Independiente cayó 2-0 con Atlético Tucumán y dejó pasar la chance de ir relajado a Rosario a disputar el primer puesto

El conjunto de Julio Vaccari jugó mal y perdió merecidamente ante un “Decano” que salió del fondo

May 1, 2025 - 04:15
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Independiente cayó 2-0 con Atlético Tucumán y dejó pasar la chance de ir relajado a Rosario a disputar el primer puesto

Es cierto que la reprogramación del encuentro entre Atlético e Independiente, tras la lluvia intensa que forzó la suspensión doce días atrás, resultaba incómoda para los hombres de Julio Vaccari al jugar el domingo en el último turno, viajar a Tucumán y en la previa de un fin de semana que terminará decretando desde qué puesto clasifican los ocho mejores de cada zona. Aunque también era la oportunidad de aprovechar la disputa aislada, con el panorama claro, para acomodarse de cara a una última fecha, en su caso, muy caliente. Terminó siendo una pesadilla: perdió 2-0 por los goles de Mateo Bajamich y Leandro Díaz, la segunda derrota en el Torneo Apertura, y -de repente- puede terminar hasta tercero.

El calendario del “Rojo” marca la casualidad de que el sábado deberá jugar en Rosario contra Central, el único competidor que tiene por el liderazgo definitivo de la Zona B. Incluso, esa batalla tan atractiva, tendrá el trasfondo de buscar ser el mejor equipo de los 30, lo que les permitirá -al que lo consiga- asegurarse la localía hasta la semifinal incluida (la final es en estadio neutral). Privilegio que, desde la otra zona, también tiene posibilidades de conseguir Boca.El festejo de los jugadores del Decano; Atlético Tucumán le encontró los puntos débiles al Rojo en el postergado de la fecha 14

Ahora bien, para encarar esa aventura hostil mediante la tranquilidad y una enorme confianza, era vital una producción de tres puntos en el Monumental José Fierro, dentro de un contexto que parecía jugarle a favor más allá de portar en la espalda la presión mencionada: el conjunto de Lucas Pusineri inició el encuentro desde el penúltimo puesto, con algunos cánticos de las tribunas contra los directivos y con la necesidad de imponerse en el resultado para encontrar aire. Es decir, se enfrentaban la enorme ilusión por ser campeón y la urgencia de escaparle a los puestos cercanos al descenso.

Incluso, el “Decano” debió salir a jugar sólo 50 horas después de su excursión del lunes en Mendoza, donde perdió con Godoy Cruz. Estaba clara la prioridad para los de Avellaneda, pero el DT visitante optó -o necesitó, igual que del lado tucumano- por hacer descansar a ciertos titulares que son clave en la estructura: el zaguero Sebastián Valdéz, el lateral izquierdo Álvaro Angulo y el volante central Iván Marcone.

Lo mejor del triunfo de Atlético Tucumán

Pocos protagonistas, pero que si se suman a las malas noticias de los desgarros del chileno Pablo Galdames y el paraguayo (y goleador) Gabriel Ávalos, además de la suspensión por expulsión de Luciano Cabral, el peso es otro. Seis nombres que vaya si se han sentido: al “Rojo” le costó horrores fluir y meterse en el encuentro.

Parecía, justamente, que en Tucumán se jugaban la clasificación. Mordieron, incomodaron, se ordenaron, jugaron a ganar la segunda pelota y aprovechar malos acomodamientos de Independiente. Y la visita sufrió esas formas. Así como en muchas ocasiones encanta con su estilo, empieza a acostumbrarse a tener jornadas casi completas de confusión. Este miércoles se vio algo de eso: en medio de las presencias como las de Felipe Loyola y Federico Mancuello, el más claro en el primer tiempo para cambiar el ritmo y arremeter interesantemente fue Kévin Lomónaco. De hecho, firmó la chance más peligrosa de su equipo en la primera mitad, a los 14 minutos: cruzó hasta tres cuartos de campo tucumano y sacó un bombazo que besó el travesaño.