La alianza Benite-Hughes rinde el homenaje perfecto a Benito Doblado (92-78)

El día del homenaje a Benito Doblado , una mañana de tintes nostálgicos que incluyó preciosa camiseta de estilo vintage como guiño a uno de los mejores Caja San Fernando de la historia, Benite y Hughes se aliaron en comandita para reunir 55 puntos, 30 del brasileño, y cimentar la quinta victoria seguida de un Betis Baloncesto que las pasó canutas durante muchos minutos ante el Inveready Gipuzkoa Basket . Inferior en los tableros y el rebote, el conjunto verdiblanco detonó el partido gracias a su notable mejoría defensiva en el segundo tiempo (28 puntos encajó) y a su cualificada capacidad en el tiro exterior. Hasta 16 triples sumó (47%) para desarticular el entramado defensivo de un serio GBC y mantener la impecable línea en San Pablo. Un triunfo que no debería tapar los problemas del equipo en el juego interior, que pueden ser mayores en función de la lesión de Kasibabu . Ya en el primer cuarto salieron a relucir los déficits del Betis, taras que lastraron su rendimiento y lo llevaron a una situación de lo más incómoda. Su defensa fue invisible; y su rebote, inexistente. Menos mal que al menos le respondió la puntería. Con su efectividad triplista (4/8) mantuvo el tipo ante un GBC de los más contestatario por dentro. Sin defensa ni rebote (nueve más, seis en ataque, habían arañado los visitantes), era tan prioritario como urgente que el Betis Baloncesto encendiera las turbinas defensivas para llevar el partido a su terreno. El GBC jugaba suelto, demasiado suelto , especialmente en los tableros, donde había encontrado un filón. Radoncic, con un triple a tabla, incrementó la renta al comienzo del segundo cuarto (29-24) con el Betis jugando con dos bases en busca de más control. Aranitovic golpeó con un 0-5 y el GBC seguía corriendo para sacar a su rival del carril. Lo hizo. Nicolau machacaba el aro y Aranitovic sellaba el 0-9 que provocó el tiempo muerto de Gonzalo García de Vitoria (29-33) . Casi nada le funcionaba al Betis Baloncesto. En el rebote, el GBC lo estaba barriendo (17/4) . Los dos siguientes ataques los tiró a la basura el Betis, negado. Mokran ampliaba (29-35) y respondía un triple de Benite (32-38) ante la incomparecencia defensiva del Betis. En quince minutos había recibido 40 puntos . Del triple se alimentaba, sobreviviendo. Álex Suárez, a falta por minuto, fue relevado por Rubén López de la Torre y Tunde, en una defensa de anticipación, tras ser taponado antes, se cargó con la tercera. La inferioridad bética en las zonas era patente, muy evidente. Un problemón . Ander Martínez puso la máxima tras rebote ofensivo y perfecta rotación de balón, con pase extra (38-45). Rubén restaba, Vrankic replicaba (42-48), Benite asestaba el décimo triple verdiblanco y Rubén, el undécimo (48-48). Al receso, 48-50. Ni tan mal, porque el Betis había sido un equipo de un solo registro y notables contrastes: su 50% en el triple (11/21) contrastaba con su manifiesta debilidad en el rebote (ocho capturas frente a las 23 de los guipuzcoanos). Con 24 puntos entre los dos, Benite y Hughes sostenían a su equipo en el choque ante un GBC más diverso y coral en ataque. El Betis necesitaba un cambio radical en sus métricas defensivas, paupérrimas. Y con esa intención armó Gonzalo una dupla interior con López de la Torre y DeBisschop, que apenas había jugado dos minutos. El partido pedía más energía y agresividad, un plus físico que en el primer tiempo no le supo dar . DeBisschop hacía la tercera y el Betis desperdiciaba dos ataques para ponerse por delante. No giraba el partido, los males persistían y, para colmo, Kasibabu se lesionaba la rodilla derecha en un mal apoyo. Ya no volvió. Con 55-58, técnica para el técnico verdiblanco (se supone que harto del desigual reparto de faltas) y, desde el 4,60, el GBC se estiraba (55-61). No se rendía Benite, que empataba desde el triple (61-61). El flujo anotador había bajado en el tercer periodo y esta era una buena noticia para el Betis, desatascado por la infinita magia de Benite, quinto triple para el brasileño, en ignición (65-63) . Su bombero y su oráculo. Luego añadía un dos más uno y Radoncic, del que este equipo necesita mucho más, lo fotocopiaba (71-65). A ocho se disparaba el Betis Baloncesto tras robo y bandejita de Jelinek en un esprint volcánico del tercer cuarto que llenó de aire sus pulmones pese al superlativo esfuerzo en esos minutos (73-65). El Betis llevaba ya 14 triples y, curiosamente, 14 rebotes menos que el GBC . Benite fue relevado y Cvetkovic ponía el cloroformo en la apertura del último parcial jugando a media pista. Bajando las revoluciones y aplacando el nervio del GBC. De tanto contemporizar, el Betis se paró y tres minutos y medio tardó en anotar. Lo hizo Tunde. De otra falta técnica al GBC (esta vez a Vrankic), Jelinek engordaba (77-68) y Hughes, al fin, colocaba los diez de ventaja (80-70). Quedaban menos de cuatro minutos y medio en los que el equipo hizo lo debido: conceder poco, jugar largo y culminar el trabajo con la exhibición de Hughes y Ben

Mar 2, 2025 - 16:04
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La alianza Benite-Hughes rinde el homenaje perfecto a Benito Doblado (92-78)
El día del homenaje a Benito Doblado , una mañana de tintes nostálgicos que incluyó preciosa camiseta de estilo vintage como guiño a uno de los mejores Caja San Fernando de la historia, Benite y Hughes se aliaron en comandita para reunir 55 puntos, 30 del brasileño, y cimentar la quinta victoria seguida de un Betis Baloncesto que las pasó canutas durante muchos minutos ante el Inveready Gipuzkoa Basket . Inferior en los tableros y el rebote, el conjunto verdiblanco detonó el partido gracias a su notable mejoría defensiva en el segundo tiempo (28 puntos encajó) y a su cualificada capacidad en el tiro exterior. Hasta 16 triples sumó (47%) para desarticular el entramado defensivo de un serio GBC y mantener la impecable línea en San Pablo. Un triunfo que no debería tapar los problemas del equipo en el juego interior, que pueden ser mayores en función de la lesión de Kasibabu . Ya en el primer cuarto salieron a relucir los déficits del Betis, taras que lastraron su rendimiento y lo llevaron a una situación de lo más incómoda. Su defensa fue invisible; y su rebote, inexistente. Menos mal que al menos le respondió la puntería. Con su efectividad triplista (4/8) mantuvo el tipo ante un GBC de los más contestatario por dentro. Sin defensa ni rebote (nueve más, seis en ataque, habían arañado los visitantes), era tan prioritario como urgente que el Betis Baloncesto encendiera las turbinas defensivas para llevar el partido a su terreno. El GBC jugaba suelto, demasiado suelto , especialmente en los tableros, donde había encontrado un filón. Radoncic, con un triple a tabla, incrementó la renta al comienzo del segundo cuarto (29-24) con el Betis jugando con dos bases en busca de más control. Aranitovic golpeó con un 0-5 y el GBC seguía corriendo para sacar a su rival del carril. Lo hizo. Nicolau machacaba el aro y Aranitovic sellaba el 0-9 que provocó el tiempo muerto de Gonzalo García de Vitoria (29-33) . Casi nada le funcionaba al Betis Baloncesto. En el rebote, el GBC lo estaba barriendo (17/4) . Los dos siguientes ataques los tiró a la basura el Betis, negado. Mokran ampliaba (29-35) y respondía un triple de Benite (32-38) ante la incomparecencia defensiva del Betis. En quince minutos había recibido 40 puntos . Del triple se alimentaba, sobreviviendo. Álex Suárez, a falta por minuto, fue relevado por Rubén López de la Torre y Tunde, en una defensa de anticipación, tras ser taponado antes, se cargó con la tercera. La inferioridad bética en las zonas era patente, muy evidente. Un problemón . Ander Martínez puso la máxima tras rebote ofensivo y perfecta rotación de balón, con pase extra (38-45). Rubén restaba, Vrankic replicaba (42-48), Benite asestaba el décimo triple verdiblanco y Rubén, el undécimo (48-48). Al receso, 48-50. Ni tan mal, porque el Betis había sido un equipo de un solo registro y notables contrastes: su 50% en el triple (11/21) contrastaba con su manifiesta debilidad en el rebote (ocho capturas frente a las 23 de los guipuzcoanos). Con 24 puntos entre los dos, Benite y Hughes sostenían a su equipo en el choque ante un GBC más diverso y coral en ataque. El Betis necesitaba un cambio radical en sus métricas defensivas, paupérrimas. Y con esa intención armó Gonzalo una dupla interior con López de la Torre y DeBisschop, que apenas había jugado dos minutos. El partido pedía más energía y agresividad, un plus físico que en el primer tiempo no le supo dar . DeBisschop hacía la tercera y el Betis desperdiciaba dos ataques para ponerse por delante. No giraba el partido, los males persistían y, para colmo, Kasibabu se lesionaba la rodilla derecha en un mal apoyo. Ya no volvió. Con 55-58, técnica para el técnico verdiblanco (se supone que harto del desigual reparto de faltas) y, desde el 4,60, el GBC se estiraba (55-61). No se rendía Benite, que empataba desde el triple (61-61). El flujo anotador había bajado en el tercer periodo y esta era una buena noticia para el Betis, desatascado por la infinita magia de Benite, quinto triple para el brasileño, en ignición (65-63) . Su bombero y su oráculo. Luego añadía un dos más uno y Radoncic, del que este equipo necesita mucho más, lo fotocopiaba (71-65). A ocho se disparaba el Betis Baloncesto tras robo y bandejita de Jelinek en un esprint volcánico del tercer cuarto que llenó de aire sus pulmones pese al superlativo esfuerzo en esos minutos (73-65). El Betis llevaba ya 14 triples y, curiosamente, 14 rebotes menos que el GBC . Benite fue relevado y Cvetkovic ponía el cloroformo en la apertura del último parcial jugando a media pista. Bajando las revoluciones y aplacando el nervio del GBC. De tanto contemporizar, el Betis se paró y tres minutos y medio tardó en anotar. Lo hizo Tunde. De otra falta técnica al GBC (esta vez a Vrankic), Jelinek engordaba (77-68) y Hughes, al fin, colocaba los diez de ventaja (80-70). Quedaban menos de cuatro minutos y medio en los que el equipo hizo lo debido: conceder poco, jugar largo y culminar el trabajo con la exhibición de Hughes y Benite, los superhéroes de un Betis Baloncesto que siempre encuentra un atajo en casa para volver a sonreír. La sonrisa de sus jugones.