El dueño de Oliovita entra en un negocio agroindustrial inédito en la Argentina

Solfrut, la dueña de la etiqueta de aceite de oliva Oliovita, ingresó en el negocio del pistacho en 2019. Ahora, proyecta montar una planta de secado del fruto que es furor en el mundo en la provincia de San Juan

May 8, 2025 - 23:14
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El dueño de Oliovita entra en un negocio agroindustrial inédito en la Argentina

Solfrut, la dueña de la etiqueta de aceite de oliva Oliovita, construirá una planta de procesamiento de pistacho en San Juan, el centro de sus operaciones y desde donde sale el 25% del aceite que se consume en la Argentina. La empresa, parte del grupo Phrónesis, redefinió su estrategia y reutilizará las hectáreas donde antes cultivaba vid, para ampliar su producción del fruto seco que hoy ya es furor en el mundo.

La decisión de entrar en el negocio del pistacho se tomó en 2019, luego de una inversión de u$s 4 millones que el Grupo utilizó para plantar sus primeras 1000 hectáreas del fruto seco. Y si bien el pistacho tarda entre siete y ocho años en empezar a ser productivo, la empresa ya proyecta montar una planta de secado donde antes procesaba olivas propias y para terceros.

Solfrut inauguró esta semana una nueva planta de producción y fraccionamiento de aceite en una de sus dos fincas en San Juan, de manera que, la fábrica anterior se utilizará en una primera instancia para el secado de pistachos.

José Chediack, presidente de Grupo Phrónesis, del que Solfrut forma parte junto con otras tres compañías -Teknofood, NutriCorrientes y NutriSantiago-, comentó que "hay dos proyectos para aquella nave. Una parte se transformará en una acetaria (producción de aceto bajo la marca Oliovita), y la otra se convertirá en una planta de secado de pistacho".

Una vez que se cosechan, luego de un periodo de entre siete y ocho años, los pistachos tienen un primer proceso de pelado, ya que el fruto viene con varias capas de cáscara. De hecho, la primera de ellas representa dos tercios del peso del fruto que luego se comercializa. Entonces, el primer paso industrial de Solfrut será el lavado, pelado y secado del fruto. 

"Nuestra primera preocupación estuvo durante los últimos años en la producción agrícola y el tema secado ya que se cosecha con 12% de humedad y se comercializa con un máximo de 5%", aseguró Chediack. A su vez, añadió que la planta tendrá una capacidad de procesamiento de entre 3000 y 4000 toneladas de pistacho, aunque no se pondrá en funcionamiento hasta que la compañía logre una producción de alrededor de 1000 toneladas del fruto.

Según proyecciones de la compañía, los primeros pistachos de Solfrut se podrán cosechar a partir de 2027. "No vamos a hacer una planta solo para 200 o 300 toneladas. Eso lo procesaremos en una planta vecina, de forma tercerizada, hasta que nuestra producción propia llegue a 1000 toneladas", comentó.

Los planes de Solfrut en el negocio del pistacho son ambiciosos. De hecho, el criterio de la compañía, según el propio Chediack, consta de la mayor industrialización posible, al igual que lo hace con el aceite de oliva. 

La empresa cuenta con una planta propia con capacidad para procesar 4000 toneladas de olivas y desde allí produce alrededor de 70 presentaciones de aceite, tanto propias como para marcas propias de supermercados como Coto, Carrefour, La Anónima, entre otros.

"El primer paso del proceso es el secado. Sin embargo, se podría seguir integrando valor, que constaría de la selección por color y tamaño. El fruto abierto, verde y grande es el más valioso y se comercializa como snack.  También se podría tostar, salar y hasta integrar otras especias como la papryka", comentó. 

En tanto, los frutos de menor calidad o los que quedan cerrados -alrededor del 25% de la producción total-, se destinan a lo que, en la industria, se llama crashing. Esto es, extraer la pepa a través de un proceso industrial que, luego, se destina a la industria alimenticia para chocolates, helados y tortas. 

Por las propias proyecciones de la compañía, Solfrut destinará este negocio casi en su totalidad al mercado externo. "El consumo de pistachos en la Argentina es mínimo, mientras que los principales destinos importadores del fruto son Europa y China", aseguró Chediack. 

El empresario explicó este cambio de rumbo de la compañía por dos motivos principales: la caída del consumo del vino y el alza en la demanda de pistachos que, a su vez, por su ubicación, San Juan tiene las condiciones ideales para la producción del fruto.

"Hay un fenómeno con el pistacho. Durante los últimos cinco años, se triplicó la demanda en el mundo. En 2015 se consumían alrededor de 500.000 toneladas, mientras que, para 2021, se demandaron alrededor de 1,5 millones de toneladas", comentó el empresario.

Hoy, San Juan representa la unidad más grande de cultivo de pistacho de la Argentina. De las 7500 hectáreas plantadas de este fruto en el país, 6500 están en San Juan.