Mis simpatías por Trump

Nada menos que el aeropuerto de Heathrow, Londres, el mayor de Europa, tuvo que cerrar totalmente este viernes porque se prendió fuego una subestación eléctrica a unos pocos kilómetros de distancia. Heathrow tiene la mayor densidad de vuelos de Europa y opera al 97 por ciento de su capacidad (Londres Heathrow, cerrado hoy todo el […]

Mar 22, 2025 - 20:42
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Mis simpatías por Trump

Nada menos que el aeropuerto de Heathrow, Londres, el mayor de Europa, tuvo que cerrar totalmente este viernes porque se prendió fuego una subestación eléctrica a unos pocos kilómetros de distancia. Heathrow tiene la mayor densidad de vuelos de Europa y opera al 97 por ciento de su capacidad (Londres Heathrow, cerrado hoy todo el día por un incendio).

Así que este viernes, desde Madrid a Dublín, de Frankfurt a Ámsterdam, de Washington a Nueva York, medio mundo se llenó de aviones cargados de pasajeros que iban a Londres y no pudieron aterrizar. 1.350 vuelos y no de avionetas precisamente.

Entonces es cuando comparecen con traje y corbata unos tíos super bien pagados, habituados a hacer sesudas exposiciones con Power Point y señaladas con láser mega inteligentes, diciendo que no sé qué pasó para que el sistema eléctrico de emergencia no se disparara. Casi, casi, dijeron que la energía para el sistema de emergencia depende de la principal, que como se fue, no funcionó nada.

Esta gente tiene por encima un organismo de supervisión que es parte de la autoridad británica de la Aviación Civil, la cual tiene un organismo regulador, también muy bien pagado, que establece los parámetros para todos los sistemas de soporte, lo cual está todo tamizado por incontables leyes que se encargan de que aquello sea una maraña impenetrable pero que tiene un pequeño problema: al final no funciona nada.

En estos casos, les confieso, admiro a Donald Trump cuando firma esas órdenes ejecutivas que disuelven de un plumazo todas estas estructuras inútiles, habitadas por charlatanes baratos, que están ahogadas en papeles pero que no sirven para lo más mínimo. Es así por todo. El problema es que las barbaridades de Trump se llevan por delante indiscriminadamente lo necesario y lo prescindible. Pero muchos de estos ejecutivos tienen que volver a empezar, trabajando duro en una mina.