Isaacman y el nuevo rumbo de la NASA: la Luna y Marte al mismo tiempo a pesar de los recortes

Aunque todavía no ha sido designado nuevo administrador de la NASA, el millonario y astronauta privado Jared Isaacman habló el pasado miércoles 9 de abril sobre sus planes para la […] La entrada Isaacman y el nuevo rumbo de la NASA: la Luna y Marte al mismo tiempo a pesar de los recortes fue escrita en Eureka.

Abr 26, 2025 - 21:37
 0
Isaacman y el nuevo rumbo de la NASA: la Luna y Marte al mismo tiempo a pesar de los recortes

Aunque todavía no ha sido designado nuevo administrador de la NASA, el millonario y astronauta privado Jared Isaacman habló el pasado miércoles 9 de abril sobre sus planes para la agencia espacial ante un comité del Congreso de EE UU de cara a su confirmación en su nuevo puesto de trabajo. Este tipo de comparecencias siempre son esperadas por motivos obvios, pero en el caso de Isaacman los niveles de expectación eran enormes después de que el presidente Donald Trump comentase en su discurso inaugural de enero su intención de poner seres humanos en Marte. A las palabras de Trump hay que añadir las múltiples declaraciones de Elon Musk, que ahora se mueve en los círculos más cercanos del presidente, afirmando que debe ser Marte, y no la Luna, la prioridad del programa espacial tripulado estadounidense. Las declaraciones de Trump y Musk se interpretaron como una referencia explícita a una cancelación inminente del cohete SLS y, quizá, de la nave Orión. O lo que es lo mismo, la desaparición del programa lunar Artemisa tal y como lo conocemos.

Jared Isaacman, candidato a administrador de la NASA, durante la comparecencia (NASA).

En este sentido, Isaacman ha tranquilizado a los partidarios de Artemisa, pero con matices. El futuro administrador de la NASA decidió contentar a todo el mundo y ofreció una decisión salomónica: la prioridad de la NASA será, como ordenó el presidente Trump, el planeta Marte, pero el programa lunar Artemisa seguirá adelante, al menos hasta Artemisa III, prevista actualmente para mediados de 2027. Es decir, por el momento el cohete SLS y la nave Orión se mantienen sin cambios y la primera misión tripulada de Artemisa, Artemisa II, despegará en abril de 2026 para rodear la Luna —la tripulación de esta misión estaba presente en la comparecencia—. Isaacman cede así ante las presiones de los partidarios del SLS/Orión, que, como era previsible, no van a dejar que un programa tan complejo desaparezca de la noche a la mañana. En este sentido, el senador Ted Cruz insistió ante Isaacman que abandonar el programa lunar Artemisa ahora sería dejar la Luna en manos de China.

Si Isaacman no actúa, los chinos pintarán la Luna de rojo y llevarán una bandera muy, muy grande (¿o es Marte?), según se deduce del cartel que llevó el senador Ted Cruz (NASA).
La visión del programa Artemisa, bajo cuestión (NASA).

Cruz presionó a Isaacman para que aclarase sus intenciones sobre el futuro de Artemisa más allá de Artemisa III en lo referente a establecer una presencia permanente en la Luna. Cuando Isaacman afirmó que la agencia espacial debería concentrarse lo antes posible en enviar seres humanos al planeta rojo, Cruz le recordó que ya se había aprobado legislación para asegurar la presencia humana en la Luna, ante lo cual Isaacman replicó que, si esa es la ley, se encargará de cumplirla. En concreto, Isaacman dijo que «[el presidente Trump] no ha dicho que no vayamos a la Luna. […] Como el presidente ha declarado, daremos prioridad a mandar astronautas estadounidenses a Marte y por el camino desarrollaremos inevitablemente las capacidades para regresar a la Luna […] antes de que llegue China» (ese «por el camino» es de suponer que hacía referencia al HLS de SpaceX). Eso sí, recordemos que lo que sí ya ha hecho la NASA siguiendo instrucciones de la nueva administración es borrar las referencias a que la tripulación de Artemisa III debe incluir a la primera mujer y/o la primera persona de color en pisar la Luna.

Emblema de la misión Artemisa II (NASA).
La tripulación de Artemisa II estaba en la comparecencia de Isaacman muy contentos de saber que no se quedan en tierra (NASA).

¿Y qué hay de la estación Gateway? Las agencias espaciales de Europa (ESA), Japón (JAXA) y Canadá (CSA) colaboran activamente en Artemisa, pero lo hacen principalmente a través de esta futura estación espacial en órbita lunar (con la excepción de la ESA, que también fabrica los módulos de servicio de la nave Orión). Isaacman se escabulló hábilmente al abordar el futuro de Gateway en detalle, pero sí mencionó que la arquitectura SLS/Orión no es la más adecuada para la exploración de la Luna a largo plazo. La conclusión lógica es que el futuro de Gateway pende de un hilo, pues recordemos que Artemisa IV —prevista actualmente para 2028— debía llevar el módulo Lunar I-Hab de ESA y JAXA y convertirse de paso en la primera misión tripulada a la estación lunar. Pero una de cal y otra de arena: Isaacman tranquilizó a los socios internacionales al asegurar que la ISS estará en servicio hasta 2030, como estaba planeado, un punto muy importante después de que Musk hubiera sugerido en X que la estación debía ser retirada cuanto antes. De hecho, dejó la puerta abierta a prolongar la vida de la estación si para entonces no hay en servicio al menos una estación comercial que la sustituya, con el objetivo de evitar que China sea la única nación de la Tierra con un laboratorio orbital permanente.

La estación lunar Gateway, que cuenta con una fuerte participación internacional, lo tiene crudo (NASA).
La ISS (aquí vista desde una Crew Dragon en 2022) seguirá activa hasta 2030 (NASA).

El ganador del nuevo rumbo de la NASA es, claramente, Elon Musk y su empresa SpaceX. A pesar de que no fue mencionada por Isaacman, solo la Starship de SpaceX tiene actualmente capacidad —aunque sea sobre el papel— para acometer una misión tripulada al planeta rojo. De hecho, Musk confía en poder lanzar el año que viene varias Starships no tripuladas a la superficie de Marte. Asimismo, Artemisa III —y, si no se cancela, Artemisa IV— usará el módulo lunar HLS ‘Moonship’ de SpaceX (Artemisa V iba a ser la primera misión del programa que usase el módulo lunar Blue Moon Mark 2 de Blue Origin). Paradójicamente, como ya hemos comentado en el blog en varias ocasiones, la compleja arquitectura de trasvase de propelentes que necesita la Starship para salir de la órbita baja hace que, al menos en teoría y desde el punto de vista energético, sea más sencilla una misión a Marte que a la Luna.

Diseño actual del módulo lunar HLS de SpaceX. Aquí aparece el HLS Opción A de Artemisa III acoplado a la nave Orión en órbita lunar de tipo NRHO. Dos de los cuatro astronautas pasarán de la Orión al HLS para pasar cerca de una semana en el polo sur lunar (SpaceX).
Un depósito orbital de inmaculado blanco acoplado a una Starship para trasvase de propelentes. Tras un número indeterminado de acoplamientos en LEO, el depósito se unirá al HLS para trasvasar propelentes y viajar a la Luna (SpaceX).

¿Y cómo se va a pagar todo esto? Pues muy buena pregunta, porque nadie lo sabe. El programa Artemisa ya estaba llevando al límite a la NASA por culpa de los sobrecostes del SLS, además de los retrasos en el programa Starship/HLS. El hecho de que la Starship de SpaceX pase a ser el elemento fundamental del nuevo programa marciano es una arma de doble filo. Por un lado, «solo» habrá que meter miles de millones de dólares adicionales de dinero público en un programa que ya está en marcha. Por otro lado, al tener todos los huevos en la misma cesta, cualquier problema con el programa Starship repercutirá tanto en el programa lunar Artemisa como en el nuevo programa marciano.

El cohete SLS Block 1 de Artemisa II toma forma en el VAB de Florida (NASA).

Poco después de la comparecencia de Isaacman la Casa Blanca publicó su propuesta de presupuesto para la NASA, que incluye un recorte de 5 mil millones de dólares. O sea, de 25 mil millones la NASA pasaría a recibir el próximo año fiscal 20 mil millones. La ciencia es la principal perjudicada, que sufriría una reducción de casi la mitad de su presupuesto (de 7500 millones a 3900 millones). De aprobarse este presupuesto, el telescopio espacial Nancy Grace Roman (antes WFIRST), ya ensamblado y casi listo para despegar, además de las misiones MSR de retorno de muestras de Marte y la sonda DAVINCI para explorar Venus, serían tres de las víctimas más destacadas de esta «masacre científica». Desgraciadamente, incluso estos duros sacrificios siguen sin ser suficientes para que la NASA financie al mismo tiempo dos programas tripulados a la Luna y a Marte con un presupuesto anual de tan solo veinte mil millones de dólares.

El telescopio espacial Nancy Grace Roman podría quedarse en tierra por los recortes (NASA).

La comparecencia terminó con Isaacman negando conflicto de intereses con Musk, declarando que no ha tenido contacto con él desde que fue nominado como futuro administrador de la NASA, aunque evitó responder claramente al senador Edward Markey cuando este le preguntó si Musk estaba presente durante su entrevista con Trump. Como hemos visto, el programa espacial chino fue uno de los protagonistas de la comparecencia, que incluyó, como en los mejores tiempos de la Guerra Fría, apelaciones al comunismo y a la necesidad de no quedar por detrás de otra potencia: «no se equivoquen, el Partido Comunista de China ha sido explícito en su deseo de dominar el espacio, poniendo una estación espacial totalmente funcional en órbita baja y vehículos robóticos en la cara oculta de la Luna. No nos dirigimos hacia la próxima carrera espacial. Ya está aquí», concluyó dramáticamente Isaacman. Sin duda, pero lo que no está claro es cómo se va a pagar.

La Starship Enterprise Edition del futuro, la versión HLS para misiones comerciales a la Luna de SpaceX, que podría tomar el relevo dentro de los planes para sustituir a Artemisa (SpaceX).
Ojito con los chinos, que en 2030 lo llenan todo de rojo en la Luna (NASA).

La entrada Isaacman y el nuevo rumbo de la NASA: la Luna y Marte al mismo tiempo a pesar de los recortes fue escrita en Eureka.