La pandilla del picual
En España hay unos diez mil Juan Carlos García diferentes, los mismos que Pedro Sánchez, según los cálculos de una famosa IA. En gastronomía, en Jaén, esos nombres comunes esconden a dos de los cocineros más singulares del país. Les separan dieciséis años de vida y tienen trayectorias vitales y profesionales bien diferentes, pero ambos […] The post La pandilla del picual appeared first on 7 Caníbales.

En gastronomía, en Jaén, esos nombres comunes esconden a dos de los cocineros más singulares del país. Les separan dieciséis años de vida y tienen trayectorias vitales y profesionales bien diferentes, pero ambos encabezan esa ‘Pandilla del picual’ –valga el símil con la ‘Pandilla de la leche de tigre’ de los peruanos– que ha sorprendido al establishment culinario y sigue creciendo con nuevos nombres.La cercanía de ambas casas, Bagá y Vandelvira, la singularidad de propuestas gastronómicas y, añadiría, hasta los precios ajustados de ambas, permiten perfectamente conectarlas en un fin de semana delicioso de gastronomía y todo lo que le quieran añadir.

Ambos comparten una vocación y la defensa a ultranza del territorio jienense y sus productos, pero tanto sus modos de cocinar como sus modelos de restaurante están a gran distancia. Frente al esencialismo extremo de Bagá, el pequeño local a la espalda de la catedral capitalina, el impresionante palacio renacentista de Baeza, Vandelvira, donde además de una gran cocina se ofrece historia y belleza por doquier.
En García encontramos a un cocinero en plena progresión, un joven de 32 años, con formación y personalidad suficientes para ofrecer ya hoy en día una de las culinarias más aspiracionales del país, primero finalista en el premio Cocinero Revelación de Madrid Fusión y poco después estrella Michelin. Su casa le garantiza la independencia creativa para seguir desarrollando su trabajo más personal gracias a un potente espacio para banquetes y yo diría que está llamada a ser uno de los grandes restaurantes de Andalucía y más allá.
En Jaén-Jaén, Pedrito Sánchez sigue ganándose el respeto y admiración de los colegas de medio mundo, amén de los aficionados, cosechando galardones, como el reciente tercer sol Repsol, y haciendo oídos sordos a los cantos de sirena que una y otra vez tratan de convencerle de que su talento merece un espacio más grande y más pomposo. Frente al poder de los sillares y las portadas del siglo XVI, la heterodoxia postbistronómica de la celda, «Cogita et labora, esto humilis et ambula», piensa y trabaja, sé humilde y camina. Y así hasta lograr ser hoy en día el más libérrimo de los cocineros españoles, el hombre que navega contracorriente y hace trizas los consejos de todos los consultores y empresarios del ramo.
Pedrito Sánchez piensa tanto como cocina o más.
Dos conceptos

En Vandelvira se come también de maravilla. Brilla el producto local por doquier, los amargos jienenses omnipresentes como si estuviéramos en la Toscana y los irreverentes postres donde se permite con éxito jugar con los trampantojos y los juegos de palabras, como en un tocino-tocino de cielo o en el sublime pimiento del piquillo relleno de chocolate, mi favorito, no solo en su concepto de mole autóctono, sino en el equilibrio de los sabores.


The post La pandilla del picual appeared first on 7 Caníbales.