Escribir desde el margen

Una mirada sobre la lengua, la exclusión simbólica y la posibilidad de seguir escribiendo sin permiso. Ni siquiera desde un lugar claro. Algunos lo hacen desde una fisura. Una zona intermedia, sin linaje ni blindaje institucional. Sin la promesa de pertenecer. Sin una ciudad que respalde ni un canon que nombre. Escribir desde el margen... Leer más La entrada Escribir desde el margen aparece primero en Zenda.

Abr 24, 2025 - 02:17
 0
Escribir desde el margen

Una mirada sobre la lengua, la exclusión simbólica y la posibilidad de seguir escribiendo sin permiso.

No todo el mundo escribe desde el centro.

Ni siquiera desde un lugar claro.

Algunos lo hacen desde una fisura. Una zona intermedia, sin linaje ni blindaje institucional. Sin la promesa de pertenecer. Sin una ciudad que respalde ni un canon que nombre.

Escribir desde el margen no es un acto de heroísmo. Es una consecuencia. A veces biográfica. A veces política. A veces simplemente geográfica.

Hay territorios que no son centro de nada. Ni cultural, ni literario, ni simbólico. En sus mapas, el idioma se quiebra, la identidad se difumina y la pertenencia es una palabra con trampa. Esa fractura no es pose: es punto de partida.

No se escribe para corregirla. Se escribe desde ahí.

Porque hacerlo desde el margen permite algo que no siempre se tolera en el centro: la libertad de no tener que encajar.

De escribir sin obediencia.

De hablar sin pedir turno.

Y también de callar. Porque el silencio, cuando no es sumisión, puede ser la forma más radical de resistencia.

El lenguaje no solo comunica: también coloca.

Marca jerarquías, impone acentos, decide quién habla y quién traduce.

No todos los registros caben en lo que se considera literario.

No todas las voces pasan el filtro de lo “universal”.

Aun así, hay quienes siguen escribiendo con la lengua vivida. La que se oyó en casa. La que se enseñó en clase. La que permite decir sin florituras ni coartadas.

Una lengua sobria, directa, a veces seca.

Una lengua que no compite, pero sostiene.

No se escribe para ocupar espacio. Se escribe para que algo permanezca.

Hoy la literatura se mide a menudo por su eco. Pero sigue habiendo valor en la obra que no necesita multiplicarse para sostenerse. En la voz que no se impone, pero no cede. En el texto que no busca el foco, pero resiste el paso del tiempo.

No hay urgencia. Hay necesidad. No hay ruido. Hay fondo.

Y si algo queda, que no sea una frase viral ni un perfil biográfico. Que quede una forma de decir. Una manera de mirar.

Desde el margen. Pero con centro propio.

La entrada Escribir desde el margen aparece primero en Zenda.