El PIB de Estados Unidos se contrae un 0,3% en el primer trimestre de 2025
La primera economía del mundo se congela y alimenta los temores de recesión. El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrae un 0,3% en el primer trimestre de 2025, muy por debajo tanto de las expectativas del mercado, que anticipaba una modesta expansión del 0,4%, y de la expansión del 2,4% registrada en el cuarto trimestre del año pasado.

Según ha explicado la Oficina de Análisis Económico de EEUU (BEA, por sus siglas en inglés), la disminución en el PIB reflejó principalmente un aumento en las importaciones, que se restan en el cálculo del PIB, y una disminución en el gasto gubernamental. Estos movimientos fueron contrarrestados parcialmente por aumentos en la inversión, el gasto del consumidor y las exportaciones.
En comparación con el cuarto trimestre, la caída del PIB real en el primer trimestre reflejó un aumento en las importaciones, una desaceleración en el gasto del consumidor y una disminución en el gasto gubernamental, que fueron contrarrestados parcialmente por aumentos en la inversión y las exportaciones.
Según los expertos, esta caída en el PIB responde a un menor gasto de los consumidores, que se desaceleró hasta el 1,8% durante el período, aunque siguió siendo positivo. Este ha sido el crecimiento trimestral más bajo desde el segundo trimestre de 2023 y muestra una caída de más de dos puntos porcentuales respecto al 4% registrado en el trimestre anterior.
Sin embargo, el principal factor que explica esta caída es el gran aumento de las importaciones, lo que refleja la incertidumbre que despiertan los aranceles del presidente Trump. Estas se dispararon un 41,3% durante el trimestre, impulsadas por un aumento del 50,9% de los bienes. Según la BEA, las importaciones restaron más de 5 puntos porcentuales al PIB. Las exportaciones aumentaron un 1,8% en este período.
Algunos analistas destacan que, dado que las importaciones se restan del PIB, la contracción en el crecimiento puede no percibirse tan negativamente, dado el potencial de que esta tendencia se revierta en los próximos trimestres.
Por otro lado, las ventas finales reales a compradores privados nacionales, que comprenden el gasto del consumidor y la inversión fija privada bruta, aumentaron un 3,0% en el primer trimestre, en comparación con un aumento del 2,9% en el cuarto trimestre.
A su vez, el índice de precios para las compras internas brutas aumentó un 3,4% por ciento en el primer trimestre, frente a un aumento del 2,2% en el cuarto trimestre. A su vez, el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) aumentó un 3,6%, en comparación con un aumento del 2,4% en el cuarto trimestre. Excluyendo los precios de alimentos y energía, el índice de precios PCE aumentó un 3,5%, nueve décimas porcentuales más que en el anterior trimestre.