cierre de las centrales nucleares. Desde el mismo lunes, tanto PP como Vox han alimentado las dudas sobre el papel que tuvo en el fallo eléctrico la alta proporción de generación renovable que nutría el mix en el momento del apagón, si bien el Gobierno ha defendido tajantemente que "no hubo un problema de exceso de renovables" y que las nucleares, lejos de ayudar, dificultaron la reactivación del sistema.

El discurso pronuclear de la derecha no es una novedad. Desde hace no meses, sino años, tanto el PP como Vox han mantenido que el cierre progresivo de las centrales nucleares, que se prevé que comience en el año 2027, es un error, y han pedido una prórroga o que, directamente, se cancele ese calendario. Pero el apagón ha dejado tocado al Gobierno y ha permitido a la oposición redoblar sus exigencias, pese a que no está claro —los expertos difieren— que una mayor presencia de la generación renovable en el momento del apagón lo hubiera evitado y a pesar, igualmente, de que una parte de las nucleares no se encontraban en funcionamiento en ese momento porque a las empresas les resultaba menos rentable la energía que producían que la generada a través de renovables.

Lo cierto, no obstante, es que hoy por hoy las centrales nucleares (y otras estaciones convencionales, como las de gas, por ejemplo) aportan un mayor equilibrio a la red eléctrica que las renovables, porque son menos sensibles a bruscas caídas de la frecuencia que desestabilicen el sistema. Eso no implica que las renovables sean una bomba de inestabilidad: desde hace unos años, en España ha habido varios periodos en los que la mayor parte del mix energético ha procedido de fuentes renovables, y en ellos la red ha funcionado con normalidad. Pero sí supone que, ante perturbaciones en el sistema, una mayor presencia de renovables da menos tiempo para actuar.

Ese fue el argumento que utilizó esta semana el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para defender la prórroga de la vida útil de las centrales nucleares españolas. El apagón, sostuvo Feijóo, "acredita la imperiosa necesidad de tener energía de respaldo", puesto que "tenemos mucha energía renovable, y eso es bueno, pero es oscilante" y la nuclear (al igual que otras centrales convencionales) serviría para otorgarle un plus de estabilidad. "Nuestro sistema energético se está utilizando con una enorme carga ideológica", denunció igualmente el líder del PP.

La Moncloa, por su parte, se defiende, y fuentes de Presidencia del Gobierno señalan el "componente político" que hay, a su juicio, tras el discurso pronuclear y las dudas sembradas sobre el funcionamiento de las energías renovables. El Ejecutivo no quiere descartar, no obstante, ninguna hipótesis sobre las causas del fallo en el sistema que derivó en el apagón masivo, incluido un fallo en una instalación renovable.

El miércoles, los populares redoblaron la apuesta. Aprovechando la posición de debilidad en la que el apagón ha dejado al Gobierno, el PP anunció que no apoyará la semana que viene la convalidación en el Congreso del decreto del Gobierno de medidas para paliar los efectos económicos que provocarán los aranceles impuestos a Europa por la Administración de Donald Trump. El principal partido de la oposición argumentó que el Ejecutivo se niega a incluir sus reivindicaciones en el paquete de medidas, y una de las principales propuestas del PP es la prórroga de la vida útil de las nucleares.

La semana pasada, los populares aseguraban que ninguna de las 20 propuestas que hicieron al Gobierno —la extensión del calendario de cierre de las nucleares era solo una de ellas— era una línea roja para pactar. Pero lo cierto es que el apagón ha cambiado por completo el escenario y, ahora mismo, la política energética es el asunto que domina el debate público en España, por lo que el PP tiene una oportunidad de oro para presionar al Ejecutivo por ese flanco.

Vox habla de "fanatismo ideológico"

Vox, por su parte, tampoco ha perdido oportunidad de reivindicar las nucleares tras el apagón, aunque con un tono mucho más agresivo contra el Gobierno. El mismo día del fallo de la red eléctrica, el responsable económico del partido ultraderechista, José María Figaredo, criticó que el presidente Pedro Sánchez y sus ministros sigan "empeñados en cerrar las centrales nucleares". Más tarde, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, calificó como "medida suicida" el desmantelamiento progresivo de estas instalaciones y tachó la política del Ejecutivo como "absolutamente disparatada".

En esa misma línea, el líder de la formación, Santiago Abascal, elevó este miércoles aún más el tono y aseguró que Sánchez es un "autócrata que nos lleva de desastre en desastre", pese a que el presidente fue elegido legalmente en 2023 por un Congreso de los Diputados democráticamente elegido. "La responsabilidad directa es del 'señor' [sic] Pedro Sánchez", espetó Abascal, que acusó al presidente de haber "ordenado una transición energética por fanatismos ideológicos" y "quién sabe si por beneficios futuros".