El sabio consejo de Jorge Javier Vázquez (apto para todas las familias, también las de la tele)

Jorge Javier Vázquez da la vuelta a los testimonios de sus programas con la ironía que no recalienta las cabezas.

May 11, 2025 - 08:28
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El sabio consejo de Jorge Javier Vázquez (apto para todas las familias, también las de la tele)

"Para avanzar con las familias hay que olvidar mucho. Buena salud y poca memoria". Jorge Javier Vázquez reinventa una frase de Mirta Legrand para paliar los aires de reproche de un joven que se acaba de reencontrar con su madre en El Diario de Jorge.

Otro presentador de un programa de testimonios de antaño azuzaría al invitado para que se incrementara ese conflicto que se creyó que subía la audiencia. Pero Jorge Javier no está en ese lugar, está en otro punto existencial que está permitiendo a su 'diario' elevar la cuota de pantalla.

En una televisión llena de ruido, El diario de Jorge y Hay una cosa que te quiero decir se centra en la conversación cómplice. Jorge Javier ha aprendido a no confundir ritmo con prisa y, con ayuda de su ironía, crea un ambiente de confianza con sus invitados. Así se abren frente a las cámaras y comparten sus experiencias con un entrevistador que intenta entenderlos con el superpoder de la risa que casi todo lo salva. Y que, encima, crea un vínculo todopoderoso con los espectadores en casa, que escucha lo que se dice. E intuye lo que se calla.

Porque las medias sonrisas de Jorge Javier Vázquez son tan transparentes que no dejan de comunicar. No dejan de hacernos sentir que somos sus aliados. Y si El diario de Jorge amplía públicos tras su comienzo descafeinado el pasado verano es porque ahora cada conversación ya va hacia algún lugar. Aunque no lleguen a la meta. Jorge Javier consigue charlas que atesoran historias serenas que no aturden y, encima, son prácticas para el espectador: porque sobre todo hablan de cómo somos y de cómo ya no queremos ser. Incluso recuerdan que el entretenimiento que evade es todavía más entretenido si anima a la gente a la reflexión.

En eso también parece que Jorge Javier Vázquez ha crecido. Está en el mejor momento de su carrera profesional. Aunque las audiencias no sean las más altas de su trayectoria. Será porque hay demasiados programas calentando cabezas, pero Jorge Javier está habitando en la sanadora transgresión de la alegría. Lo consigue ejerciendo el equilibrio de la curiosidad traviesa de cuando le conocimos, pero con la inteligencia que otorga la experiencia con todos sus vaivenes.

Ahí, tal vez, ha aprendido a activar alarmas cuando en estos programas de testimonios se cuelan mensajes tóxicos que fomentan machismo, odio o bullying. Los desmonta con la naturalidad que no necesita discursos. Los desaprende con la cualidad del carácter mordaz que une a los grandes comunicadores. Esa corrosión que tenía María Teresa Campos. Ese sarcasmo que tenía Raffaella Carrà.

Lo que, a la misma hora, choca con sus viejos compañeros de La familia de la tele que, de repente, esta semana realizaron un cebo con reproches a Rosa Benito que escondía trazos de bullying que han normalizado. "Somos te guste o no, compañeras de cadena. Y hablaremos muy claro de nuestra relación. Esperad un poco y comienza todo, Rosa", amenazaban con voz de malvadas María Patiño y Belén Esteban a Rosa Benito, que está grabando Masterchef. Lo soltaron en un corte promocional dentro de La Promesa que espantó a la audiencia más que atrajo. El espectador ya sabe cuando se vende humo con desesperación y cuando se abraza la serenidad que disfruta el plató y sus historias. Para ellas, al final, también vale el consejo de Jorge Javier en su diario: "Para avanzar con las familias hay que olvidar mucho. Buena salud. Y poca memoria".