Junqueras logra reflotar la ‘paradiplomacia’ del 'procés' gracias al PSC
El Parlament ha aprobado la creación de un cuerpo diplomático catalán, medida incluida en el acuerdo de investidura firmado por socialistas y republicanos

En la política catalana, parecen estar en boga las estructuras paralelas. Primero fue el Consell de la República, la Generalitat paralela creada por Carles Puigdemont en Bélgica para no perder foco mediático durante su "exilio" en Waterloo. Luego, El PSC de Salvador Illa, tras perder los comicios catalanes de 2021 en favor de ERC y Junts, creó un Govern en la sombra con 15 'consellers' para fiscalizar la acción de aquel Ejecutivo y presentar sus propias propuestas. E incluso, el año pasado, la guerra interna en Esquerra destapó la existencia de una estructura paralela dedicada a la contrapropaganda. Pues bien, el Parlament ahondó ayer en esta senda aprobando la creación de un cuerpo diplomático propio, medida en la que el constitucionalismo adivinó la intención de crear un 'Estado paralelo' al oficial.
Este nuevo cuerpo autonómico, adscrito a la Consejería de Unión Europea y Acción Exterior que dirige el socialista Jaume Duch, será una realidad gracias a una ley promovida por Esquerra Republicana, que contó con el respaldo del PSC de Illa y el resto de sus socios —los comunes y ahora también la CUP—. La norma establece el proceso de selección, las aptitudes y las funciones de estos profesionales, con los que la Generalitat afirma querer "garantizar que la dimensión exterior de las competencias de la Generalitat y la proyección exterior de la sociedad catalana se planifiquen y se ejecuten de la manera más eficaz y eficiente posible".
Sin embargo, a nadie se le escapa que esta política exterior únicamente catalana, que ahora se pretende fortalecer, fue uno de los instrumentos clave con los que el separatismo trató de ganar la batalla del relato en el plano internacional en 2017—una pugna a la que el Gobierno de Sánchez renunció pero que el secesionismo siempre quiso reflotar—.
Los aranceles de Trump como pretexto
De hecho, en sus primeros compases, el Ejecutivo de Illa anunció que mantendría la polémica red de 'embajadas catalanas' en el extranjero —compuesta en la actualidad por 21 delegaciones repartidas por el mundo— pero descartaba su ampliación, tal y como tenía previsto el Ejecutivo republicano precedente. E hizo hincapié en que su labor se desplegaría siempre bajo una impecable "lealtad institucional". En cualquier caso, no tardó en desdecirse y, el pasado abril, a raíz del conato de guerra arancelaria desatado por el estadounidense Donal Trump, informó de que el Govern ya estudiaba aumentar el número de 'embajadas', cuya partida presupuestaria asciende en la actualidad a 110 millones de euros —una cantidad que, por ejemplo, supera en 11 veces la destinada a la Casa Real—.
Pero las verdaderas razones de este relanzamiento han de buscarse en el acuerdo alcanzado entre socialistas y republicanos para la investidura de Illa a finales de julio del año pasado. En aquel texto —en el que ERC reclamaba otras medidas que Illa ha acabado adoptando, como la puesta en marcha de un cupo catalán o el traspaso completo de Cercanías— se definía a Cataluña como una "nación con lengua propia y voluntad de proyectarse al mundo". Siendo así, los firmantes tomaban como hoja de ruta la ley 16/2014 de la Generalitat —fraguada por Artur Mas durante el 'procés'— para desarrollar dicha proyección, que pasaba por "culminar la creación del Cuerpo de Acción Exterior" y "establecer un plan de implementación de sus funcionarios y funcionarias en todos los departamentos".
Asimismo, se fijaba el compromiso de "consolidar y ampliar" la red de delegaciones actual, con "especial atención a América Latina y Asia; y el refuerzo de la acción exterior en el continente africano". Finalmente, se establecía la necesidad de promover la proyección y el reconocimiento de las selecciones deportivas catalanas —otro extremo que denota el compromiso del PSC con el acuerdo de investidura, pues el mes pasado sumó sus votos a los de ERC en el Parlament para impulsar "activamente" la internacionalización de las mentadas selecciones—.