Finlandia es el país más feliz del mundo. Y también se está preparando a fondo para el final más infeliz: la guerra

Finlandia vive una paradoja. La nación se convirtió por octavo año consecutivo en el país más feliz del mundo, según el Informe Mundial de la Felicidad 2025 de la Universidad de Oxford y las Naciones Unidas. Sin embargo, y por muy felices que sean las vidas de sus ciudadanos, su geografía ha cambiado la situación geopolítica. Mientras el país era coronado con semejante virtud, un ejército de Estados Unidos había llegado para prepararse para "lo peor". Felicidad. Con una puntuación promedio de 7,736 sobre 10, el país nórdico mantuvo su liderazgo en un ranking basado en la evaluación que las personas hacen de sus propias vidas, a través de encuestas que abarcan tres años y que miden percepción subjetiva, vínculos sociales y confianza. Lo acompañan en los primeros puestos otras naciones del norte europeo como Dinamarca, Islandia y Suecia, consolidando un patrón que resalta las virtudes de los sistemas sociales fuertes, el acceso a la naturaleza, la cohesión comunitaria y el bienestar colectivo como pilares de una vida satisfactoria. Motivos. Apuntaba Harvard que el éxito persistente de Finlandia no era ruidoso, ni dependía de campañas publicitarias, ni de una identidad nacional construida sobre la excepcionalidad. Se basa, más bien, en un equilibrio silencioso y robusto entre naturaleza, protección social, tiempo libre, civismo cotidiano y una percepción extendida de seguridad y confianza mutua. Casi lo mismo se podría decir del resto de naciones del “norte”, las mismas cuya geografía podría cambiar el status quo. En Xataka Si tienes 155.000 euros en el bolsillo, ahora tienes otra duda: comprar el nuevo Renault 5 Turbo eléctrico o un Porsche 911 Un nuevo frente. Casi a la par, el New York Times contaba una escena que se había dado en otra zona de la nación. A mediados de febrero, un mensaje ficticio de emergencia enviado por las Fuerzas de Defensa de Finlandia activó un ejercicio militar de gran escala: una invasión enemiga requería asistencia inmediata. Decenas de soldados estadounidenses, miembros de la recién creada división ártica del ejército norteamericano, partieron desde Fairbanks, Alaska, y cruzaron el Polo Norte para aterrizar en Rovaniemi, al norte de Finlandia. Equipados con fusiles M-4, ametralladoras y lanzacohetes, se desplegaron en los bosques nevados, vestidos con uniformes blancos especiales y botas impermeables al vapor. Aunque se trataba de un simulacro, el trasfondo geopolítico y climático lo dotó de una gravedad de lo más inquietante: con el derretimiento de los hielos árticos, esta región antaño inaccesible se ha vuelto ahora estratégica, provocando que potencias como Rusia, China, Estados Unidos y diversas naciones europeas entrenen activamente para un posible conflicto en condiciones extremas. La nueva centralidad del Ártico. Según contaba el general canadiense Robert McBride, los ejércitos del mundo han dejado atrás la era de la “guerra contra el terror” para centrar su atención en el Ártico, un territorio que, como hemos ido contando, ha adquirido prominencia por su valor estratégico, recursos naturales y rutas emergentes de transporte. En la OTAN. En ese contexto, la cooperación entre Finlandia y Estados Unidos se ha intensificado, especialmente desde que Finlandia se unió a la OTAN, convirtiéndose en el país de la alianza con la frontera más extensa con Rusia: 1.340 kilómetros. El pasado histórico (Finlandia luchó contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial) refuerza el carácter defensivo de esta relación. “Rusia tomará todo lo que no esté clavado a la pared”, recordaba un dicho finlandés citado por Janne Kuusela, funcionario de Defensa, al Times. A pesar de los cambios políticos recientes y el acercamiento verbal de Trump a Moscú, en el terreno helado la cooperación entre ambos países parece sólida y decidida. El ejército de Estados Unidos desplazado a la zona Guerra en el hielo. Qué duda cabe, puestos en el peor de los escenarios, la guerra ártica presenta desafíos únicos. “Es como operar en el espacio. Nadie vendrá a ayudarte. Y el entorno puede matarte”, resumía el coronel estadounidense Christopher Brawley. La regla cardinal: mantenerse seco. Los soldados finlandeses deben pasar una prueba extrema que consiste en lanzarse, con todo el equipo puesto, en un agujero abierto sobre un río helado, salir rápidamente y cambiarse de ropa antes de sufrir congelación, lo que deben hacer con ayuda de sus compañeros, ya que sus manos dejan de responder en cuestión de segundos. Jackson Crites Videman, un conscripto de doble nacionalidad finlandesa y estadounidense, lo vivió a 36 grados bajo cero. Recordamos que Finlandia es uno de los pocos países democráticos con servicio militar obligatorio, y ante la amenaza latente del este, ha aumentado su presupuesto en defensa. Aunque la guerra en Ucrania ha reducido significativamente la presencia rus

Abr 22, 2025 - 16:12
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Finlandia es el país más feliz del mundo. Y también se está preparando a fondo para el final más infeliz: la guerra

Finlandia es el país más feliz del mundo. Y también se está preparando a fondo para el final más infeliz: la guerra

Finlandia vive una paradoja. La nación se convirtió por octavo año consecutivo en el país más feliz del mundo, según el Informe Mundial de la Felicidad 2025 de la Universidad de Oxford y las Naciones Unidas. Sin embargo, y por muy felices que sean las vidas de sus ciudadanos, su geografía ha cambiado la situación geopolítica. Mientras el país era coronado con semejante virtud, un ejército de Estados Unidos había llegado para prepararse para "lo peor".

Felicidad. Con una puntuación promedio de 7,736 sobre 10, el país nórdico mantuvo su liderazgo en un ranking basado en la evaluación que las personas hacen de sus propias vidas, a través de encuestas que abarcan tres años y que miden percepción subjetiva, vínculos sociales y confianza. Lo acompañan en los primeros puestos otras naciones del norte europeo como Dinamarca, Islandia y Suecia, consolidando un patrón que resalta las virtudes de los sistemas sociales fuertes, el acceso a la naturaleza, la cohesión comunitaria y el bienestar colectivo como pilares de una vida satisfactoria.

Motivos. Apuntaba Harvard que el éxito persistente de Finlandia no era ruidoso, ni dependía de campañas publicitarias, ni de una identidad nacional construida sobre la excepcionalidad. Se basa, más bien, en un equilibrio silencioso y robusto entre naturaleza, protección social, tiempo libre, civismo cotidiano y una percepción extendida de seguridad y confianza mutua. Casi lo mismo se podría decir del resto de naciones del “norte”, las mismas cuya geografía podría cambiar el status quo.

Un nuevo frente. Casi a la par, el New York Times contaba una escena que se había dado en otra zona de la nación. A mediados de febrero, un mensaje ficticio de emergencia enviado por las Fuerzas de Defensa de Finlandia activó un ejercicio militar de gran escala: una invasión enemiga requería asistencia inmediata. Decenas de soldados estadounidenses, miembros de la recién creada división ártica del ejército norteamericano, partieron desde Fairbanks, Alaska, y cruzaron el Polo Norte para aterrizar en Rovaniemi, al norte de Finlandia.

Equipados con fusiles M-4, ametralladoras y lanzacohetes, se desplegaron en los bosques nevados, vestidos con uniformes blancos especiales y botas impermeables al vapor. Aunque se trataba de un simulacro, el trasfondo geopolítico y climático lo dotó de una gravedad de lo más inquietante: con el derretimiento de los hielos árticos, esta región antaño inaccesible se ha vuelto ahora estratégica, provocando que potencias como Rusia, China, Estados Unidos y diversas naciones europeas entrenen activamente para un posible conflicto en condiciones extremas.

La nueva centralidad del Ártico. Según contaba el general canadiense Robert McBride, los ejércitos del mundo han dejado atrás la era de la “guerra contra el terror” para centrar su atención en el Ártico, un territorio que, como hemos ido contando, ha adquirido prominencia por su valor estratégico, recursos naturales y rutas emergentes de transporte.

En la OTAN. En ese contexto, la cooperación entre Finlandia y Estados Unidos se ha intensificado, especialmente desde que Finlandia se unió a la OTAN, convirtiéndose en el país de la alianza con la frontera más extensa con Rusia: 1.340 kilómetros. El pasado histórico (Finlandia luchó contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial) refuerza el carácter defensivo de esta relación. “Rusia tomará todo lo que no esté clavado a la pared”, recordaba un dicho finlandés citado por Janne Kuusela, funcionario de Defensa, al Times. A pesar de los cambios políticos recientes y el acercamiento verbal de Trump a Moscú, en el terreno helado la cooperación entre ambos países parece sólida y decidida.

D El ejército de Estados Unidos desplazado a la zona

Guerra en el hielo. Qué duda cabe, puestos en el peor de los escenarios, la guerra ártica presenta desafíos únicos. “Es como operar en el espacio. Nadie vendrá a ayudarte. Y el entorno puede matarte”, resumía el coronel estadounidense Christopher Brawley. La regla cardinal: mantenerse seco. Los soldados finlandeses deben pasar una prueba extrema que consiste en lanzarse, con todo el equipo puesto, en un agujero abierto sobre un río helado, salir rápidamente y cambiarse de ropa antes de sufrir congelación, lo que deben hacer con ayuda de sus compañeros, ya que sus manos dejan de responder en cuestión de segundos.

Jackson Crites Videman, un conscripto de doble nacionalidad finlandesa y estadounidense, lo vivió a 36 grados bajo cero. Recordamos que Finlandia es uno de los pocos países democráticos con servicio militar obligatorio, y ante la amenaza latente del este, ha aumentado su presupuesto en defensa. Aunque la guerra en Ucrania ha reducido significativamente la presencia rusa en la región fronteriza, los finlandeses calculan que solo tomará entre cinco y diez años para que vuelva a constituir un peligro tangible.

Preparativos: guerra invernal. La designación en 2022 de la 11.ª División Aerotransportada de Alaska como la primera y única división ártica de Estados Unidos marcó un cambio doctrinal. El ejército estadounidense probó nuevos uniformes, esquís de combate y vehículos con orugas capaces de escalar pendientes heladas. Durante el simulacro en Finlandia, mostraron un nuevo modelo de transporte que trepa sobre la nieve con eficiencia.

Plus: las raciones especiales para clima frío, con alto contenido calórico, reflejaron en las pruebas la cantidad de energía que demanda simplemente mantenerse caliente en ese ambiente. Y si el invierno impone sus reglas, el verano tampoco ofrece alivio en el enclave: con sol perpetuo y sin noche, desaparece la ventaja de las gafas de visión nocturna, y cuando se derrite el hielo, la tierra se convierte en un lodazal intransitable de bosques densos, ríos, lagos y ciénagas.

Sin nombre, pero con coordenadas. Contaba el New York Times que, durante las maniobras, las tropas aprovecharon los ríos congelados como autopistas improvisadas. Con sus fusiles a la espalda, se deslizaban rápidamente sobre el hielo, en un entorno que exige resistencia física y claridad estratégica. ¿Resultado? El ejercicio finalmente fue considerado un éxito por los comandantes.

Ante la pregunta de si la cercanía en los últimos tiempos entre Trump y Rusia era motivo de preocupación, el general finlandés Sami-Antti Takamaa fue tajante al medio: “No me preocupa en absoluto. La división aerotransportada estadounidense acaba de llegar desde Alaska. Eso es lo que importa para mí”.

Finlandia y la OTAN. Así las cosas, y mientras el equilibrio geopolítico global parece tambalearse entre alianzas tensas y amenazas resurgentes, Finlandia, el país más feliz del mundo por octava vez con sus 5,6 millones de habitantes y una geografía extrema, emerge como uno de los bastiones defensivos más estratégicos de Europa.

Además, su compromiso con la OTAN no es simbólico ni reciente: es una respuesta pragmática a una historia compartida con un vecino impredecible. Como vemos, en sus bosques y cielos sin noche, se está ensayando no solo una forma de combate, sino una nueva fase de disuasión. En el gélido terreno del norte, donde el clima impone sus propias reglas y la supervivencia depende tanto del abrigo como del adiestramiento, se dibujan ya las coordenadas de la próxima frontera militar del siglo XXI.

Y en ese mapa, Finlandia ya no es una tierra remota (ni tan solo “feliz”): apunta a ser el frente.

Imagen | NATO North, Virginia Guard

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La noticia Finlandia es el país más feliz del mundo. Y también se está preparando a fondo para el final más infeliz: la guerra fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .