Fueron, serán y son

Los mayores y los niños son un presente diverso, abierto, esperanzador y muy chulo.

Mar 21, 2025 - 07:24
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Fueron, serán y son

Hoy he visto una escena de esas que te reconcilian con el mundo: Estaba en una cafetería y una pareja de abuelos se levantaba de su mesa recogiendo sus tazas de café, llevándolas a la barra y ayudándose el uno al otro a colocarse bien el jersey y el cuello de la cazadora. Han pasado a mi lado, les he sonreído y me ha salido un "gracias"... Se habrán pensado que era yo el dueño del lugar... Ha sido como si el tiempo no tuviese prisa con ellos, como si su vida juntos aún tuviese todos los momentos del mundo por delante.

Más tarde me he montado en el bus y dos niñas me han hecho sonreír: Tendrían unos 6 o 7 años y no han dudado en ceder su asiento (sin que nadie se lo pida) a una mujer mayor visiblemente cansada. A su alrededor, varios adultos miraban sus teléfonos móviles fingiendo perderse el momento.

¡Qué poco nos detenemos a observar a quienes más tienen que enseñarnos!

Nuestros mayores son nuestra memoria viva. Cargan un mundo, que ya existía antes que nosotros, con historias que sobrevivieron sin WhatsApp, juegos en la calle sin miedo y relatos de amores que no medían el tiempo tan rápido como lo hacemos nosotros. Vivencias que saben lo que significa perder, caer de nuevo y adaptarse sin perder la esencia.

Por otro lado están los peques, un mañana lleno de energía, imaginación sin límites y la certeza de que todo puede reinventarse con empatía, generosidad y cero prejuicios. ¿No es maravilloso?

¡Pero ojo! No solo son el pasado y nuestro futuro. Los mayores y los niños son un presente diverso, abierto, esperanzador y muy chulo. Un ‘hoy’ que nos demuestra que, si sabemos mirar bien, la bondad no se pierde con la edad, sino con la prisa. Y que la inocencia y la ternura pueden convivir con la experiencia y la sabiduría.

¡Qué bonito es prestar atención y cerciorarnos de que hay más gente buena de la que pensamos!