El pequeño salto en el PIB alemán no disipa el miedo a una histórica recesión de tres años

No es fácil poner el punto y final a la era del gran estancamiento en Alemania. La tradicional locomotora económica de Europa sigue renqueante en el 'nuevo mundo' posterior a la pandemia y el regreso del crecimiento se está convirtiendo en una eterna espera. El pequeño salto dato por el producto interior bruto (PIB) real en el primer trimestre de 2025 es una buena noticia dentro del negativo estado de la cuestión en el país, pero no disipa el gran miedo imperante en la principal economía continental: un tercer año consecutivo de contracción económica (en 2023 'encogió' un 0,3% y en 2024 un 0,2%, algo no visto desde los primeros 2000). Tres años seguidos de recesión, aunque sea de poca profundidad, es un hito histórico y demasiada losa para una economía acostumbrada a las alabanzas hasta hace no tanto. Los efusivos titulares del aluvión de gasto y estímulo del nuevo gobierno pueden quedar en papel mojado ante el incierto contexto global, con una guerra comercial a escala mundial desplegada desde EEUU y especialmente lesiva para la máquina exportadora germana.

Abr 30, 2025 - 11:45
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No es fácil poner el punto y final a la era del gran estancamiento en Alemania. La tradicional locomotora económica de Europa sigue renqueante en el 'nuevo mundo' posterior a la pandemia y el regreso del crecimiento se está convirtiendo en una eterna espera. El pequeño salto dato por el producto interior bruto (PIB) real en el primer trimestre de 2025 es una buena noticia dentro del negativo estado de la cuestión en el país, pero no disipa el gran miedo imperante en la principal economía continental: un tercer año consecutivo de contracción económica (en 2023 'encogió' un 0,3% y en 2024 un 0,2%, algo no visto desde los primeros 2000). Tres años seguidos de recesión, aunque sea de poca profundidad, es un hito histórico y demasiada losa para una economía acostumbrada a las alabanzas hasta hace no tanto. Los efusivos titulares del aluvión de gasto y estímulo del nuevo gobierno pueden quedar en papel mojado ante el incierto contexto global, con una guerra comercial a escala mundial desplegada desde EEUU y especialmente lesiva para la máquina exportadora germana.