«Hay otras situaciones en las que podía haber entrado el VAR y lo ha hecho en el minuto 97...»

La locura de Montjuïc se tradujo en siete goles, un final con suspense que decantó la balanza a favor del Barça con el penalti anotado por Raphinha en el minuto 98, y una posible lesión de Lewandowski a solo una semana del clásico ante el Real Madrid en la final de la Copa del Rey. Fueron quince minutos de electricidad los que cambiaron el 1-1 con el que acabó la primera mitad por el 3-3 que mostró el marcador hasta esa pena máxima en la prolongación. Resultó crucial la respuesta del Barça tras los dos goles de ventaja que alcanzó el conjunto celeste. La remontada la inició Dani Olmo, que entró junto a Lamine Yamal en un doble cambio justo cuando se desataba el choque. «Teníamos muchas ganas de ganar. Los primeros minutos no han sido los mejores, pero la respuesta del equipo, con la ayuda del público, ha sido muy buena. Nos lo merecíamos». El internacional español se colocó entre líneas para conectar con Pedri y De Jong y, aparte de marcar el 2-3, fue quien provocó el penalti decisivo tras ser derribado en el área céltica. El otro protagonista culé fue Raphinha. El brasileño asumió galones ante la baja de Lewandowski, que se retiró con molestias en la parte posterior de su rodilla derecha, y anotó los dos goles que decantaron la balanza a favor del Barça. «Es un jugador muy importante. Siempre tiene ese pensamiento positivo que consigue contagiar al resto de los compañeros», concedió Hansi Flick, técnico del Barça, en la zona mixta al hablar sobre la remontada. «El equipo nunca se rinde y esa es la mentalidad. Me quedo con esa respuesta de los jugadores en el tramo final». Sobre la posible lesión de Lewandowski, cautela: «Le harán pruebas y sabremos algo más». En el Celta la sensación fue agridulce, en especial para un Borja Iglesias que firmó una gesta en forma de 'hat-trick' que a la larga no sirvió de nada. El delantero gallego se unió a un selecto grupo de jugadores capaces de marcarle tres goles al Barcelona en su estadio, una lista en la que también están Luis Aragonés, Puskas, Baltazar, Paquete Higuera, Pantic, Shevchenko, Forlán, Mbappé y Benzema. Sin embargo, no lo pudo celebrar como quería: «Me lo imaginaba mejor con el 1-3», admitió. «Sabiendo la dificultad de jugar en este estadio y aguantar un resultado así, me voy triste al final». Claudio Giráldez, entrenador del Celta, lamentó la gestión que hizo su equipo del 1-3. «Hemos podido matarlos y no lo hemos hecho. Nos hemos quedado a medias y nos hubiese venido bien un tiempo muerto. Nos faltaron piernas. Hay que acostumbrarse a este tipo de partidos para mantener nuestra idea más tiempo». No hubo críticas al penalti postrero sobre Dani Olmo, aunque sí a la actuación arbitral en general. «Creo que ha habido situaciones en las que podía haber intervenido el VAR y lo ha hecho en el minuto 97». «Hay factores que no dependen de nosotros a veces pero no es momento de hablar de eso», incidió Pablo Durán, que recibió un agarrón de Íñigo Martínez que de haber sido sancionado podría haberle costado la roja al central vasco. «Él mismo me dice que si me tiro pitan falta». También se reclamó un posible penalti por un manotazo de Szczesny sobre Mingueza en los últimos minutos y una agresión de Raphinha a Iago Aspas.

Abr 19, 2025 - 20:55
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«Hay otras situaciones en las que podía haber entrado el VAR y lo ha hecho en el minuto 97...»
La locura de Montjuïc se tradujo en siete goles, un final con suspense que decantó la balanza a favor del Barça con el penalti anotado por Raphinha en el minuto 98, y una posible lesión de Lewandowski a solo una semana del clásico ante el Real Madrid en la final de la Copa del Rey. Fueron quince minutos de electricidad los que cambiaron el 1-1 con el que acabó la primera mitad por el 3-3 que mostró el marcador hasta esa pena máxima en la prolongación. Resultó crucial la respuesta del Barça tras los dos goles de ventaja que alcanzó el conjunto celeste. La remontada la inició Dani Olmo, que entró junto a Lamine Yamal en un doble cambio justo cuando se desataba el choque. «Teníamos muchas ganas de ganar. Los primeros minutos no han sido los mejores, pero la respuesta del equipo, con la ayuda del público, ha sido muy buena. Nos lo merecíamos». El internacional español se colocó entre líneas para conectar con Pedri y De Jong y, aparte de marcar el 2-3, fue quien provocó el penalti decisivo tras ser derribado en el área céltica. El otro protagonista culé fue Raphinha. El brasileño asumió galones ante la baja de Lewandowski, que se retiró con molestias en la parte posterior de su rodilla derecha, y anotó los dos goles que decantaron la balanza a favor del Barça. «Es un jugador muy importante. Siempre tiene ese pensamiento positivo que consigue contagiar al resto de los compañeros», concedió Hansi Flick, técnico del Barça, en la zona mixta al hablar sobre la remontada. «El equipo nunca se rinde y esa es la mentalidad. Me quedo con esa respuesta de los jugadores en el tramo final». Sobre la posible lesión de Lewandowski, cautela: «Le harán pruebas y sabremos algo más». En el Celta la sensación fue agridulce, en especial para un Borja Iglesias que firmó una gesta en forma de 'hat-trick' que a la larga no sirvió de nada. El delantero gallego se unió a un selecto grupo de jugadores capaces de marcarle tres goles al Barcelona en su estadio, una lista en la que también están Luis Aragonés, Puskas, Baltazar, Paquete Higuera, Pantic, Shevchenko, Forlán, Mbappé y Benzema. Sin embargo, no lo pudo celebrar como quería: «Me lo imaginaba mejor con el 1-3», admitió. «Sabiendo la dificultad de jugar en este estadio y aguantar un resultado así, me voy triste al final». Claudio Giráldez, entrenador del Celta, lamentó la gestión que hizo su equipo del 1-3. «Hemos podido matarlos y no lo hemos hecho. Nos hemos quedado a medias y nos hubiese venido bien un tiempo muerto. Nos faltaron piernas. Hay que acostumbrarse a este tipo de partidos para mantener nuestra idea más tiempo». No hubo críticas al penalti postrero sobre Dani Olmo, aunque sí a la actuación arbitral en general. «Creo que ha habido situaciones en las que podía haber intervenido el VAR y lo ha hecho en el minuto 97». «Hay factores que no dependen de nosotros a veces pero no es momento de hablar de eso», incidió Pablo Durán, que recibió un agarrón de Íñigo Martínez que de haber sido sancionado podría haberle costado la roja al central vasco. «Él mismo me dice que si me tiro pitan falta». También se reclamó un posible penalti por un manotazo de Szczesny sobre Mingueza en los últimos minutos y una agresión de Raphinha a Iago Aspas.